tag:blogger.com,1999:blog-70967951681229445812024-02-08T05:30:48.018+01:00f.j. Rohsf.j. Rohshttp://www.blogger.com/profile/16241962094795405690noreply@blogger.comBlogger56125tag:blogger.com,1999:blog-7096795168122944581.post-91878554371370480312017-10-06T20:21:00.000+02:002017-10-06T20:21:02.873+02:00Que puedes contribuir con un verso...Entonces, espera, que recopilo:<br />
- Cataluña: pedimos que dialoguen los Políticos cuando no he sido capaz de encontrar un hilo en facebook, foro, grupo, twitts, pits, chips... en la que intervengan opiniones contrapuestas sin llegar a llamarse unos a otros Nazis, Fachas, hijos de puta, etc.<br />
<br />
Esto me suena a:<br />
-Corrupción: pedimos a los Políticos honradez y que no roben cuando nosotros mismos cobramos en b, pirateamos, hacemos simpas, las pilas las regala carrefour (alguien de verdad compra pilas?), eludimos impuestos, bah, quien roba a un ladrón cien años de un mojón... (que sí, que sí, que yo también soy super honrado)<br />
<br />
Que viene a recordarme:<br />
-Medios de Comunicación: Pedimos a los Medios de comunicación imparcialidad informativa cuando Salvame Delux es líder de audiencia (no, yo tampoco lo veo,claro, nadie lo ve), la vida de Belen Esteban es BestSeller (ya, los de por aquí somos unos elevados culturales) y convencemos al resto, enardecidamente, de que nuestro "diario-cadena de televisión" de cabecera es el bueno (una visión muy imparcial y objetiva basada en datos) y la del resto está sesgada.<br />
<br />
Que en el fondo,si te pones a pensar, viene a ser lo mismo que:<br />
-Educación: Pedimos al sistema que no adoctrine y a los profesores que eduquen cuando mientras nuestros hijos comen con las manos los macarrones embobados con la tablet viendo la patrulla canina mientras, nosotros wasapeamos cosas super importantes resumidas en emoticonos sobre lo mal que está el tema de cataluña, lo jodidamente sesgados de los medios y de lo terrible que está la educación.<br />
<br />
Ok.<br />
<br />
Propuesta: Primero la viga, después la paja.<br />
Propuesta 2: Hablemos nosotros primero con el espejo, ese ser que se refleja (man in the mirror, amigo), igual debe hacerselo mirar primero.<br />
Propuesta 3: Dejemos el puto teléfono de una puta vez y tomemos las riendas.<br />
No pidamos al resto lo que nosotros somos incapaz de hacer.<br />
<br />
Así, como estamos, como parece que nos gusta estar, somos un puto fracaso como especie. Podemos hablar, pero gritamos. Podemos escuchar, pero sólo nos escuchamos a nosotros mismos. Podemos razonar, pero sólo son válidas las razones propias. Podemos construir, pero nos inclinamos por la destrucción. Podemos besarnos, pero preferimos la guerra. Podemos abrazarnos, pero preferimos la porra. Podemos Unirnos, pero preferimos disgregarnos. Podemos leer, pero preferimos la televisión. Podemos escribir poesía, pero preferimos los insultos. Podemos aprender, pero ya lo sabemos todo. Podemos enseñar, pero mejor que lo hagan otros.<br />
<br />
Y podría acabar con mi elevada grandilocuencia escribiendo un final sublime, pero en este caso, sólo en este, me remito a un viejo de melena plateada:<br />
<<¡Oh, mi yo! ¡oh, vida! de sus preguntas que vuelven,<br />
Del desfile interminable de los desleales, de las<br />
ciudades llenas de necios,<br />
De mí mismo, que me reprocho siempre (pues,<br />
¿quién es más necio que yo, ni más desleal?),<br />
De los ojos que en vano ansían la luz, de los objetos<br />
despreciables, de la lucha siempre renovada,<br />
De lo malos resultados de todo, de las multitudes<br />
afanosas y sórdidas que me rodean,<br />
De los años vacíos e inútiles de los demás, yo<br />
entrelazado con los demás,<br />
La pregunta, ¡Oh, mi yo!, la pregunta triste que<br />
vuelve - ¿qué de bueno hay en medio de estas<br />
cosas, Oh, mi yo, Oh, vida ?<br />
Respuesta<br />
Que estás aquí - que existe la vida y la identidad,<br />
Que prosigue el poderoso drama, y que<br />
puedes contribuir con un verso.>><br />
<br />
Que puedes contribuir con un verso...f.j. Rohshttp://www.blogger.com/profile/16241962094795405690noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-7096795168122944581.post-18595677050236365692015-12-07T23:36:00.004+01:002015-12-07T23:36:52.287+01:00No Me Acostumbro<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-size: 12.0pt; line-height: 107%; mso-bidi-font-size: 11.0pt;">He visto un
millar de veces un millón de millones de estrellas. En noches cerradas en
montes perdidos, cuando las lunas renuncian a su brillo, con farolas tan
lejanas que ni luciérnagas parecen. Te sientas en una roca, te tumbas en el
prado o permaneces de pie, con tu mirada a lo alto buscando la polar,
descifrando Casiopea, señalando a tu hijo una fugaz que ya pasó trayendo su
disgusto, sonriendo sin saber realmente por qué a ese millón de millones de
estrellas y susurrando… No me acostumbro.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-size: 12.0pt; line-height: 107%; mso-bidi-font-size: 11.0pt;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-size: 12.0pt; line-height: 107%; mso-bidi-font-size: 11.0pt;">Y ahora,
con este café y estas palabras, pienso: Joder, no me quiero acostumbrar. Joder,
no te acostumbres. A nada.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-size: 12.0pt; line-height: 107%; mso-bidi-font-size: 11.0pt;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-size: 12.0pt; line-height: 107%; mso-bidi-font-size: 11.0pt;">No te
acostumbres a la tristeza de tus mañanas. A ese “otro día más”, porque si así
lo hicieras, pasarán “fugaces” que te perderás. Si te acostumbras, tus días empezarán
siempre igual y no creo que eso te guste. Abre la ventana, que entre la luz,
que te moleste el resplandor, mírate al espejo y sonríe. Sí, hazlo. Y si no
tienes ganas, te jodes, hazlo. Fuerza a tu espíritu a ser feliz, que nadie te
lo va a regalar. Sonríe, mira tu estúpido rostro y piensa en lo estúpido que
pareces… verás cómo entonces sí que te ríes. No te acostumbres a la tristeza,
maldita sea, no lo hagas porque el día que de verdad quieras estar triste,
porque a veces queremos estarlo, tu tristeza será una más. No puede ser, joder,
no te acostumbres, sonríe hasta que llegue el día que quieras romperte el pecho
a base de gemidos. Sonríe hasta que llegue el día que un simple abrazo te parta
en dos y te hundas en un profundo abismo.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-size: 12.0pt; line-height: 107%; mso-bidi-font-size: 11.0pt;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-size: 12.0pt; line-height: 107%; mso-bidi-font-size: 11.0pt;">Es muy
sencillo. Si cada día desciendes un paso a ese abismo, nadie lo verá. Cambiarás
sutilmente un tiempo verbal y entonces… entonces ya será tarde.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-size: 12.0pt; line-height: 107%; mso-bidi-font-size: 11.0pt;">No te
acostumbres a las sonrisas de los niños. Ni las de ella. Ni a las de él. A las
de nadie, coño, es como acostumbrarse a ver ese millón de millones de
estrellas, como acostumbrarse a un atardecer. Es de idiotas acostumbrarse a una
sonrisa, eso te pasas porque miramos sin ver. ¡Ciegos! ¿Imaginas cuantos
músculos usamos para sonreír? Más de 15, y no he contado los de los ojos,
tampoco conté los del alma. ¿Qué endemoniada corriente eléctrica pasa por esa
persona que sonríe? Qué simple lo vemos todo ya, vemos cien supernovas cada día
pero… nos hemos acostumbrado. Acostumbrarse a una sonrisa es la mayor necedad
del ser humano. No podemos ser cirujanos insensibles y mecánicos que rajan un
cuerpo sedado para salvar una vida. La sonrisa, idiota, la sonrisa es la vida,
¿qué haces acostumbrándote a ver sonrisas sin inmutarte? Deberíamos coleccionar
sonrisas de niños, enmarcarlas, intercambiarlas si fuéramos capaces de desprendernos
de alguna. Tejer nuestras grises vestiduras con esas sonrisas. Iluminar
nuestros estandarizados hogares Ikeanianos con sonrisas. -<i>¿Cuánto gastas? -3 millones de sonrisas al mes, dos millones son de mis
hijos, el resto son de ella...</i> Que se jodan las eléctricas.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-size: 12.0pt; line-height: 107%; mso-bidi-font-size: 11.0pt;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-size: 12.0pt; line-height: 107%; mso-bidi-font-size: 11.0pt;">Es muy
sencillo. Si te acostumbras, cambiarás un tiempo verbal y en este caso, amigo
mío, tan oscura se volverá tu hogar que te saldrá muy cara la factura.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-size: 12.0pt; line-height: 107%; mso-bidi-font-size: 11.0pt;">No te
acostumbres al café. Ni a un paseo. Ni a él. Ni a ella. Esfuérzate si hace
falta si ya no sientes un roce accidental. Si ya no cuentas los azucarillos. Si
no os cogéis de la mano. Si das besos automáticos. ¡Imbécil! ¿Besos
automáticos? ¿En serio? ¿Has leído esto y ni lo has pensado? Besos automáticos…
Que tu próximo beso dure más de 10 segundos, mira, a ese mínimo podrías
acostumbrarte. Pero piénsalo… Besos automáticos… Cuantos damos ya. ¿Recuerdas
cuando la mirabas aquella tarde y suspirabas por uno? ¿Dónde quedó ese anhelo? Quedó
en el tiempo verbal que ha cambiado durante estos años sin que tú te dieras
cuenta. Porque hubo una noche que te fuiste a la cama y dijiste “Hasta mañana
nena” creyendo que ella siempre seguiría allí. Y por ahora se ha cumplido, pero
créeme, un día no será así. No estará. Se habrá ido, con la muerte, con otro,
no lo sé, y entonces todos esos besos automáticos se te caerán encima y te
aplastaran con tal fuerza que no podrás respirar, será entonces cuando
necesitarás un día de los que te hablé antes, un día triste de verdad. Te has acostumbrado
a tantas cosas que no debiste: a verla pasear arrastrando los pies por las
hojas, a quedarse dormida a tu lado… ¿De verdad puede uno acostumbrarse a ver
dormir a alguien? ¿A la chica que te enamoró? ¿A un niño? ¿Al abuelo? Quédate
mirando un segundo, averiguarás los millones de millones de estrellas, digo, de
dibujos que tiene tu sonrisa.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-size: 12.0pt; line-height: 107%; mso-bidi-font-size: 11.0pt;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-size: 12.0pt; line-height: 107%; mso-bidi-font-size: 11.0pt;">No, no te
acostumbres, aprovecha esos instantes, alárgalos, hazlos tuyos, impide que
cambie ese maldito tiempo verbal que aún no has entendido.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-size: 12.0pt; line-height: 107%; mso-bidi-font-size: 11.0pt;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-size: 12.0pt; line-height: 107%; mso-bidi-font-size: 11.0pt;">Sí amigo,
porque la costumbre es eso que torna el ESTAR en SER. Si te acostumbras a Estar
triste te convertirás en un triste, un ser tan aburrido y patético que ni las
canciones de Sinatra conseguirán esbozar una mínima expresión. Llena el mundo
de tristes y acabaremos con la música, y con el cine, y aunque sobreviva la
primavera, a pesar del empalago de mi admirado Bécquer, sí, hasta con la Poesía
acabaríamos. No mandemos espías, mejor llenemos de tristes las filas del
enemigo. Ni guerra fría ni leches, ni balas ni ostias ni morteros ni trincheras
ni chalecos bombas, con nuestras resplandecientes sonrisas les dejaremos
aturdidos, más bien gilipollas. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-size: 12.0pt; line-height: 107%; mso-bidi-font-size: 11.0pt;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-size: 12.0pt; line-height: 107%; mso-bidi-font-size: 11.0pt;">La
costumbre es la maldita alquimia que reescribe el tiempo verbal que no
queremos. Porque queremos estar enamorados, no ser enamorados. A mí me dices
eso y recuerdo aquello de “no es verdad ángel de amor, que en esta apartada
orilla…” Y eso joder, hasta a Bécquer le chirría. Yo me quedo con un transgresor
Othelo, de gabardina, lluvia y esperando en una oscura esquina; de botella de wiski
a palo seco; de beber por beber; de querer recordar para hacernos daño; de
llorar, porque nosotros, joder, claro que también lloramos; en definitiva, soy
de esos que aunque les gusta estar solo, no se acostumbrarán jamás a estarlo. Soy
algo de Othelo disimulando, un poco del Perro del Hortelano a veces, Hamlet por
las noches delirando, Sófocles cuando estás triste, Holmes rumiando tus
tristezas, ese niño que no ve las fugaces que le señala su padre, soy el padre
que señala el cielo cuando cruza una de tus sonrisas. Soy el mismo que ha visto
un millón de millones de estrellas, y en noches si luna, se sienta en la hierba
taciturno y contemplando el universo, susurra: “No me acostumbro a tenerte,
nena, no me acostumbro”.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 12.0pt; line-height: 107%; mso-bidi-font-size: 11.0pt;">. <o:p></o:p></span></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
f.j. Rohshttp://www.blogger.com/profile/16241962094795405690noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7096795168122944581.post-47011834258329089322015-08-09T19:07:00.001+02:002015-08-09T19:07:16.648+02:00¡Respira! O Elogio alegórico al punto, la coma y otros seres más exóticos.<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 14.0pt; line-height: 107%; mso-bidi-font-size: 11.0pt;">El punto. La coma, con sus ambiguas
costumbres. Los manoseados y enigmáticos puntos… La vida. Sí, un texto, un
relato que escribes una noche de verano reflejan con sus puntos, con sus comas,
con sus… la vida misma. Por eso, cuando te levantas por las mañanas y confundes
una pausa con un sueño, no respiras. Andas jadeando porque en ese momento algo
oprime tu estómago vacío pues no fuiste capaz de calmar esa ansiedad que se
adueñó de tus desvelos desde hace meses y te impide ver que debes encontrar un
instante para ordenar las emociones pues ya ni la más simple de las
conjunciones creadas también para sentarte unas milésimas de segundo te sirven
para nada… ¡Respira! ¡Joder, pon una coma en esos días! Un punto si es
necesario. Una noche. Un amanecer. Ponlo y ese día pasará. Y si es grave, hazme
caso, pinta un punto y aparte.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 14.0pt; line-height: 107%; mso-bidi-font-size: 11.0pt;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 14.0pt; line-height: 107%; mso-bidi-font-size: 11.0pt;">Los puntos son las noches, los
domingos, la última palabra de un buen capítulo, un “luego nos vemos”. Tienen
que existir. Tu cabeza necesita de ellos. Tu corazón los odia. Son el final de los
besos. Pequeñas señales para que se almacenen los recuerdos. Sin punto sólo hay
un sueño. Sólo un amanecer. Sólo una chica. Sólo un beso. Demasiado largo. El
roce de unas manos. Demasiado breve. Un chaparrón de verano. Un largo invierno.
Eso no es bueno. No. Y ahora, ¿jadeas? Claro… ¡Respira! Demasiados puntos,
demasiados miedos a dejarte llevar de vez en cuando, suelta las riendas de las
caricias, dibuja un adjetivo entre las comas de sus cabellos. ¿Qué no quieres
terminar? ¿Convertir en eterna una mirada? Abre las ventanas y que entre la
brisa, que tu chica sienta frío y que luego, sea tuyo el secreto de unos…<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 14.0pt; line-height: 107%; mso-bidi-font-size: 11.0pt;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 14.0pt; line-height: 107%; mso-bidi-font-size: 11.0pt;">No es bueno vivir mil noches en un
párrafo. Y una noche sin final nuca se convertirá en recuerdo, será una inmensa
estrofa que convertirá algo bello en una obsesiva pesadilla recurrente. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 14.0pt; line-height: 107%; mso-bidi-font-size: 11.0pt;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 14.0pt; line-height: 107%; mso-bidi-font-size: 11.0pt;">Al final, un texto, cualquier
relato escrito cualquier noche de verano, incluso de invierno, viven buscando
el equilibrio. Sí, ella más nerviosa y yo más comas. Ella puntos y yo… yo
simplemente la sonrío. La miro en su enfado y pienso: es como los dos puntos,
todos saben que existe pero piensan que no es romántica. Sí, te da un respiro,
pero sólo para hacer la lista de la compra, o para enumerar tus errores: no
bajaste la basura, no recogiste la ropa del tendedero, se te olvidó la leche…
Al final uno descubre que es el miedo lo que hace que la gente etiquete a las
personas y las cosas. Sin los dos puntos no existiría Hamlet. Mi Val Jean. Ni
Whitman. Con los dos puntos das importancia a unas palabras, decir, por
ejemplo, ella dijo: Te quiero. ¡Respira! ¡Te quiere! Coge aire y ahora sí, desata
las cadenas de tus dedos. Explota tus emociones con besos cortos entre puntos y
luego, entre comas, fúndete en sus labios, llévala a la cama y cuando sientas
la tentación de exagerar aquél momento convirtiéndolo en un obsesivo párrafo
recurrente, abre la ventana, que sienta frio, que te abrace y…<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 14.0pt; line-height: 107%; mso-bidi-font-size: 11.0pt;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 14.0pt; line-height: 107%; mso-bidi-font-size: 11.0pt;">La vida. Los puntos y comas. Un
texto, un relato escrito una tarde de primavera, o una mañana de invierno. Ella
tajante como un punto. Ordenada como los dos puntos. Yo… También comas. A veces
me enredo y me vuelvo obsesivo y recurrente como el párrafo de un mediocre o de
un charlatán. Pedante poeta que olvida los puntos y odia los punto y aparte. Así
soy cuando estoy sólo, pero la vida es la constante búsqueda del equilibrio, ¡Joder,
ya lo sé!, por eso me obligo a acostarme, a cerrar el cuaderno cada noche y me
digo: ¡Respira! Y me acuesto con ella, la abrazo y me convierto en algo
especial, una mezcla de su sonrisa y mis deseos. Un ser en peligro de extinción
que germina de sus puntos y mis comas; alguien descolocado que lucha por
ordenar ideas semejantes; un mestizo tajante que tiende la mano al siguiente
beso.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 14.0pt; line-height: 107%; mso-bidi-font-size: 11.0pt;"><br /></span></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 14.0pt; line-height: 107%; mso-bidi-font-size: 11.0pt;">Y así, convertido en punto y coma,
pienso: ella tajante como un punto prematuro, yo tan peligroso como una coma
mal puesta; ella ordenada como unos románticos dos puntos, yo tan idealista
como… ¿Será posible nuestra historia de amor? ¿Llegará a buen fin este relato
de una noche de verano? Y el miedo agarra mi pluma y vuelvo a cometer el mismo
error: no quiero terminar. Sí, pues en verdad mi único sueño es un libro
eterno, con sus puntos, sus comas, sus dos puntos, sus puntos y comas y, por su
puesto con sus… Pero no con aquél que lo termina todo. Con ese punto que es una
lágrima surgida de un adiós. Que me corta la respiración. Un mata novelas
despiadado que te arroja a la realidad preguntándote: ¿Encontraré otra igual? Ese
que me recuerda que todo texto, todo relato, historia de amor, incluso una sencilla
alegoría escrita una noche de verano, tiene… ¡Respira! Es inevitable: todo
tiene su punto y final.<o:p></o:p></span></div>
f.j. Rohshttp://www.blogger.com/profile/16241962094795405690noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7096795168122944581.post-81220814715452276362015-07-28T21:12:00.001+02:002015-07-28T21:12:26.550+02:00Yo me quedo con Newton<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 14.0pt; line-height: 107%; mso-bidi-font-size: 11.0pt;"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">La vida es Física. Obedece a reglas inequívocas, a fórmulas
concretas que nada puedes hacer por incumplirlas. No te empeñes, las fuerzas
implicadas existen antes que el amor, antes que tus sueños, antes que ninguna
de tus fantasías. Un conjunto de fuerzas que se ciñen a la simple ley de Acción
y Reacción deciden tus avatares. Tienes la fuerza centrípeta, la que sientes
cuando te obsesionas con una melena rubia y te lleva hacia ella sin querer
hacerlo. Por eso surge la Fuerza centrífuga, que tira de ti para escapar de la
obsesión. Las fantasías son tu peso, tu voluntad es velocidad. Debes entender
que “Pi” es quien dibuja tu camino, y “Pi”, querido amigo, es algo así como
infinito. Pero todo problema tiene una solución, en este caso, si no quieres
estrellarte contra un adiós que desplace tu centro de masa, empieza a tener más
sueños, más fantasías. Primero 1, después 2, después 3, después 5, después 8,
13, 21… Formarás una caracola y en su interior guardarás el rumor del mar y los
recuerdos de esa fantasía que pretendió obsesionarte.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 14.0pt; line-height: 107%; mso-bidi-font-size: 11.0pt;"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 14.0pt; line-height: 107%; mso-bidi-font-size: 11.0pt;"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">Y eso es bueno, las Fantasías, al fin y al cabo, son sueños y
debes aceptar que es imposible cumplirlos todos. La física es clara en este
aspecto, si cumplieras todos tus sueños, te volverías demasiado ligero, de masa
despreciable, sin pesos en tu corazón, sin fracasos ni frustraciones, sin
lágrimas, sin noches solitarias, sin atardeceres silenciosos… Esto es horrible,
créeme. Un hombre que amó fervientemente a la física, pero que no resolvió ni
una ecuación de amor, demostró que si tu masa es despreciable, si ya te quedas
sin sueños pues los cumpliste todos, estarías rallando la felicidad plena,
serías pura energía como quien dice, un rayo de luz… y creo que sabes que la
luz no tiene piel, no siente caricias, ni escalofríos, ni besos, ni dolor… Estarás
libre de la fuerza de rozamiento, la mejor fuerza de todas, que te sonroja las mejillas
por un roce accidental, por ponerte el más tonto de los casos… No sabrás nada
del temblor entre dos cuerpos desnudos que se atraen como dijo el viejo Newton.
Sí, sin lugar a dudas lo prefiero, me quedo con Newton.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 14.0pt; line-height: 107%; mso-bidi-font-size: 11.0pt;"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 14.0pt; line-height: 107%; mso-bidi-font-size: 11.0pt;"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">Hazme caso, maldita sea, deja sueños por cumplir, que tu masa
sea todo menos despreciable. Permite paradojas en tu vida. Crea singularidades
de espacio/tiempo, como cuando tomas un café mirando esos ojos negros y la
cafetería se curva en un silencio y el tiempo se dilata jactándose de cualquier
oscilación de estúpidos isótopos de cesio y puedes unir dos puntos separados
por millones de kilómetros a través de esa excepción que lo confirma todo: Sus labios.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 14.0pt; line-height: 107%; mso-bidi-font-size: 11.0pt;"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 14.0pt; line-height: 107%; mso-bidi-font-size: 11.0pt;"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">Porque al final, ya te lo dije al principio, la vida es
Física. Es algo palpable que es preciso sentir. Necesita del principio de
contradicción, de teorías indemostrables, de paradojas y experimentos extraños.
La felicidad, como la luz, sólo es una cifra a la que aspirar, una cruz en un
mapa, una meta teórica, un faro en la tormenta que nunca deberías alcanzar, una
constante universal para tipos aburridos que prefieren viajar a la velocidad
del rayo a estrellas y planetas más allá de Orión y constatar, como ya sabemos,
que lo que hay allá no es mejor que esto. Yo me quedo con Newton. Prefiero la
velocidad de un paseo en una noche de verano, mirar al cielo y preguntarme: ¿por
qué parpadea aquella estrella? Y en mi intriga, sentir una caricia, y una voz
en mi cuello, y tres palabras que jamás pronunció Einstein: “qué más da” y girándome,
enfrascarme en el dilema obsesivo de una cintura definida por “Pi” o en los
bucles de un cabello dibujado por Fibonacci. Pero no me acercaría aún a sus
labios, mantengo mis premisas, no cumplir todos los sueños, dejar que la tragedia
escriba parte de mi tiempo, tres o cuatro segundos por ejemplo, y después, ya
sí, pues la vida es física, me fundiría en la singularidad de un beso, creador
de vacíos, ese extraño punto de masa infinita del que no escapa ni un suspiro y
que ni Newton, y aún menos el listo de Einstein, consiguieron nunca ni explicar
ni descifrar. <o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 14.0pt; line-height: 107%; mso-bidi-font-size: 11.0pt;"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><br /></span></span></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 14.0pt; line-height: 107%; mso-bidi-font-size: 11.0pt;"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">En el fondo, lo que quería decirte es que yo… Yo me quedo
contigo.</span><o:p></o:p></span></div>
f.j. Rohshttp://www.blogger.com/profile/16241962094795405690noreply@blogger.com3tag:blogger.com,1999:blog-7096795168122944581.post-74520794747527848852015-03-14T20:04:00.001+01:002015-03-14T20:05:26.242+01:00A las 11:30 en La Esquina Olvidada<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Tan sólo éramos cuatro. No formábamos una gran pandilla, de
hecho, no pretendíamos serlo. No se trataba de eso. Al llegar el descanso de las 11.30h unos
salían disparados a los campos de fútbol, otros a las canchas de baloncesto.
Los bobos ordenaban sus pupitres; los gamberros, a fumar. Pero nosotros…
Nosotros cuatro nos sentábamos en la Esquina Olvidada, que tampoco era esquina
pero así quisimos llamarla, quizás porque en un mundo tan lleno de normas,
reglas e imposiciones, ese pequeño lugar era nuestro singular reducto de
rebeldía: Lo llamamos como nos dio la gana. <o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Entre
la barandilla y un parterre, en el pollete unos, en los hierros otros. Dos frente a dos, mirándonos a los
ojos… Luis el empollón; Javi el gamberro, Mat el listillo y yo, el raro. No
hablábamos de nosotros. No hablábamos de los exámenes, ni si salieron bien o
mal, si estudiamos o si, alguno, se había quedad hasta las mil… pero escribiendo.
No nombrábamos a los profesores. No nos
reíamos del capullo de David, ni del chulo de Nico. Todo aquello no interesaba,
todo aquello era un coñazo. En un pacto silencioso, en un contrato inexistente,
como si nos fuera en ello la palabra de Caballeros de armadura, lanza y honor,
sólo hablábamos de sueños. Allí, en la
Esquina Olvidada, sólo estaba permitido una cosa: Mirar al futuro y retarle con
nuestros sueños. <o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Era un cónclave diario. Sí, claro que jugábamos al fútbol,
evidentemente fumábamos y ni un solo día
pasaba sin darle bien dado a “el cojo”, el de Biología. Pero todo eso… no, todo
eso se hacía en otra esquina, detrás del campo de balonmano, entre canasta y
canasta, entre goles y faltas. Nunca en La Esquina Olvidada. Allí no dábamos
pábulo a nuestras orejas. Allí no valían ni halagos ni consuelos. Allí, en la Esquina Olvidada, sólo estaba
permitido una cosa: Mirar al futuro y retarle con nuestros sueños. <o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
En aquellos días de escuela teníamos muchas reglas y
horarios. El ave maría al comienzo de las clases. Levantarnos al entrar el profesor,
aunque fuera “el cojo”. A las doce, la salve. A los profes, “de usted” o te
ganabas el capón. Los miércoles, Misa obligada a las 10, el mejor momento para
el escaqueo, por el ajetreo y por el dulce sabor del riesgo que se encuentra al
infringir una de las reglas más sagradas… Los platos limpios y la revisión de
los picos de pan… Confesión bajo dedo el primer viernes de mes y, sin faltar,
charlita con tu tutor sobre temas de los que sabíamos más que ellos… Sí, mil
reglas impuestas en un duro colegio de curas, muy de curas. Pero sólo existía
una regla inquebrantable, una ley que si Dios la hubiera conocido, la habría
grabado en sus famosas tablas, una norma que no estudiábamos, ni recitábamos,
ni rezábamos, ni, por supuesto, aprovechábamos para el escaqueo: Luis el empollón, Javi el gamberro, Mat el
listillo y yo, el raro… a las 11.30h, en La Esquina Olvidada. <o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Luis quería ser piloto de carreras, pero quiso Dios, el
destino y la genética darle mucha más altura que reflejos y más memoria que
altura. Te recitaba los putos Reyes Godos tras leer la lista una sola vez. Así
que estaba claro que en un coche de carreras no cabría, por lo que todo parecía
indicar que sentaría su culo en un sillón de cuero de notario, abogado o
cualquiera de esos trabajos tan aburridos. <o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Javi el Gamberro se empeñaba en ser roquero, y no se le daba
mal al cabrón, tenía su grupito, no como los de ahora de niñatos idolatrados,
sino de los de guitarra eléctrica, batería y bajo, con poster de los Gun y de los
Ac/Dc vigilando su cama. Pero cuéntale a tu padre otra historia, que imaginar a
su hijo con melenas y tatuajes no era precisamente el futuro planeado.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Mat, arqueólogo, eso es lo que decía cuando su padre quería
presumir en las fiestas de pingüinos que celebraba en su casa, pero cuando Mat
decía eso, en su mirada se dibujaba el látigo de Indiana Jones. Esa era la
arqueología que quería hacer Mat, de sombrero calado y cicatrices y no de viejas vasijas de barro. Mat no se sabía los Reyes
Godos, ni de lejos, pero cuando Luis el empollón los recitaba, de pronto le
cortaba y nos relataba el misterio de la tumba de Alarico, o la intrigante
búsqueda del Santo Grial cuando tocaban los templarios o cualquier otra
historia o leyenda mucho más interesante que cualquier lista recitada. Claro
que cuando resultó que el mayor misterio estaba en la contabilidad de la
empresa de su padre y años después todo se fue al traste, Mat tuvo que colgar
su sueño y su sombrero imaginario para ponerse a trabajar de cualquier cosa.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Respecto a mi… "El Raro", bien claro tenía mi
sueño, en la buhardilla y con bolígrafo lo retaba todas las noches, pero la
pandilla poco sabía. Me apuntaba a todos los suyos y dejaba entrever un poco el
mío: Escritor. Pero incluso cuando lo digo ahora, me sigue asaltando la misma
sensación de antes, entre pedante y redicho para un chico de 15 años. Por eso
justificaba mi presencia en esa pandilla soltando alguna letra para una canción
de Javi y cosas así. Tonterías de un chico raro y demasiado introvertido, que
piensa que su gran secreto pasa clandestino a los que ven tus ojeras y dedos
manchados de tinta cada descanso de las 11:30 en aquella Esquina Olvidada.
Claro que lo sabían, pero por eso era especial esa esquina, porque también se
respetaban los sueños silenciosos. <o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Creo que todos los chavales lo hemos hecho alguna vez, la
típica promesa de sangre para reunirnos pasados 20 o 30 años. Pero la nuestra
fue diferente, la promesa consistió en reunirnos si alguno de nosotros cumplía
su sueño.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Nos perdimos la pista, como la maldita vida suele empeñarse,
dividió nuestros caminos entre universidades, mudanzas y cosas así. Contábamos
con ello, aún con todo, nos reuniríamos pasara lo que pasara. Por eso sé que
aún ninguno logró cumplir su sueño. <o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Luis, el empollón, no rompió lo predecible, es abogado y de
los buenos, pero cuando recita a su hijo los Reyes Godos, seguro que una
sonrisa aflora en los labios y espera la interrupción en cualquier momento de
Mat. Lo más cerca que ha estado de ser piloto de carreras fue por un regalo de
esos que vienen en caja roja y pone algo así como "la vida es bella".
Tu puta madre, gilipollas. <o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Javi creo que es empresario, montó un negocio pero no me preguntéis
de qué. Lo que sí que sé es que aún puntea su vieja Zender pero me temo que más
tirando a "Ride On" que a " Highway to hell", con todo lo
que eso simboliza. Tendrá su poster de los Gun enrollado en el trastero, le
conozco bien, y seguro que tampoco tiró aquella canción que le escribí.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Mat… Mat no se pone sombrero ni lleva látigo. Lo último que
sé de él es que llevaba casco de obra y tiraba monedas en una puta tragavidas,
digo tragaperras. Prefiero no hablar más de él, el tío más listo que he
conocido y que la vida ha jodido, que no heredó más que la mierda que sembró su
padre y tuvo los cojones de abandonar sus misterios e intrigas para romperse la
espalda por los suyos. <o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Y quedo yo, que aquí me veis, poco ha cambiado, menos boli y
buhardilla, más teclados y cafetería, por lo menos ya no me escondo, algo es
algo. Sigo escribiendo, cuando puedo, entre cabeceos de la vida me despierto y
recuerdo lo que siempre quise ser. Mato el insistente gusanillo escribiendo
relatillos como este. Alguna novela se me ha escapado, cierto, pero igual que
Luis el abogado, Javi el empresario y Mat el obrero, no puedo mandar una carta
o coger el teléfono y decir a la panda: «<i>Chicos,
a las 11.30 en La Esquina Olvidada. Tengo algo que contaros</i>». No, tampoco
yo he cumplido mi sueño.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Pero aquí me veis, tampoco me rindo del todo. Este relatillo
que mata el gusanillo puede que no sea más que un chute de metadona, o puede
que guarde algo más profundo. Una de esas estúpidas reflexiones de domingo
triste que me vienen al ver a mi hijo soñando con ser piloto de motos. Y veo
sus ojos, su sonrisa y me juro que no permitiré que ni la vida, ni las reglas,
ni un profesor cojo, ni la salve de las 12, ni mi herencia mutilen los sueños
que le florezcan con 15 años, porque creédme, bueno, que gilipollez, lo sabéis
bien vosotros, los sueños de los chavales son los buenos. No sueñan con ser
rico, ni con ser famosos, ni poderosos, por eso son puros, son "Los
Buenos" Tienen sueños que alimentan sus corazones, no siembran envidias. Y
pediría, gritaría, suplicaría a las escuelas, a los "adultos", a los
que mandan, a los padres "orgullosos" de lo inteligentes que son sus
hijos, que no mutilen sus sueños, que no esculpan sus frustraciones en ellos,
que si les sale alto el chico, le fabriquen un puto bólido más grande, que si le
da por hacer <i>slide</i> con una guitarra
invisible, le añadan un traste; que si suspira por viajes y aventuras, no le
lleven a Disneylandia, sino a Egipto, joder. Y si por algún casual os sale raro
el chico, muy callado, algo autista y solitario, y veis por la mañana que sus
dedos están manchados de tinta azul y sus ojos se llenan de ojeras, tranquilos,
no es tan grave, no le regaléis más videojuegos pagados con preocupación, hacedme caso, bastará con que le compréis
más libros.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Tengo la esperanza de que algún día recibiré una carta,
puede que incluso la escriba yo, y la pandilla que nunca pretendimos ser,
volvamos a reunirnos en una esquina. Será cualquiera, pero seguirá siendo la
nuestra, la Esquina Olvidada. Cuando ocurra no tengo ninguna duda de que este
relato frustrado que he escrito lo firmaríamos los cuatro: Luis el Piloto Empollón,
Javi el Rokero Gamberro, Mat el Aventurero listillo y yo, el Escritor Raro.
Hasta entonces, seguiré vigilando y cuidando de los sueños de mis hijos. <o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
f.j. Rohshttp://www.blogger.com/profile/16241962094795405690noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7096795168122944581.post-60391754084902500242015-02-08T02:50:00.001+01:002015-02-08T02:50:13.412+01:00Enamórate de una chica tonta.<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Enamórate de una chica tonta. Hazme caso. De una que no se
encerró en una buhardilla a leer libros polvorientos porque prefería pasear
escuchando el ruido de las hojas que
pisaba. Una vez conocí una así. Recuerdo
una noche que nos tumbamos en la hierba. Yo miraba a las estrellas. Ella me
miraba a mí. Le expliqué las reacciones químicas que formaron las estrellas. Le
hablé de la gravedad, de cómo los cuerpos
se atraen, de la aceleración, de 9,81 metros por segundo cuadrado. De
explosiones, big bang y universos paralelos. Mis palabras fluían hacia el
espacio y mis dedos señalaban silenciosas estrellas. Y la chica tonta, que no
sabía quién era Kepler, me miró como si no hubiera entendido nada y con una sonrisa me dijo: <o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoListParagraphCxSpFirst" style="text-align: justify; text-indent: -18pt;">
<!--[if !supportLists]-->-<span style="font-size: 7pt; font-stretch: normal;"> </span>–Qué tontería. Son sólo lucecitas en el cielo.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoListParagraphCxSpFirst" style="text-align: justify; text-indent: -18pt;">
<br /></div>
<div class="MsoListParagraphCxSpMiddle" style="margin-left: 0cm; text-align: justify; text-indent: 21.3pt;">
Y me besó.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoListParagraphCxSpMiddle" style="margin-left: 0cm; text-align: justify; text-indent: 21.3pt;">
Y al hacerlo en mis labios ocurrieron reacciones químicas
que no entendí. Nuestros cuerpos se atrajeron con la misma fuerza, mi corazón
se aceleró y no me extrañaría que latieran 9,81 veces por segundo… al cuadrado.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoListParagraphCxSpMiddle" style="margin-left: 0cm; text-align: justify; text-indent: 21.3pt;">
<br /></div>
<div class="MsoListParagraphCxSpMiddle" style="margin-left: 0cm; text-align: justify; text-indent: 21.3pt;">
Ahora lo pienso y tengo la certeza absoluta de que sin esa
niña tonta que no conocía a Kepler, mi vida explotaría en un big bang sin
sentido. Viviría en un universo paralelo en el que no me gustaría estar. En una
vacía galaxia viviría. De entre las estrellas silenciosas y libros
polvorientos, una chica tonta me rescató. Son sólo lucecitas…<o:p></o:p></div>
<div class="MsoListParagraphCxSpMiddle" style="margin-left: 0cm; text-align: justify; text-indent: 21.3pt;">
<br /></div>
<div class="MsoListParagraphCxSpMiddle" style="margin-left: 0cm; text-align: justify; text-indent: 21.3pt;">
Enamórate de una chica tonta. No pierdas tiempo. De una chica que no sepa
quién es Dostoievski y frunza el ceño cuando sonríes por su ignorancia. Que se
pierda en argumentos complejos, tramas y retamas, nudos y desenlaces de
pedantes y eruditos. De Sabios. De una de esas chicas que no rima con Whitman
pero que de sus labios brotan versos, perdón, besos. Una chica tonta que llora
con las bobas comedias románticas del cine y se duerme aburrida con Casablanca.
Que le gustan historias tan simples que te hacen menear la cabeza y rendir el
mando de la tele a su sonrisa. Enamórate de una de esas chicas por las que
serías capaz de renunciar al Halcón Maltes y a Bogart por el simple
hecho de que siga contigo en el sofá. Sí, enamórate de ella, maldita sea,
porque esa chica, sin saberlo, escribirá tus dramas y aventuras con tal
simpleza que te hará sentir un vulgar escritorzuelo buscando madera inspiradora
en un bosque tallado por Dalí. <o:p></o:p></div>
<div class="MsoListParagraphCxSpMiddle" style="margin-left: 0cm; text-align: justify; text-indent: 21.3pt;">
<br /></div>
<div class="MsoListParagraphCxSpMiddle" style="margin-left: 0cm; text-align: justify; text-indent: 21.3pt;">
Conocí una chica así. Cuando la vi, me dije como Bogart: «<i>De todos los bares en todos los pueblos en todo
el mundo, ella entra en el mío</i>» Traté de no enamorarme. Incluso me convencí
de que no estaba enamorado. Nos sentamos en una cafetería y le hablé del joven
Werther, de dramas Shakespeare, de poemas de Keats, del amor que yo buscaba, de
esa chica tan especial que conocería un día, que leería Stendhal, recitara la
teoría de la relatividad de memoria y que nuestro amor sería tan mágico como el
número aureo. <o:p></o:p></div>
<div class="MsoListParagraphCxSpMiddle" style="margin-left: 0cm; text-align: justify; text-indent: 21.3pt;">
Y ella me miró con una tristeza que no pude describir.
Tantos libros que había leído yo… y una mirada le bastó.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoListParagraphCxSpLast" style="text-align: justify; text-indent: -18pt;">
<!--[if !supportLists]-->-<span style="font-size: 7pt; font-stretch: normal;"> </span>–<span style="text-indent: -18pt;">Pobre –me dijo</span>–<span style="text-indent: -18pt;">. No comprendes nada –sentenció.</span></div>
<div class="MsoListParagraphCxSpLast" style="mso-list: l0 level1 lfo1; text-indent: -18.0pt;">
<o:p></o:p></div>
<div class="MsoListParagraphCxSpLast" style="text-align: justify; text-indent: -18pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 21.3pt;">
Y no hizo como yo. No sonrió ante
mi ignorancia. Me cogió de la mano y me explicó las reacciones químicas que
unen los corazones. Me explicó los dramas de Shakespeare. Me explicó poemas de
Keats… sin haber leído nada de todo aquello.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 21.3pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 21.3pt;">
La ley de gravitación universal
empieza con una mirada. La fusión no está en las estrellas, pobre tonto, están
en los abrazos. El big bang es el primer beso. Ese beso que atrapas y subes
corriendo a la buhardilla para escribir una poesía creyendo que fue Baudelaire
quien te ayudó, idiota… La primera vez que haces el amor, rompes teorías de la
relatividad. Y cuando ella pierde la sonrisa, mandas a la mierda a Kepler y
recuerdas la sencilla ley de Acción y Reacción: Ella triste. Tú mueres. Con una
sola lágrima le bastará para enredar tu erudita ciencia entre los reglones de
una tragedia, y sabrás, pobre tonto, al fin lo entiendes, lucecitas… que no es
Hamlet, ni Julieta, ni Macbeth, ni Othelo, ni el espectro de ningún elevado
dramaturgo atormentado quien empuja tu febril lápiz.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 21.3pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 1cm;">
¡Enamórate de una chica tonta! Con
el tiempo, recordarás a Bogart y no comprenderás nada, de eso se trata, de no
comprender nada: "<i>De entre todos los
bares del mundo…</i>" Yo caluroso, ella friolera. Yo ventanas abiertas,
ella con persianas cerradas. Ella mañanas, yo madrugadas. Yo vino. Ella un
Bitter… ¡Un Bitter! ¡A quién demonios le gusta el Bitter! <o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 1cm;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 1cm;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 1cm;">
Sí, hazme caso, enamórate de una
chica tonta. Que entienda de abrazos más que de fusiones. Que no calcule besos,
que se equivoque al sumarlos. Que te atraiga cada año con una fuerza directamente
proporcional al volumen de silencios que desplaza. Que te inspire un sueño 9,81
veces por segundo… cuadrado. Que frunza el ceño a Dostoievski, que al leerte
diga "Buff…" y te coja de la mano para sacarte de tus libros. Que se
trabe al decir Baudelaire pero recuerde bien a vuestros amigos. Que le aburra
Casablanca. Sí, incluso que le guste el Bitter. <o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 1cm;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
Si lo haces, un día llegarás a
una terrible conclusión, a esa que sospechas desde aquella noche en que
tumbados en la hierba explicabas las estrellas. Que en el fondo sabías que uno
hablaba del vacío y de La Nada y ella vivía con su mirada y lo sentía Todo. Que
uno se perdía en el Espacio/tiempo y ella recorría espacio que nos separaba y ganaba
tiempo. <o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
Sí, enamórate perdidamente de
una chica tonta, me darás las gracias. Una tarde, en una cafetería, después de
muchos años, escribirás esa conclusión:<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
Yo aquí tan listo y tan
ignorante. Tú allí tan tonta y… tan sabia.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<br /></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
Y sabrás que lo tuyo tiene
solución si al poner punto y final, te vas a dormir y ella, sí, la chica tonta,
está en tu cama. <o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<br /></div>
f.j. Rohshttp://www.blogger.com/profile/16241962094795405690noreply@blogger.com12tag:blogger.com,1999:blog-7096795168122944581.post-49307886920950509302014-11-07T19:42:00.003+01:002014-11-07T19:44:06.131+01:00Libro del Nuevo Apocalipsis - Manifiesto para la Revolución<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
</div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif; font-size: large;"><b>LIBRO DEL NUEVO APOCALIPSIS</b></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
</div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><b>1. La Última Ladera</b>.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
(1) Pude ver un campo mutilado. Pude ver prados sembrados con cuerpos desmembrados. Pude ver la niebla flotando entre los bosques seccionados, la muerte, el fin, el destino de estos pasos. El Futuro que estamos labrando. </div>
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<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
(2) Subí miserable y abatido, apoyando mis puños en la húmeda tierra roja, asiéndome a espíritus desnudos, hacia aquella bandera que divisaba en lo alto de la colina. (3) Ondeaba ligera y negra; conquista del enemigo que danzaba orgullosa con la brisa de un nuevo mundo. Al fin llegué a la colina y me senté. Tan sólo me quedaba esperar al amanecer. </div>
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<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
(4) Rompiendo por los riscos del horizonte, el sol comenzó a disipar la niebla y mi corazón comenzó a congelarse ante la terrible visión que había dejado la guerra. (5) Mi colina no era tal, era la arrugada estela de una bomba. Era la cicatriz de la tierra que se moduló y se elevó y se petrificó como las ondas de una piedra en un tranquilo lago. (6) Era la periferia del infierno. La frontera entre pasado y del futuro. El horizonte que con nuestros actos dibujamos. La Última Ladera</div>
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<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
(7) Llevé mi mirada hacia atrás y vi la ladera, tierra que acababa de subir sin saber lo que en ella habitaba. Limbo de nuestra historia en pendiente sin fin. (8) Miles de cuerpos se arrastraban alejándose. Unos no tenían piernas. Otros no tenían brazos. Otros no tenían nada. Todos se arrastraban. Unos susurraban delirios. Otros, ahogados quejidos. Otros no decían nada. Todos lloraban.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
(9) Viendo aquello, viendo a los supervivientes del infierno, con temblor en mis ojos imaginé lo que aquella onda encerraba. Pero no hay imaginación posible para intuir lo que hicimos. Por fin llevé mis ojos al Gran Valle de la Muerte.</div>
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<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
(10) El sol había vencido al horizonte y la niebla sumisa desapareció. Pude ver tres ondas, a cual menor que la anterior, estando yo en la más alta, estando el centro en la más negra de las profundidades. Cada onda tenía su colina que suave descendía hasta el valle que formaba con la siguiente onda. (11) Sin saber por qué, un susurro en mi cabeza, una voz que me instaba, una apremiante sensación, una lejana melodía, el viento que me empujó, mi alma que se moría, decidí bajar hacia El Valle de La Muerte. </div>
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<br /></div>
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<br /></div>
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<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><b>2.<span class="Apple-tab-span" style="white-space: pre;"> </span>Primera Onda</b></span></div>
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<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><b><br /></b></span></div>
<div style="text-align: justify;">
(1) Descendí lleno de terror por todo aquello que esperaba ver, pero poco antes de llegar al primer valle pude divisar algo extraño. Parecían piedras o matorrales oscuros y alineados perfectamente a lo largo de la onda. Me detuve un instante tratando de adivinar qué era aquello. (2) Fue entonces cuando pude escuchar un lejano ruido, gritos histéricos y nerviosos que se confundían con estridentes notas de trompetas y quejidos. Intrigado por aquél penetrante y agudo tronar, seguí bajando. (3) Llevaba mi mirada al primer valle y podía ver como si un enjambre lo cubriera. Un oscuro líquido que lo bañaba y que, impulsado por raquíticas corrientes, zigzagueaba y lamía sin orden las lomas de su cauce. (4) Sin poder apartar la vista de aquello, seguí avanzando hasta que tropecé y caí. Confuso miré hacia atrás y comprobé que había sido una de aquellas piedras o matorrales lo que había provocado mi caída. (5) Aun tan cerca, no podía saber qué era, así que me levanté y me acerqué. Entonces, aquél bulto se movió, haciéndose más pequeño, enrollándose en sí mismo. No era piedra ni matorral. Llegando a su lado, la sangre se me heló. Era un niño. (6) Un niño arrugado entre harapos. Abrazado a sí mismo. Calentado por sus propios brazos. Y el alma se me partió cuando alzando mi mirada confirmé que el resto de bultos alineados eran otros niños. (7) Miles y miles de niños aislados y en perfecto orden silencioso. Como piedras repartidas sembradas en un estéril arado. Sin tocarse entre ellos. Sin sonrisas, sin canciones, sin juegos, sin palabras, sin secretos. </div>
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<a name='more'></a><br /></div>
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(7) Las lágrimas caían de mis ojos. Me arrodillé junto al niño y le pedí perdón, y no supe si lo hice por tropezar con él o por haber sido yo también uno de sus agricultores. (8) Tiritaba, de frío o de miedo, aún no lo sé. Por instinto me quité mi chaqueta y se la puse por encima. Fue entonces cuando el niño ladeó su cabeza y dejó ver un pequeño rincón de su rostro. Fue suficiente. (9) Sus ojos no tenían vida. Uno de ellos era negro, sin brillo, apagado. El otro, de un azul celeste, se perdía en el blanco como los ojos de un ciego. (10) La voz tembló queriendo llorar mientras le susurraba un perdón y le acariciaba. Traté de hablar con él, le pregunté el por qué estaba allí, le pregunté por qué no se levantaba y se marchaba. Le pregunté por qué al menos no jugaba con otros niños. Le pregunté por qué ni tan siquiera hablaba, susurraba… lloraba. (11) Pero el niño me miraba sin comprender. No entendía nada. No comprendía mis simples palabras. Llegué a pensar que era sordo, incluso mudo, pero su confusa mirada me decía que sí que escuchaba. (12) De pronto, arrugando su frente y entrecerrando sus ojos, volvió a meter su cabeza en la guarida de sus rodillas y comenzó a hacer un ruido extraño. Una especie de gruñido que repetía. Pensé que le había ofendido, que le estaba incomodando, así que me levanté y retrocedí dos pasos. (13) Fue entonces cuando comprobé que el resto de niños cercanos estaban haciendo lo mismo. Encerrados en sí mismos, gruñían. (14) No comprendía que ocurría, buscando respuestas llevé mi vista hacia la derecha, por donde llegaban más altos los gruñidos. Me aterré al ver una especie de ola negra que recorría la loma y arrancaba a los niños como si fueran cantos rodados arrastrados al río. (15) Paralizado, sin poder moverme, esperé el impacto de aquél extraño fenómeno. Faltando pocos metros, con la mirada confusa y el alma oprimida, se me reveló el misterio. La ola no engullía a los niños. La ola eran los niños que, alzando su gruñido cada vez más alto, al llegar la ola, se iban levantando y con rabia y locura se lanzaban loma abajo entre gritos y aspavientos. (16) Pero no todos se levantaban, solo los mayores confluían con el resto, los más pequeños aún quedaban en la loma, encerrados en sí mismos, madurando su triste destino. (17) La ola llegó hasta nosotros y miré al niño con el que había tropezado. Su gruñido ya era grito y, a su turno, se levantó y se lanzó a la ola y su río. No pude evitar agarrarle, tratando de detenerle, pero con una mirada ida y grito histérico se deshizo de mí. (18) Me lancé a la carrera tras él. Le gritaba para que no fuera. Le gritaba para que no cayera al extraño río negro, le suplicaba, le rogaba, le lloraba… pero él no escuchaba, tan sólo corría despavorido, unido a la sinrazón de sus compañeros, gruñéndose, gritándose, alzando sus manos y puños amenazadores. (19) Y nada les detuvo hasta que cayeron al río. Pero, de nuevo, el río no era tal. Al borde de su cauce me detuve y, a punto de desmayarme, contemplé el más horrible espectáculo que mis ojos habían visto. El río también eran los niños, sus manos, sus puños, sus gritos, sus gruñidos… enzarzados entre ellos, golpeándose, peleándose con la furia de los rencorosos, con el odio de los envidiosos, con los dientes apretados del impotente. (20) Golpes con sus manos, con sus puños, con sus codos, con sus piernas, con sus cabezas, con sus bocas… Lloraban de dolor al mismo tiempo que reían de locura. Pegaban al igual que recibían. Corrían sin dirección, al tiempo que seguían la corriente de aquel río, el Río de Los Niños Olvidados. </div>
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<br /></div>
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(21) Con lágrimas de impotencia, queriendo con mis brazos abarcar a todos los niños, susurrándoles mi más hondo perdón, mi más miserable ruego, mi más amargo vacío, me adentré en el río. (22) Zarandeado, llevado por la corriente de sus carreras, nadando entre sus angustias, sin saber cómo vadeé el río y caí derrotado en la otra orilla. Mi alma no tenía más lágrimas. Deshecho, como un náufrago de mil días, desfallecí. (23) Maldiciendo nuestra ambición y mediocridad pasada, lancé puñetazos a la tierra y escarbé con mis dedos un agujero en el que quise enterrarme. Pero una voz me habló.</div>
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<br /></div>
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- (24) La tierra no tiene la culpa. Levántate y continúa – me dijo aquella voz profunda. (25) Confundido y con el rostro lleno de tierra y lágrimas, alcé mi mirada. Un hombre fuerte, poderoso, de mirada noble y poblada barba, me miraba con lástima. Me brindó su mano y yo la agarré como si fuera mi salvación.</div>
<div style="text-align: justify;">
- (26) ¿Quién eres tú? – susurré tratando de sosegarme.</div>
<div style="text-align: justify;">
- Soy La Esperanza – dijo.</div>
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- ¿Y sobreviviste? – atiné a preguntar perplejo.</div>
<div style="text-align: justify;">
- Siempre lo hago. Siempre. A pesar de todo. Siempre – contestó con firmeza.</div>
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- (27) No entiendo por qué estás aquí. Todo se ha perdido… ¿Qué haces aquí? </div>
<div style="text-align: justify;">
- Pescar – dijo con una amable sonrisa.</div>
<div style="text-align: justify;">
- Entonces… ¿Aún hay…? – dije sin atreverme a terminar la frase.</div>
<div style="text-align: justify;">
- Siempre – repitió ampliando su sonrisa. – Están ellos – dijo señalando el río - y mientras exista un niño, existirá futuro. </div>
<div style="text-align: justify;">
- (28) Quiero ayudarte, me quedaré contigo… - le contesté.</div>
<div style="text-align: justify;">
- No puedes. No estás preparado. Es otro tu destino. Debes continuar. Iría contigo, sería yo quien te ayudara si seco estuviera este río. Pero no lo está y mientras exista un solo niño olvidado, nuestro futuro estará en peligro. </div>
<div style="text-align: justify;">
- (29) Yo no veo el futuro. Solo oscuridad, maldad, ondas llenas de nuestros odios y miserias. No merecemos un futuro – dije abatido.</div>
<div style="text-align: justify;">
- Puede que nosotros no, pero ellos sí. Continúa, es por tu ceguera por lo que estás aquí. ¡Continúa!</div>
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<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Y le hice caso. Sintiendo el eco en mi cabeza de su última palabra, respiré profundamente y miré hacia la loma que debía escalar. </div>
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<br /></div>
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<br /></div>
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<br /></div>
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<b><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">3.<span class="Apple-tab-span" style="white-space: pre;"> </span>Segunda Onda.</span></b></div>
<div style="text-align: justify;">
<b><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><br /></span></b></div>
<div style="text-align: justify;">
(1) No era tan alta como la primera, pero sí más escarpada. Como un perro me sentía, como un perro escalé. (2) Mis manos se convirtieron en muñones. La tierra negra y húmeda por la sangre de la guerra y la ceniza de nuestra esperpéntica civilización devastada, se incrustaban debajo de mis uñas; mis rodillas, entumecidas, a veces se agarraban a los cascotes de nuestro artificio; mis pies, como garras, se impulsaban apoyándose en los restos de los gigantes de vidrio y hojalata. (3) Todo aquello que orgulloso erigimos, babélicos deseos de ser más que lo que somos, yacía convertido en lo que en verdad fuimos: Despojos. </div>
<div style="text-align: justify;">
(4) Al fin alcancé la segunda colina. Cima de la segunda onda desde donde contemplé la Llegada de Los Tres Caballeros.</div>
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<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
(5) Falto de aire me tumbé boca arriba para morder la brisa que soplaba en la cima. De pronto, un retumbar rítmico y lejano de tambores, un rugido gutural de motores, un temblor en la tierra y en mi pecho, me sobresaltaron. (6) Me incorporé y oteé el horizonte. Allí, por donde Los Lejanos, llegando en formación, cinco dragones de hierro, con ojos amarillos y estelas de fuego, con alas cargadas de muerte, con vientres preñados a punto de parir enjambres de maldad, impulsados por nucleares deseos de aniquilación, abrían sus fauces con lentitud mostrando el bermellón paladar al tiempo que sus garras se desplegaban con ansias de destrucción.</div>
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<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
(7) Temblaba lleno de terror ante tal visión cuando cientos de Halcones metálicos graznaron a mi espalda. Girándome y arrodillándome con miedo, los vi. Formaban una compacta lanza que apuntaba a los Dragones con el brillo de su punta en forma de media luna.</div>
<div style="text-align: justify;">
(8) Con el silbar de una nube de flechas, revolucionando a la brisa y agitándola en remolinos, pasaron sobre mi cabeza. (9) Justo en ese instante, con un terrible bufido, los Dragones inflaron sus fauces llenándolas de fuego. (10) Los halcones, rompiendo formación, se dispersaron con la estrategia de ataque programada, pero toda la fuerza visual de su unión, se evaporó, asemejando una desigual batalla entre bandadas de colibríes contra inmensos dragones. (11) Un nuevo rugido de estos anunció sus chorros de fuego. Por sus gargantas enrojecidas, parturienta anti natura, sus entrañas comenzaron a vaciarse expulsando aleaciones y terror. (12) Miles de pequeños dragones, con metálicos graznidos, programados con rabia, sin vida en su interior, sin alma, sin compasión, fueron al encuentro de los halcones.</div>
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<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
(13) El cielo se oscureció. Eclipsado el sol por las fuerzas que estaban a punto de chocar, todo quedó en penumbra. (14) La densa garra de los dragones, formada por sus serviles crías, se abría para abarcar el ágil vuelo de los Halcones que, danzando en grupos pequeños, revoloteaban y despistaban a su depredador.</div>
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<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
(15) Un silencio sepulcral sobrevino instantes antes del choque. Después… el acero eléctrico de las espadas y el vuelo azulado de las lanzas brillaron con tal fulgor que quedé cegado por unos segundos. </div>
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<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
(16) Cuando mis ojos se acostumbraron a los destellos incesantes y a los bufidos y explosiones, el cielo comenzó a caer sobre mi cabeza. Los desmembrados desechos de los combatientes derribados caían envueltos en humo y fuego. (17) Lágrimas del cielo herido, granizo del infierno que regaba y destrozaba a la moribunda tierra desangrada. </div>
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<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
(18) Temí por mi vida, sólo la miserable fortuna que ya me había salvado una vez tendría el poder de protegerme frente a lluvia de metal. De pronto, llegándome por la izquierda, sentí el zumbido y la amenaza de un amasijo de hierro que se me venía encima. Al mirar, la sangre de mis venas se detuvo y quedé petrificado. (19) Un halcón destrozado, mutilado, envuelto en llamas, venía directo hacia mí. No podía calcular, no podía pensar, no podía mover un músculo. (20) La fortuna parecía haberse apiadado de mí, dejándome al destino que creía merecer y que no recibí ni con las ondas ni con la lluvia de la batalla. (21) En el último instante, con un quiebro inesperado, la nave se desvió y se estrelló metros antes, (22) llegando hasta mí enterrando su peligro, provocando que sólo la simple e indefensa tierra socavada me envolviera y protegiera formando una especie de burbuja. </div>
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<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
(23) Corrí hasta el humeante halcón para tratar de ayudar al soldado que lo gobernaba. Con esfuerzo pude llegar hasta él, pero el destino ya había llegado antes que yo. (24) Atravesado por hirvientes hierros, seccionada su vida por mil partes, gorgogeaba su último rezo. Apiadado le quité el yelmo para que sintiera por última vez la brisa, aunque fuera aquella que con tanto odio nos rodeaba. (25) Al verme, sus ojos se iluminaron al tiempo que la premura le hizo agarrarme mi brazo. No le quedaba vida, la poca que aún rezagada esperaba en su garganta, la usó para dirigirse a mí.</div>
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<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
- (26) Eres tú… - me dijo con lágrimas en los ojos. Con ilusión. Con esperanza quizás. (27) No comprendía nada. Me conocía, pero yo no a él. (28) De pronto, desde el cielo, los cinco Dragones bufaron al unísono y sus costillas comenzaron a resquebrajarse. Tanta maldad albergaba sus entrañas que parecían reventar. (29) Dejando el espacio suficiente para sus crías, detuvieron sus costillas y entre ellas otras miles de extrañas criaturas comenzaron a salir. </div>
<div style="text-align: justify;">
- (30) Ya llegan… - dijo el moribundo con una sonrisa. Seguía sin comprenderle, pero llevé mis ojos al cielo y todo se esclareció. (31) Surgiendo de la nada, cayendo sobre ellos, tres titánicas lanzas impactaron sobre el primer dragón. Dos en la cabeza y una en el vientre, entrando por las grietas de sus costillas. – (32) Los Tres Caballeros – dijo el hombre al tiempo que tres gigantes alados, Aves Fenix plateados de vuelo afilado y mortales garras, caían sobre los pesados Dragones lanzando aniquilación por sus picos. (33) El primer Dragón, con su cabeza destrozada desde fuera por los Fenix y el vientre reventado desde dentro por las impacientes criaturas que no pudieron salir, comenzó a ladearse y caer como un buque que naufraga envuelto en explosiones y llamas. (34) De pronto el hombre me agarró con fuerza del brazo. Yo le miré y sentí la urgencia en sus ojos.</div>
<div style="text-align: justify;">
- ¡Continúa! – dijo alarmado, como si hubiera recobrando la cordura y la memoria. – (35) Date prisa, no hay tiempo… ¡Todo está en tus manos…! - y así, con esa arenga misteriosa y confusa para mí, ahogó su último hálito de vida entre la hemorragia de la esperanza en un futuro que yo ni veía, ni sentía, ni comprendía.</div>
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<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
(36) Recogiendo sus lágrimas y haciéndolas mías, le cerré los párpados y obedecí su último deseo. Aun cayendo a mi alrededor, como parecía, el mismísimo universo, miré hacia donde llevaría mis pasos. (37) Los desechos de dragones y halcones se amontonaban e impedían mi descenso, así que recorriendo la cima de la onda busqué por donde bajar. No tuve que andar demasiado para divisar algo que llamó mi atención. Eran hombres. (38) Una hilera que avanzaba rítmica, subiendo la segunda colina y descendiendo al segundo valle. Esquivando las estrellas que se chocaban, corrí hacia ellos. (39) Llegando a pocos metros, me detuve confuso. Aquella hilera surgía del río, extraño afluente que dejaba escapar a los niños que, madurados, fraguados, fermentados por la oscura corriente, se habían convertido en jóvenes. (40) Con sus ojos clavados en la nuca del predecesor, temblando en sus labios la misma frase indescifrable, ascendían hipnotizados. (41) Les hablé, les grité, les zarandeé, pero todo fue en balde. Sin la menor expresión de vida en sus ojos, alcanzaban la colina y bajaban ordenados hacia el segundo valle.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
(42) Intrigado ante tal comportamiento, decidí acompañarles. Lleno de terror comprobé que nada les detenía. Como hormigas atareadas, al caer algún halcón o dragón llevándose sus vidas y su senda, sin el más mínimo aspaviento, sin un susurro de sorpresa, bordeaban el obstáculo y retomaban el camino. (43) Ni un adiós a los caídos. Ni un gesto de la mano. Ni una simple lágrima. Ya nada sentían.</div>
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<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
(44) La Senda del Mediocre no tiene márgenes, ni cercas ni límites. Es el que va delante quien la señala. Daban igual los socavones, las columnas de humo, los amasijos de hierro y aleaciones. La hilera que la conforma nunca duda o se detiene. Y espantado, les acompañé hasta el Valle del Artificio. (45) Llegados a él, como autómatas, robots industriales, como si una invisible cinta de transporte los recogiera, aquellos jóvenes giraban a la derecha y continuaban su marcha. (46) La tierra estéril de aquél valle, como sembradas o cultivadas o vomitadas por la propia tierra, se abrigaba con la basura que creamos, criamos y multiplicamos hasta el esperpento. (47) Cubríalo como el musgo una tupida capa de cables. Desde ellos, sustentados a saber con qué maleficio, en forma de helechos florecían circuitos integrados en unos y carcasas de plástico vacías de absurdas formas y colores en otros; (48) macabros árboles conformados por prótesis humanas que sus ramas, con forma de brazos y manos, agarraban con ansiedad y rabia retales de seda, hilo y oro. Pequeños riachuelos de silicio y plástico lo recorrían todo.</div>
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<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
(49) Los jóvenes avanzaban y, a su paso, como animales hambrientos, enredaderas espigosas, aquellos cultivos se agarraban a sus pies, a sus piernas, a sus manos, a sus cuellos, (50) y ellos, sin resistencia alguna, los aceptaban y proseguían su camino arrastrando sus parásitos. (51) Y cada vez eran más. Cada vez más frutos eléctricos, lianas de cobre, cortezas de latón, hojas de oro, se adherían a sus cuerpos. (52) Sus pies terminaban cubiertos por una baba de plástico, los cables se enrollaban en sus piernas y el resto de aquella superflua cosecha se adosaba creando adultos de cuerpos indescifrables y miradas electromagnéticas. (53) Arrastraban con pesadez sus pies y de ellos, como las cadenas de un preso, enredados hilos de seda y cobre se empeñaban en recoger lo que aquella bestia cibernética ya no podía portar encima. </div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
(54) Como jóvenes autómatas y vacíos iniciaban el camino. Como amorfos adultos preñados de sintética inutilidad cerraban el círculo del Valle del Artificio. Y así, con aquella pesada y vacía carga, comenzaban a ascender la loma de la tercera honda.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
(55) En mi silencio, al llegar al final de aquél terrible recorrido, me senté perdiendo mi mirada y dejando mis pies rendidos. Sobre mi cabeza, la muerte de la carne valiente y el reino del metal y el fuego. A mis pies, la muerte del espíritu y el imperio del artificio. (56) ¿Qué más mis ojos podrían aceptar? ¿Qué más derrotas y fracasos vería? ¿Qué más mi garganta podría susurrar? (57) Todo estaba perdido. Y en el instante en que intuí aquella idea, sentí sobre mis pies y mis piernas un cosquilleo. Las implacables hileras de cobre, las insaciable seda, la baba del plástico comenzó a tejerme una especie de armadura, no diseñada para detener los ataques del exterior enemigo, sino para retener los impulsos de lucha de mi corazón. (58) El enemigo era yo. La rendición, mi silencio. La derrota, mi cansancio. (59) Pero de nuevo, zumbando con fuerza en mi cabeza, aquella voz. <<¡No te detengas! ¡Continúa!>> Pero yo sólo quería llorar y esperar que el artificio me envolviera y el fuego y el metal me enterraran. (60) Faltando poco para ser cubierto por completo, una luz en lo alto de la tercera loma apareció. Mis ojos ya no distinguían nada, sólo aquél brillo que flotando se acercaba. Era un ángel que sin manchar sus pies en los fétidos cultivos de ese valle, se detuvo ante mí. (61) En su mano izquierda portaba una cuerda enrollada. Alargó su brazo libre hacia mi traje y petrificado comprobé que de gris y antracita era su esqueleto. Sus dedos formados por membranas y músculos de alguna aleación imposible, agarraron mi eléctrico abrigo y de un girón desgarró mis vestiduras. (62) Sus ojos, de un luminoso azul, se posaron con lástima sobre mí. Yo sentía como si estuviera siendo tragado por la tierra, a mi alrededor seguían amontonándose la inútil cosecha haciendo cada vez más imposible mi mirada, que en un alargado túnel se convertía. (63) Aquél ángel de aluminio me lanzó la cuerda, pero yo no era capaz de mover mis brazos.</div>
<div style="text-align: justify;">
- Debe coger la cuerda – me dijo.</div>
<div style="text-align: justify;">
- No puedo, ya es tarde – susurré.</div>
<div style="text-align: justify;">
- Toda derrota comienza con esa frase. No la repita y agarre el cabo. Yo le ayudaré – me animó.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
(64) Y su voz, sumada a la voz de mi interior, me estimularon el espíritu, donde radica la fuerza de lo que somos. Con un grito desgarrado, arrebaté al artificio su victoria y rasgué mi carne entre la seda y el cobre. (65) Agarré el cabo con ambas manos y el Ángel de Aluminio tiró de mí. Sintiéndome libre, como parido de la mugre que quiso aniquilarme, grité al sentir la brisa enrarecida. (66) Temblé de frío. Tirité de miedo. Y cuando me supe hombre, alcé mis ojos agradecido.</div>
<div style="text-align: justify;">
- ¿Quién eres? – pregunté.</div>
<div style="text-align: justify;">
- Ya sabe quién soy. El que siempre estará a su lado. Gabriel.</div>
<div style="text-align: justify;">
- ¿Y dónde has estado hasta ahora? </div>
<div style="text-align: justify;">
- Venciendo a la muerte. Pero ahora, ya estoy aquí para cubrir sus pasos. Debemos continuar, el desenlace se cierne sobre nosotros. </div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Y renacido y lleno de fuerzas, miré a la tercera onda. </div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
<b><span style="color: #0b5394;">(Continuará...)</span></b><br />
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<b><br /></b>
<b>Nota del autor: </b>Este relato... no es tal. Pertenece al futuro, a una historia que me ronda por la cabeza desde hace 10 años, la secuela de la trilogía <a href="http://www.wattpad.com/story/297103-semiya-siembra-y-revoluci%C3%B3n-cr%C3%B3nicas-de-%C3%A1valon" target="_blank">Semiya, Siembra y Revolución</a>, un libro que desvelará el desenlace de la sociedad y revolución que se plantean en es historia. Este libro está en mi cabeza, palabra por palabra: <i><b>La Guerra de Arturo</b></i> se llamará, y se escribirá cuando el tiempo que me esquiva, decida cederme el tiempo suficiente para escribir. Hasta entonces, por impaciente, escribí este relato y lo incluí en <b><i>Manifiesto para la Revolución</i></b>, una recopilación de textos y cartas de temática social.</div>
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<br /></div>
f.j. Rohshttp://www.blogger.com/profile/16241962094795405690noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7096795168122944581.post-91436052576083143752014-11-04T20:55:00.002+01:002014-11-04T20:55:23.012+01:00El lugar donde nacen los sueños... y las novelas.<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEioXWsrrhllAZY90LbjQs7xFJgY3CWj6zazYa6kYAk16-NVM5KWLnvCBXfHwLoTOmBfyYwnca4yLdMyuUZTWbDcTWbI2Ewz1EMg_WLY1vO73r7XBM-uIccvdrfTV9JU6s1kxan-SSptsMzu/s1600/casa+arbol.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEioXWsrrhllAZY90LbjQs7xFJgY3CWj6zazYa6kYAk16-NVM5KWLnvCBXfHwLoTOmBfyYwnca4yLdMyuUZTWbDcTWbI2Ewz1EMg_WLY1vO73r7XBM-uIccvdrfTV9JU6s1kxan-SSptsMzu/s1600/casa+arbol.jpg" height="200" width="144" /></a></div>
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Hace un año o así, estaba en mi aburrido y rutinario trabajo y queriendo evadirme, cogí un boli. Claro que la situación no era idónea para escribir nada, así que me puse a dibujar. Siempre soñe, desde enano (hasta ahora, y supongo que hasta que lo consiga) con construirme una casa en un árbol. Este sueño por cumplir lo compartí en su día con mi hija Alejandra, claro que desde entonces, cada semana me pregunta que "para cuando la casa en el árbol, papa?" Le voy dando largas, pero ese día, con el boli en la mano, comencé a trazar los planos de nuestro sueño. Sí, le hice un dibujo a mi hija, una casa en un árbol y le encantó. Bah, un entretenimiento en un trabajo aburrido, la cosa no iría a más. Pero me equivoqué, la imaginación oprimida y la mano libre es lo que tiene, al final rompe para cualquier lado. La cosa la compliqué cuando hace unas semanas le hice otro dibujo para demostrarle que con la imaginación podía ser y hacer cualquier cosa, que su capacidad de fantasear y soñar es mucho mucho más divertido que ver la tele. Todo era posible en su cabeza, por ejemplo, convertirze en La Princesa Alejandra, heredera del Reino del Bosque Encantado, que cabalga a lomos de un unicornio, una mezcla entre Peter Pan chica y una elfa y que hablaba con La Dama del Fuego...</div>
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<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgKL8sau8LFP8nSb1YHbuff5NdVKGSuZ0ef7ND4FzQEi9DgG8z_7DDo1bzBleJdOoxCTTf0yw0t6MUOsdAIxlrVCTDsrD80tbfTPhd3jFIaaGP5_TSgUzV56nI5dOS92Arv1seMzX5Me3x7/s1600/dama+de+fuego.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgKL8sau8LFP8nSb1YHbuff5NdVKGSuZ0ef7ND4FzQEi9DgG8z_7DDo1bzBleJdOoxCTTf0yw0t6MUOsdAIxlrVCTDsrD80tbfTPhd3jFIaaGP5_TSgUzV56nI5dOS92Arv1seMzX5Me3x7/s1600/dama+de+fuego.jpg" height="262" width="320" /></a></div>
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El mensaje caló, creo. Con ojos como platos se vio a si misma con la capa estrellada al vuelo. Cogió un poco de celo y lo pegó en mural de fotos. Claro que mi otro hijo, Ignacio, alias "filigranas", cuando vio el dibujo, exigió el suyo de pleno derecho. Días después y como mi trabajo sigue siendo aburrido y rutinario, y al ser Ignacio amante de Caballeros, Piratas y altamente impresionado cuando cometí el error de enseñarle mis viejas maquetas inventadas de naves espaciales, decidí llevarle a un mundo algo más steampunk y le puse al mando de un Barco Pirata con alas...</div>
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<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiwOVeCMleFADtejpjsd5bIX8hG_gzRlHAu8Wt11RtupannAHvC8D3j4ttky-1R5rXmO_Q4yQu0ZkYawd-3GS1PhHh-0_PgIIUAIYerMRAueacvz_SdTsf0nTHUovRpO37dB-wLxxKrYOsR/s1600/barco+volador.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiwOVeCMleFADtejpjsd5bIX8hG_gzRlHAu8Wt11RtupannAHvC8D3j4ttky-1R5rXmO_Q4yQu0ZkYawd-3GS1PhHh-0_PgIIUAIYerMRAueacvz_SdTsf0nTHUovRpO37dB-wLxxKrYOsR/s1600/barco+volador.jpg" height="277" width="320" /></a></div>
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<br /></div>
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Pero las envidias son muy malas (o no tanto, ya veréis...) y ambos se enzarzaron en una disputa sobre a quién le tocaba el siguiente dibujo:</div>
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-¡Tu llevas dos! -dijo Filigranas.</div>
<div style="text-align: justify;">
-Sí, listillo, pero el tuyo es más grande -dijo La Princesa Alejandra, heredera del Reino del Bosque Encantado y que cabalga a lomos de un Unicornio...</div>
<div style="text-align: justify;">
-Pero si juntas los dos tuyos hacen uno grande, listilla hasta la luna -replicó el astuto y valiente Pirata Mike (porque es admirador de Mike el Caballero) Filigranas, capitán de un barco volador con el espíritu de Robin Hood.</div>
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<br /></div>
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El Pirata Filigranas infló carrillos resoplando y la Princesa Alejendra se mordió la lengua amenazadora. Conseguí apaciguar ánimos, pero sabía que tenía un problema psico-pedagógico-artístico.</div>
<div style="text-align: justify;">
Sin demora busqué solución al día siguiente, en mi aburrido y rutinario trabajo. Me vi forzado a unificar criterios artísticos. A ver cómo hacía coherente una Reina del Bosque élfica con un pirata con un Barco Volador compartiendo protagonismo en un dibujo. ¡Ah, coherencia, qué mal has echo en el mundo literario! ¡Qué mas da! Cuál es el problema en mezclar dos mundos literarios tan dispares! No se trata al fin y al cabo de fantasía! Pues... ¡Déjete llevar, Jose! Y así hice y así nació el dibujo que el otro día visteis en facebook. </div>
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<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjpNW6Oyn3jIRCiqy6awP1oPa6KKvUQ-fSqVkpZQPRx3OnkLgEE8_nvie0oeGFMnGStiAVHCFyYe2D0wT9uScb2vdptGfOwDkdct1AxW1wTx19DONFu2BOm-o1EJa7kHueewP7IjDQJUG9d/s1600/dragland.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjpNW6Oyn3jIRCiqy6awP1oPa6KKvUQ-fSqVkpZQPRx3OnkLgEE8_nvie0oeGFMnGStiAVHCFyYe2D0wT9uScb2vdptGfOwDkdct1AxW1wTx19DONFu2BOm-o1EJa7kHueewP7IjDQJUG9d/s1600/dragland.jpg" height="307" width="400" /></a></div>
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<br />
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Creí que lo había conseguido, ¡un dibujo para los dos!</div>
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<br /></div>
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- Mirad Chicos! Este dibujo es de los dos, es una encuentro entre la Princesa Alejandra del Bosque Encantado con el peligroso Pirata Mike Filigranas en un mundo mágico, con castillos voladores, dragones... Mira, Alex, esta eres tú con tu unicornio mágico, y este tú, Ignacio, El pirata Mike Filigranas, con su barco volador, que te has subido a una moto voladora para ir al encuentro!! -dije con sonrisa triunfadora. A los dos, con ojos chispeantes y tirando cada uno de un lado del folio, se les dibujó una enorme sonrisa, tan enorme como la claridad con la que vi el problema en el que me había metido. No, no era la solución, era el germen de un embrollo del que difícilmente saldría ileso.</div>
<div style="text-align: justify;">
- ¿Y por qué se encuentran? ¿Para qué?-me pregunta Alejandra confirmando mis sorpresas.</div>
<div style="text-align: justify;">
- ¿Y de quién es ese castillo tan chulo? -dice el Ignacio.</div>
<div style="text-align: justify;">
- ¿De quién es ese Castillo volador? -preguntó La Princesa Alejendra ambicionando reinos.</div>
<div style="text-align: justify;">
- ¿Y de quien es ese dragón? -anheló el Pirata Mike Filigranas, el "jodío", con ojo de lince, porque mira que lo dibujé pequeño...</div>
<div style="text-align: justify;">
- Pues... yo... esto... Es un dibujo, chicos -traté de huir.</div>
<div style="text-align: justify;">
-Ya, papá, pero ese castillo tiene que ser de alguien, ¿no? Digo yo, vamos -replica la listilla de la Princesa Alejandra.</div>
<div style="text-align: justify;">
- ¿De quién es ese Dragon, papi? -insiste el Pirata.</div>
<div style="text-align: justify;">
- Bueno, yo que sé nena, el castillo es de otro rey o algo...</div>
<div style="text-align: justify;">
- ¿De quién es el Drag...</div>
<div style="text-align: justify;">
- ¡¡Tuyo!! ¡Hijo, el dragón tuyo por cansino!</div>
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<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
En fin... En buena hora. Repartí propiedades para que me dejaran en paz y se durmieran, pero no me fui tranquilo a dormir. No, no cuadraba. El dragón no podía ser del Pirata Mike Filigranas ni el castillo de la sutil e insinuante Princesa Alejandra, que ya tenía su humilde reino y si comenzaba a acumular riquezas terminaría convirtiéndose en una despiadada capitalista...</div>
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<br /></div>
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Hoy en mi aburrido y rutinario trabajo he estado meditando el asunto para solventar el problema con un dibujo. Ya en casa, después de merendar, antes de irme a otro trabajo más interesante, mi hija me ha dicho.</div>
<div style="text-align: justify;">
- Papá, ¿quieres que te escriba un cuento? -y, oh, mis ojos han chispeado de la emoción.</div>
<div style="text-align: justify;">
-Claro nena, ¡me encantaría! -le he dicho aun estando convencido que el cuento iría de una jovencita cantante que va al instituto...</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Y a mi regreso... La cosa ha explotado. Sí, se me ha ido de las manos. Bueno, se nos ha ido a los tres.</div>
<div style="text-align: justify;">
- ¿Has leído el cuento? -me dice la Princesa Alejandra al rato.</div>
<div style="text-align: justify;">
- ¡No! ¡Corre, traelo! -ha tardado medio segundo, ojalá tardara tan poco en obedecer en otros temas... Con una sonrisa me lo ha dado y he comenzado a leer.</div>
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<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjmJmNUCZBBeLqsRh2BJIWFwZ7odP4-KmlbiWKiWkwpkywy34Dvgy2KAyy8bvGYx5Oca_1mC_nncKUBLaQmFD-9QJPChui0uVG-SbML0TUh6YdH0DxWQCEumTlXcl8lt9urE8Pj5OpMMMPM/s1600/comienzo.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjmJmNUCZBBeLqsRh2BJIWFwZ7odP4-KmlbiWKiWkwpkywy34Dvgy2KAyy8bvGYx5Oca_1mC_nncKUBLaQmFD-9QJPChui0uVG-SbML0TUh6YdH0DxWQCEumTlXcl8lt9urE8Pj5OpMMMPM/s1600/comienzo.jpg" height="240" width="320" /></a></div>
<br />
<div style="text-align: justify;">
No me lo podía creer, con su hoja arrugada y con la manía de escribir fuerte, mira que le tengo dicho, mi hija había comenzado a escribir la historia conflictiva. Curioso que etiquete como enemigo a "Maik" Filigranas, pero... </div>
<div style="text-align: justify;">
La cosa no podía quedarse ahí.</div>
<div style="text-align: justify;">
- ¡Cerrad la puerta! ¡Apagad la tele! ¡Corred! ¡Tenemos que seguir esta historia!</div>
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<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Y por mis narices que no os desvelaré la intrincada trama que hemos tejido entre los tres, me plagian seguro si lo revelo, pero os daré pistas.</div>
<br />
<span style="font-size: large; font-weight: bold;">Personajes en Acción </span>(nombres elegidos por mis hijos)<br />
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<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgUIq12DYJ8iZl2fr4SFoY08CxC-b0bzKfwKnVgHuGpv1lIh9H6qKWlrXygokGh16694lJi_Zp2qD06ZKo45q20GG6zGz5s70oEkpE8hcOoUr04QbkmmHQ3mI4XdBCK8ku9SHZWDMmDReZu/s1600/apuntes.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgUIq12DYJ8iZl2fr4SFoY08CxC-b0bzKfwKnVgHuGpv1lIh9H6qKWlrXygokGh16694lJi_Zp2qD06ZKo45q20GG6zGz5s70oEkpE8hcOoUr04QbkmmHQ3mI4XdBCK8ku9SHZWDMmDReZu/s1600/apuntes.jpg" height="200" width="150" /></a></div>
<br />
<ul>
<li style="text-align: justify;"><b>El Rey Pluma</b> (que podréis adivinar quién es) y la <b>Reina Celestia</b> (la madre de los creadores), verdaderos propietarios del Castillo volador y guardianes de "La Joya Mágica"</li>
<li style="text-align: justify;"><b>El Arquero Chaunk</b>, que sus flechas llegan a kilómetros, na menos.</li>
<li style="text-align: justify;"><b>El Dragón Smaly</b> y su jinete, el <b>Caballero Masquer</b>, que lleva una máscara por estar deformado debido a un terrible hechizo del que sólo se librará.... aaaah...</li>
<li style="text-align: justify;"><b>Mnila</b>, fiel escudera de la Princesa Alejandra, aprendiz de maga y con el poder de convertirse en cualquier animal del bosque.</li>
<li style="text-align: justify;"><b>El Gran Mago Zurber Kascabier</b>, poderoso mago que es un cascarrabias y que aun no sabemos si vive en una alta torre o en una pequeña cabaña.</li>
<li style="text-align: justify;">Y.... El malvado, el temible, el odioso.... <b>SAGGER</b>!! Rey y tirano que ha robado... aaaahh y que en su Castillo de Fuego...</li>
</ul>
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<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Como aditivos, han aparecido dos mascotas, una Ardilla marrón con una linea rosa (en negociaciones para que sea de otro color) que es propiedad de la Princesa Alejandra, y de un Ave Fenix para el Pirata Filigranas (que se había empeñado en elegir un tiburón como mascota, pero hijo, tu barco vuela, la mascota no puede ser un pez...)</div>
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<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Bueno amigos, está claro que hay elementos clásicos, pero así lo eligieron los verdaderos creadores, por otro lado, me encantan las historias clasicas. Siempre soñé con escribir una historia como La Princesa Prometida, ahora ya no quiero hacerlo, ¡quiero escribir esta!! Y no tendré miedo a clichés, a darle un toque Peter Pan a la princesa, ni un tinte Robin Hood a Filigranas, ni en crear una "Comunidad" o grupo de héroes que se juntan para salvar al mundo, ni me reprimiré por miedo a que sea una Joya Mágica la única que podría salvarles (curioso que sin saber lo que es El Señor de los Anillos, estos dos han elegido la estrategia de "comunidad" y una joya poderosa... A ver si Tolkien no era tan original y resulta que tenía dos hijos...) Y les llevaré por tierras tenebrosas y montañas mágicas, habrá amor -pero no de la Princesa Alejandra, pues insinué que se enamorara de Mike Filigranas y me han montado un pollo, amenazándome con prohibirme escribir la historia. La princesa no se enamora de nadie y punto, nena, no hay más que hablar, estoy completamente de acuerdo...-, habrá mucha magia, duelos de espada, un final, está claro, de "comieron perdices", como mandan los cánones. </div>
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<br /></div>
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Ha sido algo mágico. Tirados en la cama, con el Pirata Mike Filigranas (de 4 años, por ahora) saltando y soltando nombres increíbles por su boca (Mnila!! Zorber!! Sagger!!! Geniales!!), con la Princesa Alejandra (de 7) hilando tramas (una joya mágica que salvaguarda al mundo, robada por Sagger, que quiere, con algo parecido a la alquimia, transformar en una Joya Oscura, qué cabrón el Sagger!!) Brutal!</div>
<div style="text-align: justify;">
Sí amigos... Los sueños... Esos que se viven y no se duermen. Los que dibujan mundos, no mejores quizás, pero si ejemplares, con héroes que al final Vencen. Ganan. Triunfan. Sí, esos sueños no nacen de misteriosos lugares, sino de algo muy pequeño, que dan mucho la lata, obedecen poco, anhelan Castillos voladores y exigen un dragón. Nacen de los niños. Bien lo sabía Peter Pan y por eso no quería crecer, por que al crecer dejamos de soñar. Yo, hoy, he saltado en la cama con El Pirata Mike Filigranas, me he tronchado de risa con la Princesa Alejandra del Bosque Encantado (joder, una ardilla con una franja rosa???), y por accidente... como surgen muchas cosas buenas, nació un sueño.</div>
<div style="text-align: justify;">
Mañana, lo he prometido, al volver de mi aburrido y rutinario trabajo, volveré a convertirme en niño. ¡Queda mucha historia que contar!</div>
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<br />f.j. Rohshttp://www.blogger.com/profile/16241962094795405690noreply@blogger.com4tag:blogger.com,1999:blog-7096795168122944581.post-28322423625441208852014-09-11T23:31:00.000+02:002014-09-11T23:34:54.659+02:00El mar donde bailan los árboles<div style="color: brown; font-size: 18px; margin-left: 50px; text-align: justify; width: 450px;">
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj-C1ZdtL1ucIpRyRdnXSHjYJ9UNUIYwp5TBcI7q56zAsNSOgbsAcj15nQlq4Hfjswbb6_ayelb1I9wY8rv0o8GMa38PiV32yRF3fim_gwXvnY0tvAxPD-MDV9RvDtj0VjkcWQc4kEce8NM/s1600/PLUMA+Y+LAPIZ+2.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj-C1ZdtL1ucIpRyRdnXSHjYJ9UNUIYwp5TBcI7q56zAsNSOgbsAcj15nQlq4Hfjswbb6_ayelb1I9wY8rv0o8GMa38PiV32yRF3fim_gwXvnY0tvAxPD-MDV9RvDtj0VjkcWQc4kEce8NM/s1600/PLUMA+Y+LAPIZ+2.jpg" height="320" width="216" /></a></div>
Esta es la Historia de Pluma y Lápiz, de dos sueños encontrados, de la Reina del Bosque y de la barca azul y blanca que surcaba…<br />
<br />
<div style="font-size: 22px; text-align: center;">
<b><u>EL MAR DONDE BAILAN LOS ÁRBOLES</u></b></div>
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<h3>
<b><span style="font-size: large;">I. Un sueño perezoso al despertar.</span></b></h3>
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<div style="font-size: 15px;">
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<div style="text-align: justify; font-size: 15px;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">Pluma era tímido y soñador. Criado en la ausencia de un padre sepultado por un pico, una pala y una montaña tragahombres. Su madre enterró su alegría junto a su esposo y respiraba tristeza cada noche rondando la tumba de su dicha. Fue la soledad, en definitiva, quien crió a Pluma; le engulló desde temprano y le insufló melancolía, sueños y silencio. Quizás me recuerde a alguien…</span></div>
</div>
<div>
<div style="text-align: justify; font-size: 15px;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">Pluma no conocía el mar.</span></div>
</div>
<div>
<div style="text-align: justify; font-size: 15px;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><br /></span></div>
</div>
<div>
<div style="text-align: justify; font-size: 15px;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">Lápiz era alegre y divertido. Nacido en el amor y en la familia, pero siempre con el corazón ahogado por querer ser mejor y no defraudar a un destino que le parecía impuesto. Su risa era la explosión de un corazón que necesita ser zarandeado y llenado con la paz que no habitaba su espíritu necesitado de contagiar su amor. Quizás me recuerde a alguien…</span></div>
</div>
<div>
<div style="text-align: justify; font-size: 15px;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">Lápiz no conocía el mar.</span></div>
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<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><br /></span></div>
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<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">–</span><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">¿Habrá árboles en el mar? –preguntó Lápiz una mística y suave tarde de primavera.</span></div>
</div>
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<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">–</span><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">No seas tonto, Lápiz. ¡Claro que no! –respondió medio sonriente Pluma.</span></div>
</div>
<div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">–</span><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">¡Anda! ¿Y tú qué sabes? –objetó Lápiz señalándole con lo poco que quedaba de su lapicero.</span></div>
</div>
<div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">–</span><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">Déjalo, sabes que no existen árboles en el mar.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><br /></span></div>
</div>
<div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">Y Lápiz lo sabía. Era una excusa más. Llevaban un tiempo donde sus charlas siempre se mecían bajo el vaivén lejano y submarino del mar. Como un recuerdo distante que no consigues o no quieres mencionar pero que siempre está presente. Todo empezó en la clase de geografía, cuando Don Salustiano les enseñó la cantidad de océanos, mares y lagos que había en el mundo y, sobretodo, cuando les explicó que dos terceras partes de la tierra eran mares y océanos; con olas, peces y todo eso. La cantidad más grande de agua que Pluma y Lápiz vieran jamás fue aquella vez que llovió tanto que se formó un gran embalse en uno de los trigales de detrás del pueblo. A parte de eso, en los demás veranos se debían conformar con la alberca de Don Antonio.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><br /></span></div>
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<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">Pero el mar siempre está aunque no se vea. Se siente su brisa y su salitre aunque no sepas lo que es una playa o un simple barco. Y más ellos que, irónicamente, tenían el mar a media jornada en la destartalada furgoneta de sus padres. Pero ya ven, con todo y más, jamás subieron a esa furgoneta ni a ninguna otra para darse un paseo por una playa. Y si preguntan el por qué, ya preguntan mucho y empezamos mal la cosa, pues preguntas parecidas se hacen ustedes cada noche pero no se atreven a contestar y quieren escuchar de otro la respuesta que demasiado bien conocen.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><br /></span></div>
</div>
<div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">–</span><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">Lo que pasa es que tú eres un marisabidillo –reprochó Lápiz–, con eso de que lees... crees que lo sabes todo. Pero que en los libros no digan nada sobre árboles en el mar no significa que no exista –concluyó Lápiz.</span></div>
</div>
<div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">–</span><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">¡Pero serás cazurro! ¡Que no existen! Don Salustiano dice...</span></div>
</div>
<div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">–</span><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">Don Salustiano dice lo que aprende en los libros.</span></div>
</div>
<div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">–</span><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">¡Te apuesto lo que quieras a que no hay árboles en el mar! ¡Lo que quieras! –se envalentonó Pluma</span></div>
</div>
<div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">–</span><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">¡Vale! ¡Tu bicicleta! – es que el pobre no tenía.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><br /></span></div>
</div>
<div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">Y, así, aquello que empezó con una simple pregunta acabó con un reto en toda regla. No se trataba de una apuesta, de una bici en juego, ni de si realmente existían árboles en el mar; no, nada de eso. Todo eso era la excusa, el detonante, la chispa que necesitaban para aventurarse en la más arriesgada de las aventuras de sus vidas. Si son necios de tener en cuenta sus cortas edades, pensarán: “<i>pues no es para tanto, yo de niño ya había...</i>” Pero para esos chavales aquella aventura era lo más grande que jamás hicieron. Así que dejen al soso tiempo con sus vacíos años y quédense con los corazones y las ilusiones que en ellos habitaba, sea cual sea la edad o el tiempo.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><br /></span></div>
</div>
<div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">Tenían que preparar muchas cosas y tan sólo disponían de un día. Se irían el sábado muy temprano, con el primer albor. Y lo que debían preparar era un trayecto a seguir y unos bocadillos para zampar. Los mismos necios de antes seguirán en su empeño de menospreciar tales magnitudes, y ya me están enfadando, así que si siguen ustedes así preferiría que dejaran de leer esta historia tan pequeña y vulgar, porque no van a entender nada de esto. Un bocadillo puede ser un mundo para un niño, no por ser niño, sino por lo que el bocadillo significa en sí; esto es: <i>los víveres de una aventura</i>. Y si un bocadillo es un mundo, un trayecto es un universo plagado de luminosos peligros al acecho.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><br /></span></div>
</div>
<div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">Cuando esa tarde se fueron a sus respectivas casas a cenar, los dos pensaban y recordaban paso a paso esa conversación tan deseada y esperada que les llevaría por fin al mar. Las palabras son guías o luceros que nos conducen de una forma u otra a alcanzar o vivir aquello que soñamos. No sólo hablo de los libros, hablo de las palabras. Imagínense ustedes que tal es así que aunque exista el amor entre dos, si no se dicen dos pequeñas palabras nunca se alcanzará la nube o el cielo deseado, perdiéndose el amor en las brumas de la duda. Y tanta es la importancia de las palabras que ellas mismas ya se encargan a sus veces de trepar por la garganta y saltar al vacío del silencio ante la necesidad de romperlo en forma de susurro, lloros o gritos.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><br /></span></div>
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<div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">El silencio tiene sus momentos y las palabras el suyo, pero tan hermanos y amigos son que incluso hay palabras que no rompen el silencio, es más, hay palabras que sin el silencio nada significan y por el contrario, también existen mil silencios que dan significado a mil palabras.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><br /></span></div>
</div>
<div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">Pero no poeticemos ni filosofemos ni enredemos, pues las palabras y el silencio no necesitan de mi mediocridad para su belleza.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><br /></span></div>
</div>
<div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">Durante la cena, Pluma, más taciturno e introvertido comía a cucharadas lentas el estofado de carne y mientras masticaba, pensaba: “<i>¿De verdad nos vamos al mar? ¿De verdad?</i>”.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><br /></span></div>
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<div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">Y Lápiz, más abierto y dicharachero, con rápidos cortes al filete y pinchando eufórico con el tenedor, comía ávido no de hambre, sino de sueños por realizar, mientras con una sonrisa pensaba: “<i>¡Nos vamos al mar! ¡Nos vamos!</i>”</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><br /></span></div>
</div>
<div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">Se fueron a sus camas ante la extraña mirada de sus padres, pues no es lógico ni habitual en un niño irse a dormir sin ser ordenado. Pero Pluma y Lápiz quizás creyeron que cuanto antes se fueran a la cama, antes les llegaría la mañana; cosa que por otro lado es cierta, pues el sueño tiene la, no sé si buena, virtud de hacer más corta a la noche.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><br /></span></div>
</div>
<div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><span class="Apple-tab-span" style="white-space: pre;"> </span>Pero cuando se acostaron, se taparon con la sábana dejando sólo la nariz y los ojos libres al frescor primaveral que siempre anuncia la llegada del verano, con la Luna nacieron también otros pensamientos. A Pluma la pálida luz reflejada en sus mejillas le trajo algunas dudas: “<i>Seguro que al final mañana pasa algo y no podemos ir...</i>” o también el famoso “<i>¿Y si nos pillan...?</i>”, total, trabas que la conciencia y responsabilidad, no debidas en un crío, le perturbaban o le servían de excusa...</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><br /></span></div>
</div>
<div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">Y a Lápiz, los dulces fulgores le trajeron planes: “<i>Me levanto temprano y recupero el arco. Por la tarde cojo un chorizo de la despensa...</i>” Mil proyectos que levantan vuelos ilusorios y fugaces en la imaginación aún fértil de un niño.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><br /></span></div>
</div>
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<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">En fin, bien es cierto que los niños son como las estrellas; parecen todas iguales desde lejos, pero les arden por dentro diferentes pensamientos.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><br /></span></div>
</div>
<div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">Así fue como con el primer albor de la mañana, la ilusión, cabalgando sobre una fresca brisa, acarició la mejilla de Lápiz y susurrándole al oído “<i>¡Hay muchas cosas que preparar!</i>” le despertó. Y Lápiz, no bien abiertos los ojos, de un salto se enfundó en sus pantalones y lanzándose por la barandilla de la maltrecha escalera aterrizó sobre la cocina y con los brazos abiertos dijo:</span></div>
</div>
<div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">–</span><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">¡Buenos días! –y su madre, que en camisón y somnolienta aún se deslizaba perezosa preparando el café, le miró y levantando una ceja correspondió no sin sospecha</span></div>
</div>
<div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">–</span><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">Buenos días, hijo...</span></div>
</div>
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<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><br /></span></div>
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<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">Fue, no sé si buena, no sé si mala, la inquietud quien, enredada en la cortina, dudaba con suave balanceo en dejar pasar al sol, y en su temblor, provocaba destellos fugitivos que agolpándose en los párpados de Pluma, llamaba con irregulares golpes de luz a esa puerta tan grata a la imaginación infantil. Pluma despegó los párpados y viéndose ya libre del sueño, se frotó los ojos mientras en su cabeza se iban formando lentamente una frase. Finalmente, Pluma, con lentitud se incorporó y sentándose al borde de la cama a la espera de que llegaran desde no sé dónde las fuerzas, alzó los ojos y esa frase bajó a su garganta.</span></div>
</div>
<div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">–</span><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">Mañana nos vamos al mar...</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><br /></span></div>
</div>
<div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">Es muy posible que Pluma no creyera del todo en la realidad de tal frase, pero bien buena era esa frase para anidar en ella ese pequeño o, a veces, grande estímulo para salir de la cama y enfrentarse con el día. Pues eso es lo bello de la ilusión, que sea pequeña, mediana o grande, siempre nos sirve para afrontar el transcurso monótono de los días. Lo malo y desgraciado es no tener ni una minúscula ilusión para levantarse. Si alguna vez les falta esa ilusión que les sirve de estímulo, por favor, invéntense un viaje al mar, que no es bueno pasarse el día en la cama...</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><br /></span></div>
</div>
<div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">Pluma se puso en pie y abriendo de par en par la dubitativa cortina, dejó que el frescor matinal desentumeciera los músculos que el mismo ya se encargaba de estirar. Luego, algo más resuelto pero con calma, se vistió y atravesando el pasillo llegó a la cocina donde nadie había y nadie habría hasta la tarde, pues su madre trabajaba de volqueta en la mina y se iba de madrugada. Su padre tardaría mucho más, pues todavía no es conocido el camino que baja del cielo o la gruta que lleva hasta las entrañas de la montaña, pues es allí donde un día quedó y no regresó.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><br /></span></div>
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<div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">Mientras Pluma bebía su vaso de leche y masticaba tranquilo unas galletas, escuchó el correteo de alguien bajando la calle. Bien sabía él quien era y la razón de su temprana llegada, pero tal somos que preguntamos y nos sorprendemos sin motivos, así que en cuanto Lápiz abriendo de golpe la puerta gritó:</span></div>
</div>
<div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">–</span><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">¡Buenos días, marinero! –Pluma no pudo por más que decir</span></div>
</div>
<div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">–¿Tan pronto llegas hoy?</span></div>
</div>
<div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">–¡Claro! Hay cosas que hablar, ¡vamos! –y Pluma, apurando el vaso de leche, le siguió.</span></div>
</div>
<div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">Era viernes, verano, un día claro, tenían que planear muchas cosas y esperaban cumplir un sueño, pero nada de esto les eximía de faltar al último día de escuela. De camino hablaron de sus planes.</span></div>
</div>
<div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">–</span><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">¿Qué has pensado para los víveres? –pues así son los niños, deseosos de usar palabras impropias y poco lógicas para sus edades cando por alguna causa o razón ven la ocasión propicia para demostrar su reciente adquisición lingüística.</span></div>
</div>
<div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">–</span><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">He pensado que podría coger un chorizo del almacén, mi madre no se enterará –contestó Lápiz.</span></div>
</div>
<div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">–</span><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">Sí, yo he pensado en birlar un queso que hace siglos que espera en la despensa... y quizás una hogaza de pan –contribuyó Pluma.</span></div>
</div>
<div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">–</span><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">Deberíamos hacernos con unas cantimploras y un poco de vino...</span></div>
</div>
<div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">–</span><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">¿Vino? –interrumpió Pluma</span><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">–</span><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"> ¿Para qué quieres tu vino?</span></div>
</div>
<div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">–</span><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">Pues no sé... ¡Nunca nos dejan probarlo y debe estar muy rico cuando así se ríen cuando lo toman! –se defendió Lápiz.</span></div>
</div>
<div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">–</span><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">Vino... serás tonto…</span></div>
</div>
<div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><span class="Apple-tab-span" style="white-space: pre;"><br /></span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><span class="Apple-tab-span" style="white-space: pre;"><br /></span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><span class="Apple-tab-span" style="white-space: pre;"> </span>Don Salustiano, ese profesor que lo sabía todo para Pluma y no sabía nada para Lápiz, llamó repetidas veces la atención de los chavales, y como suele pasar, siendo una de las mayores injusticias de la adolescencia, fue Pluma que, el pobre, atento y solícito, pero pillado en los momentos inadecuados, como recibiendo misivas en forma de “<i>¿Y fruta?</i>” o “<i>¡hay que buscar unos bastones!</i>”, era alcanzado justo por las miradas del profesor y sus certeros tizazos en los momentos en que regañaba a Lápiz para que le dejara en paz.</span></div>
</div>
<div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><span class="Apple-tab-span" style="white-space: pre;"> </span>En el recreo, primero con un puñetazo en el hombro, luego con un insulto y, por último, suplicando, Pluma consiguió que Lápiz se comportara durante las dos últimas horas de clase. Pero en ese tiempo fue a Pluma a quien le asaltó una pregunta y no pudo contenerse. Escribiendo en un papelillo “¿tienes una brújula?”, a la hora de lanzárselo a Lápiz recibió un reglazo en toda regla...</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><br /></span></div>
</div>
<div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">–</span><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">¡Ya está bien, señor mío! –y lo justo hubiera sido que Don Salustiano pillara a Lápiz en la recepción, pues, aunque paradójico, hay injusticias que se hacen justas con otra injusticia; pero no, como bien sabemos todos hay personas que nacen con flores en sitios insospechados o, dicho de otro modo, con suerte. Y ese era Lápiz, que en ese momento se desternillaba de risa. Don Salustiano, cogiendo a Pluma por la oreja le recordó su lema: </span></div>
</div>
<div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">–</span><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">Quien atiende, entiende. Quien entiende, aprende. Y quien aprende, sabe – y diciendo esta especie de trabalenguas le llevó a la puerta de clase. Luego, tras dejar a Pluma y a lo que quedaba de su oreja fuera del aula, le dijo – ¡y usted no quiere saber nada! –cerrando de golpe la puerta.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><br /></span></div>
</div>
<div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><span class="Apple-tab-span" style="white-space: pre;"> </span>Pluma se pasó la media hora restante de escuela sentado en el suelo y pensando en cómo conseguir una brújula.</span></div>
</div>
<div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><span class="Apple-tab-span" style="white-space: pre;"> </span>Cuando sonó la campana de final de clase, Pluma esperó, pues sabía que le tocaba sermón. Al salir Lápiz le tiró una patada que hábilmente esquivó mientras decía:</span></div>
</div>
<div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">–</span><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">¡Te espero fuera!</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><br /></span></div>
</div>
<div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">Y luego vino Don Salustiano.</span></div>
</div>
<div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">–</span><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">Hijo, me ha decepcionado. Siempre se ha comportado adecuadamente y se lo he tenido en cuenta a la hora de examinarle. Sí, porque sus notas han bajado mucho desde... –y sin querer llegar a esas palabras, llegó. Pero como ya dijimos, sustituyó con un significativo silencio la frase “<i>desde la muerte de tu padre</i>”. Y Pluma escuchó esas palabras en su mente aún sin ser pronunciadas. Le rabiaban tales maneras. Su padre había muerto por muchos silencios o evasivas. No se elude al recuerdo con la sutileza de un silencio o con un educado vacío; es más, se reviven tales recuerdos con una fuerza renovada cuando queriendo desviar las palabras o la mirada, tropieza de bruces con la embarazosa torpeza de uno y el escondido dolor de otro. Si don Salustiano hubiera dicho de forma sencilla y natural esas palabras tabú, Pluma no habría reaccionado como lo hizo.</span></div>
</div>
<div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">–</span><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">...Desde que murió mi padre –dijo mirando con reproche al maestro.</span></div>
</div>
<div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">–</span><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">No quería decir eso, hijo...</span></div>
</div>
<div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">–</span><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">Sí quería. No mienta. Todos los mayores hacen lo mismo, en cuanto hago algo mal dicen la misma frasecita. No tienen ni idea. Hace ya un año de la muerte de mi padre y parece que sean ustedes quienes no me dejan superarlo. Dejen a mi padre en paz y si tienen que regañarme, háganlo, ¡pero dejen a mi padre en paz!</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">–</span><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">No consiento que me hable así, jovencito. Tus modos y el comportamiento de hoy merecen un castigo. Me traerá usted a primera hora de mañana, sin falta.... –y a Pluma se le cayó el alma a los pies ante la irrefutable frase “<i>mañana, sin falta...</i>” que se le entrelazó con la previamente almacenada “<i>¡Ya sabía yo que algo pasaría!</i>" –una redacción –continuó Don Salustiano –sobre el mar–. En ese momento el rostro de Pluma se transformó ante la idea de que ...</span></div>
</div>
<div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">–</span><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">¿El mar? –preguntó Pluma enrojeciendo ante la traviesa casualidad que le hizo temer sobre el secretismo de sus planes.</span></div>
</div>
<div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">–</span><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">Sí, el mar –respondió firme don Salustiano.</span></div>
</div>
<div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">–</span><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">¿Y por qué el mar? –se atrevió a preguntar pluma.</span></div>
</div>
<div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">–</span><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">Porque lo digo yo –sentenció don Salustiano como suelen hacer los mayores ante la impotente ignorancia de los niños. Pero lo que no imaginaba Pluma fue que “el Salus”, pues así le llamaban, eligió el mar porque sabía del interés de él sobre esas azules magnitudes, y bueno como lo era en el fondo, el Salus quiso, sabiamente, hacer cumplir un castigo pero de una forma educativa.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><br /></span></div>
</div>
<div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">–</span><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">¡Se ha ido todo a la porra! –le increpó a Lápiz en cuanto le vio.</span></div>
</div>
<div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">–</span><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">¿Por qué? –preguntó alarmado este.</span></div>
</div>
<div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">–</span><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">Porque me ha castigado a llevarle el sábado a las ocho una redacción...</span></div>
</div>
<div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">–</span><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">¡No fastidies!</span></div>
</div>
<div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">–</span><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">Y creo que se huele algo...</span></div>
</div>
<div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">–</span><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">No seas tonto, ¡qué va ese a oler nada!</span></div>
</div>
<div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">–</span><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">Pues mira tú que casualidad que la redacción es sobre el mar...</span></div>
</div>
<div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">–</span><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">Mmm, vaya... –se quedó pensativo Lápiz. Se fueron caminando silenciosos y cada uno buscando soluciones y posibles aplazamientos...</span></div>
</div>
<div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">–</span><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">Espera un momento... –se frenó Lápiz.</span></div>
</div>
<div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">–</span><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">¿Qué pasa?</span></div>
</div>
<div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">–</span><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">¿Qué te dijo exactamente del castigo?</span></div>
</div>
<div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">–</span><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">Pues que le tendría que llevar mañana a las ocho una redacción sobre el mar, ya te lo he dicho...</span></div>
</div>
<div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">–</span><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">¿No te dijo nada más? ¿Sobre si tenías que quedarte o algo?</span></div>
</div>
<div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">–</span><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">Pues... no, la verdad, nada más –lo pensó Pluma.</span></div>
</div>
<div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">–</span><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">¡Pues ya está! Mañana antes de irnos le dejas por debajo de la puerta de la escuela la redacción y chim pun!</span></div>
</div>
<div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">–</span><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">Pero... – quedó pensativo Pluma. Y a punto estuvo de decir: “<i>Y si lo dejamos para el próximo fin de semana...</i>”, pero se calló, sabía que no había aplazamiento posible. Quería ver el mar y éste era el momento. Cualquier otro día el mar podría evaporarse, eso era muy cierto–. Está bien. Eso haremos –le confirmó cuando llegaron a su solitaria casa.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><br /></span></div>
</div>
<div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">Entraron los dos y merendaron sendos tazones de leche con barcos de bizcochos, bromas no faltaron. Ilusiones sobraron. Planearon todo: ultimaron el complejo asunto de los víveres, como les gustaba decir. Descartaron viandas y añadieron necesidades. Pensaron igualmente en el equipaje, mínimo, compacto, imprescindible; esas fueron sus reglas. Esto es, una muda, una manta y poco más. Resolvieron con imaginativa solvencia el escabroso asunto de los cayados (cogerían dos palos, de esos largos que usaba don Justo para sus pajareras) y no atinaron a solucionar el peligroso tema de la brújula. No había brújula por ningún lado. ¿Era necesario? “<i>Psss</i>” fue la respuesta de Lápiz, un “<i>no sé, no sé...</i>” fue la de Pluma.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><br /></span></div>
</div>
<div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">Se emplazaron en casa de Pluma de madrugada, debían pasar mínimo cinco minutos de las cinco de la madrugada antes de la llegada de Lápiz, había que dar tiempo a que la madre de Pluma marchara a la mina.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><br /></span></div>
</div>
<div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">Sería relativamente sencillo describir lo que ambos chavales vivieron, sintieron y encontraron durante esas horas previas a la gran aventura, a esa mágica escapada, a esa dulce evasión..., pero no lo haré. Me gustaría que fueran ustedes quien lo imaginaran, que se olvidaran durante unos segundos esas arrugas tan feas que ya tienen, esas canas que ya empiezan a asomar, y esa absoluta falta de niñez, inmadurez que les perjudica tanto a la hora de ilusionarse por las cosas sencillas. Olviden todos esos defectos propios de la edad y retrocedan, más aún, y retomen esos corazones que tenían siendo niños, cuando el simple hecho de ir a la plaza con su padre era la ilusión de la semana, o cuando acompañaban a sus padres a la ciudad de compras y la felicidad la arrastraban durante un mes, o cuando fueron por primera vez de pesca o caza con su padre y aún hoy no olvidan. En fin, intenten recordar esos días de los que tan sólo les quedan pequeños matices y colores que de vez en cuando les hacen sonreír cuando charlan con sus amigos y nunca les llegan cuando andan tristes y solitarios. Ese es el corazón que debe reinar y es al que llamo ahora para que les ayude a comprender a nuestros protagonistas. Y para aquellos que ya les es imposible regresar a los años verdes, yo les echaré una mano: Imagínense con quince años, con una vida que no escapa de un pequeño pueblo de montaña y su transcurso va de la escuela a la plaza y de la plaza a su cama. Y es en la cama donde únicamente, con ojos cerrados o abiertos, soñando despierto o soñando dormido cuando consiguen viajar a lejanos lugares: a calurosos desiertos, a los altos montes nevados, a azules mares con olas, espumas, peces, barcos y, quién sabe... ¿árboles?</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><br /></span></div>
</div>
<div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">Y ahora imagínense que despiertan y que el azar, la vida, un dios, un ángel o un amigo te reta a cumplir un sueño al que marcharas siendo niño y del que regresaras siendo un adulto, con más o menos años, con más o menos experiencia, pero dos pequeños hombres que volverán pletóricos con el mar iluminando sus ojos y su corazón henchido sabiéndose privilegiados por haber cumplido un sueño.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">Y si no han logrado ver tal visión, quizás es que nacieron ya con esas feas arrugas.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><br /></span></div>
</div>
<div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">No diremos que durmieron porque, como comprenderán, las emociones que se suponen a lo arriba descrito impidieron a los chicos pegar ojo. Lápiz, después de situar adecuadamente en su mente todos los planos, comidas, bebidas, palos, arcos y demás, viendo que no se dormía se auto-indujo el sueño con todo tipo de trucos: contando ovejas, rezando, pensando en cosas agradables... pero perdiendo la paciencia término repitiendo un “¡Duérmete! ¡Duérmete!” tan arisco que no entiendo como el sueño se atrevió a desobedecer. Pero claro, al final siempre hay un último “<i>¡Duérmete jolín!</i>” que te hace caso justo cinco minutos antes de sonar el despertador.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><br /></span></div>
</div>
<div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">Pluma, tras realizar más o menos los mismos preparativos y planificar más o menos las mismas cosas, intentó la llamada del sueño con un método que le solía resultar infalible. Abriendo el libro de matemáticas comenzó a leer la introducción, esa introducción que tienen todos los libros de matemáticas y que nadie se lee o nadie termina de leer, como era el caso de Pluma, que unas cien veces lo había intentado, pero siempre se dormía en esa frase que dice: “<i>Así pues, en nuestro estudio básico y fundamental de las matemáticas como subconjunto o subgénero de la lógica aplicada, resultara apropiado que se enfa...zzzz</i>” Pero claro, para todo hay una primera vez, y esa fue la primera vez que Pluma se leyó enterito el prólogo. En una mezcla de perplejidad y asombro nuestro buscador de sueños no cejó en su empeño y creyendo aún en las propiedades somnolientas de las matemáticas comenzó a leer el primer capítulo. Cuando una pequeña variable de una sencilla ecuación traía como exponente al sueño, saltó como resultado de un despeje una brújula: “<i>¡Brújula! ¡Qué haremos sin brújula!</i>” y así, una y otra vez, en forma de suma, de equis o incógnita, el sueño tuvo a bien a aparecer, pero fue la brújula la que siempre terminaba apareciendo en el resultado. Pluma consiguió dos cosas esa noche, dormirse y aprender a resolver ecuaciones de una variable.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">(Continuará....)</span></div>
</div>
</div>
<div>
<br /></div></div>f.j. Rohshttp://www.blogger.com/profile/16241962094795405690noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7096795168122944581.post-70876466389524753572014-08-29T20:00:00.002+02:002014-08-29T20:00:45.015+02:00Estéril Historia de Silencio<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><span style="line-height: 115%;">Aquí estamos. Tú y yo otra vez. Frente a frente. Parpadeas y
siento tu impaciencia. Tu tez blanca, fría, me reta a retomar lo que dejamos en
aquella madrugada de verano. Mis dedos acariciándote, susurrando palabras en el
silencio que sólo rompía el ventilador. Y aun así… sudando. Ahora tengo miedo.
Tengo miedo a no saber repetir nuestra historia del loft vacío donde rompí la
botella de </span><span style="line-height: 18.399999618530273px;">whisky</span><span style="line-height: 115%;">, donde me clavé tu recuerdo. O cuando jugábamos con nuestras sombras. O los besos que soñábamos en el tren que no cogimos. Nuestras cartas…</span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="line-height: 115%;"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="line-height: 115%;"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">Maldita sea, te echaba de menos, y ahora me siento un
adolescente que no sabe qué decirte, que no sabe si atropellarse o besarte o
hablarte… Y tú no me ayudas. Sigues muda, siempre muda. Ni luna, ni sirenas ni
mujeres etéreas. No, no existen las musas, joder, no es más que otra excusa
para los que no tienen uñas con las que rasgarse las entrañas, porque al fin y
al cabo, a eso se reduce todo, a tener el valor de arrancarse la costra que nos
hace mediocres. A desnudarse frente a ti y temblar de miedo, de vergüenza, de
nervios. A querer ser un adolescente inexperto que pretende hacerle el amor a
una diosa. ¡Osado! Y si no hay caricias, hay floretes, estocadas y sangre. Lo
que sea que te arrebate aquellos sentimientos que son míos y que tú, fría e
insensible, retienes y me ocultas en cada parpadeo. <o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="line-height: 115%;"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="line-height: 115%;"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">Te acaricio y apenas reaccionas. Puede que ya no me
recuerdes, pero yo no te olvidé. Soy incapaz de olvidar tu piel. Incapaz de quitarme
de la cabeza tus susurros de placer cuando te dejas hacer; o lo que siento yo
cuando, tras mil palabras, te rindes y acomodas entre la sangre que camina
entre mis dedos y mi corazón. <o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="line-height: 115%;"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="line-height: 115%;"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">Pero hoy me reprochas mi abandono y yo agacho la cabeza
porque nada tengo que decir. Nada por ahora, hasta que recuerdo que así empezó
todo este largo silencio, en una noche cualquiera donde mi pereza venció a mi
convicción. Donde el sudor me atemorizó. Cuando bebí de la botella en vez de
estrellarla contra la pared. Cuando decidí, sin darme cuenta, que mejor ser un
mediocre que duerme por las noches que un muerto de sueño que alcanza su victoria
cada madrugada. Sí, maldita sea, toda esta estéril historia de silencio comenzó
en el momento en que confundí un verbo: Ser por Estar. Porque no te engañes,
blanca dama, elige caricias o florete, pero ten claro una cosa: no <i>ESTOY </i>escribiendo, yo SOY Escritor. El
que escribe se rinde. El Escritor… ni puede ni quiere. Y por eso mis dedos ya
vuelan sobre tu piel, porque alcancé las palabras que te hacen doblegarte y
gemir de placer, porque puede que no decida mi destino, pero sí decido el tuyo.
Y ahora que ya lo entiendes, insúflame aquél aliento imperecedero y no me dejes
abandonarte ni una noche más. Libérame del parpadeo aburrido y te contaré cosas
que nadie te contará jamás.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="line-height: 115%;"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="line-height: 115%;"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">Sí, querida amiga, toda estéril historia de silencio acaba en
el momento en que cada uno se reconoce y se confiesa: Aquí yo, un escritor.
Allí tú, mi página en blanco. <o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="line-height: 115%;"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><br /></span></span></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="line-height: 115%;"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">Y así debe ser, por lo menos, cada madrugada. </span><span style="font-size: small;"><o:p></o:p></span></span></div>
f.j. Rohshttp://www.blogger.com/profile/16241962094795405690noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-7096795168122944581.post-72613306840723138962014-06-17T20:44:00.000+02:002014-06-17T21:05:58.204+02:00Podemos o no Podemos... ¿Es esa la cuestión?<div class="MsoNormal" style="font-size: 16px; text-align: justify;">
<span class="apple-converted-space"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif; line-height: 115%;">Parafraseando...</span></span><br />
<span class="apple-converted-space"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif; line-height: 115%;"><br /></span></span>
<span class="apple-converted-space"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif; line-height: 115%;"><i>Podemos o no Podemos, esa es la cuestión. ¿Cuál es más digna
acción del político, señalar con penetrante dedo las mentiras de otros, o
enfrentarse con ejemplos a este torrente de calamidades, y darlas fin cuando
llegue el momento? Prometer es ilusionar. ¿No más? ¿Y por un sueño, diremos,
las mentiras se acabaron y la corrupción sin control tan propia de nuestra
naturaleza?...<o:p></o:p></i></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="font-size: 16px; text-align: justify;">
<span class="apple-converted-space"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif; line-height: 115%;"><i><br /></i></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="font-size: 16px; text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif; line-height: 115%;"><i>Este es un término que
deberíamos sopesar con calma. Prometer es Ilusionar... y tal vez ¿cumplir? Sí,
y éste es el gran obstáculo, por que pensar a la ligera que las promesas se
podrán cumplir en el silencio de un gobierno, cuando hayamos depositado nuestro
emocionado voto en este democrático despojo, es el primer paso para
considerarnos engañados. Esta, por desgracia, es la consideración a la que
llegamos tras 35 años de… ¿democracia?</i><span style="font-size: 10.5pt;"><o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 10.5pt; line-height: 115%;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span style="line-height: 115%;">Podemos o no podemos. Eso
es lo que me pregunto. Ellos, <i>los unos y los otros</i>, no pudieron, y más que eso,
"pudientes" se volvieron gracias a nuestra impertinente levedad. Mi
voto, mi ilusión y mi futuro reniegan de gaviotas y de rosas, de derechas y de
izquierdas… ¿no hay más? Triste sociedad donde sólo hay cabida para dos ideas,
dos ilusiones, dos proyectos. Pero me pregunto… ¿Cómo llegamos a ésto? Y con un
escalofrío llego a la respuesta: Con Promesas. Con promesas incumplidas. Pues
es más gratuito lanzar promesas que comer pipas los lunes al sol. Por eso,
cuando me encuentro a un Pablo Iglesias y su Podemos, lo siento, pero recelo,
porque me da miedo confiarle mi voto, mi ilusión, mi futuro y el de mis hijos y
cuando llegue el momento, si es que llega, pensar mientras como pipas: <i>¿Tú
también, Pablo?</i><o:p></o:p></span> </span><br />
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span style="line-height: 115%;"><br /></span></span>
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span style="line-height: 115%;">Y si le miro, acepto su empatía.
Yo no tengo un traje de 1.000 euros y él, no sé si lo tiene, pero al menos no
se lo pone para hablarme de recortes. Si le escucho, asiento en su mensaje, un
mensaje que, perdonad mi recelo, coincide tan milimétricamente con mis ideas
que me da miedo. ¿Quizás es eso? No puedo evitar imaginar en mi mente paranoica
(a la fuerza la hicieron así <i>los unos y los otros</i>) a un gabinete de prensa y
otro de marketing haciendo una lista con todas aquellas cosas que nos han
tocado los cojones durante los últimas legislaturas. ¿Es acaso Podemos y Pablo
un producto? No lo sé, pero me encantaría pensar que no lo es. Lo que sí tengo
claro es que "<i>los unos y los otros</i>" sí que lo son, o más bien, lo
fueron. <o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="line-height: 115%;"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif; line-height: 115%;">Entre Hamlet y su
calavera, yo me pregunto si es posible… ¿Son sus promesas fruto de un estudio
profundo de nuestros sueños y frustraciones, o son fruto de un estudio basado
en una realidad viable y futura? A mi hija le he prometido una casa en un gran
árbol en el centro de un gran jardín de una futura "mejor casa" porque
vio una foto y sus ojos brillaron. No pude evitarlo. Se lo prometí, pero en mi
estudio nocturno de las cuentas en rojo, sé que ese sueño por ahora no es
viable. Mañana tengo pensado revelarle tal realidad. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif; line-height: 115%;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif; line-height: 115%;">Cuando Pablo, cuando
Podemos prometen lo que prometen, por ejemplo, el <b>derecho de una renta básica
de 650€</b>… ¿Es porque nosotros vimos una foto y nuestros ojos brillaron o porque
se ha estudiado la viabilidad real de tal propuesta? Cito del programa de
Podemos: "<i>Financiación a través de una reforma progresiva del IRPF y de la
lucha contra el fraude fiscal</i>" Y tres conceptos me preocupan:
"Progresiva", "lucha contra el fraude" y, sobre todo, que
algo parecido escuché a uno de izquierdas que se volvió de derechas y terminó
con un tremendo "<i>dilema</i>" Y
ahí está, recibiendo una pensión vitalicia de mi bolsillo y con esa joyita de
su programa aún en el tintero.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif; line-height: 115%;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span style="line-height: 115%;">Y no seguiré con las
promesas incumplidas de éste expresidente (</span><a href="http://www.expansion.com/2011/11/17/economia/1321564317.html"><span style="line-height: 115%;"><span style="color: blue;">a mano de cualquiera que busque un poco</span></span></a><span style="line-height: 115%;">) ni de las que se pasa por <i>ahí</i> el de ahora (</span><a href="https://es.noticias.yahoo.com/blogs/episodios-nacionales/rajoy-12-meses-12-promesas-incumplidas-120814738.html"><span style="line-height: 115%;"><span style="color: blue;">también muy a mano</span></span></a><span style="line-height: 115%;">), lo que me preocupa es que tanto el uno como el otro usaron sus
promesas como cebo electoral, señalando con el dedo las mentiras del otro y
diciendo, con voz orgullosa y segura, con corbata de color estudiada y lenguaje
corporal aleccionado: <i>Yo sí que lo cumpliré</i>. Y todos, como rebañitos
amaestrados, con ojos brillantes por la foto que vimos, confiamos en que lo
iban a cumplir. Prometer es ilusionar, pero de forma tajante, por ley, bajo
pena de despido por incumplimiento de contrato, deberían las promesas también
ser "Cumplidas en un tiempo determinado", como se le exige a
cualquier trabajador.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif; line-height: 115%;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif; line-height: 115%;">De aquellos barros, mis
dudas y recelos. Pablo promete, Podemos ilusiona. Y si no fuera por la triste
historia política, hasta yo confiaría en que cumplirían sus promesas. Pero me
temo que ya es tarde. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif; line-height: 115%;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif; line-height: 115%;">Quizás me decida a
ilusionarme, o al menos, a implicarme con un político, cuando exista uno que me
firme por contrato que cumple su programa hasta un aceptable porcentaje o
abandona o, como mínimo, adelante elecciones. Tan dulce sabor tienen las promesas
como amargor su incumplimiento, os lo digo con experiencia, ya he visto la
tristeza en los ojos de mi hija cuando le dije que los reyes y príncipes que
salen en el telediario no me gustan nada porque nada se parecen a los de los
cuentos.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif; line-height: 115%;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif; line-height: 115%;">Podemos o no Podemos… Al
fin de todo, puede que esa no sea la verdadera cuestión. Podrán o no podrán.
Porque si nos paramos un segundo a pensar… ¿Cuál es la diferencia entre Pablo
Iglesias y los otros? Ellos llegaron a sus tronos con promesas que luego no
cumplieron. ¿Qué garantías tenemos de que esto no sucederá otra vez con los
otros? Mientras no cambiemos, fumiguemos y regulemos a políticos y sus
promesas, aquí cualquiera puede prometer y luego, desde su trono, justificar lo
imposible de cumplir sus promesas, señalando al predecesor, por ejemplo.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif; line-height: 115%;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif; line-height: 115%;">Pero siempre he sido fiel
a la moral de que uno es inocente hasta que se demuestre lo contrario. Si me
dan a elegir, me quedo con Pablo, pero no porque me guste, sino porque la
alternativa es patética, y de vueltas, como decíamos ayer, qué triste que
nuestro voto se decida por descartes y no por libre elección. Sólo hay algo que
por ahora me hace escuchar a Pablo Iglesias cuando habla, y es que los otros
dos perdieron ya mi voto, y Pablo no se lo ha ganado todavía, pero por lo menos
no lo ha perdido.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif; line-height: 115%;"><br /></span></div>
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span>
<br />
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span style="line-height: 115%;">Sólo temo una cosa, que p</span><span style="line-height: 115%;">rometer no es cumplir, y al final me vuelvo a mis raíces y a mi tierra y
recojo de otro sabio aquello que decía "que toda la vida es sueño, y los sueños…"
¿sueños son? </span></span><br />
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span style="line-height: 115%;"><br /></span></span>
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span style="line-height: 115%;"><br /></span></span>
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span style="line-height: 115%;"><br /></span></span></div>
f.j. Rohshttp://www.blogger.com/profile/16241962094795405690noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-7096795168122944581.post-11219943381379076872014-06-03T19:53:00.004+02:002014-06-03T20:22:33.171+02:00Pruebas, evidencias, croquetas y azúcar.<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">Ven, hijo mío, siéntate aquí. Sí, ya sé que sólo tienes 4
años, pero visto cómo anda la plaza y observando tus ingenuas carencias, creo
imprescindible que comience a adiestrarte en el que parece ser necesario arte
del engaño y mentira.</span><span style="font-size: 12pt; line-height: 115%;"> </span><span style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">En la lección de
hoy hablaremos de evidencias y pruebas; ambas deberías evitar, pero sólo unas
te acusarán. Como así acaba de ocurrir.</span><br />
<span style="font-size: 12pt; line-height: 115%;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 12.0pt; line-height: 115%; mso-bidi-font-size: 11.0pt;">Bien, te he puesto para cenar unas croquetas y, sabiendo que
te gusta mucho mojarlas en azúcar, tradición ancestral de la familia, también añadí
un motoncito bajo la inquebrantable regla de no abusar y no usar el dedo
chupado para limpiar el plato de tan dulces granitos. Si acababas con las
croquetas, debías renunciar al azúcar sobrante pues, por un lado, su abuso es
pernicioso para tu salud, y por el otro, las reglas del decoro están por algo y
es muy feo rebañar el plato con el dedo.<o:p></o:p></span><br />
<span style="font-size: 12.0pt; line-height: 115%; mso-bidi-font-size: 11.0pt;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 12.0pt; line-height: 115%; mso-bidi-font-size: 11.0pt;">Mi sorpresa –o más bien no-, ha sido encontrarme el plato
como una patena diez minutos después. Y me refiero a que no sólo no quedaba el
menor rastro de croqueta, tampoco quedaba ni un minúsculo granito de azúcar,
algo físicamente imposible si la herramienta usada hubiera sido el tenedor o
una misma croqueta. Sí, hijo, una croqueta deja rastros de bechamel o de pan
rallado. Este aspecto, la ausencia de rastros, no es delito alguno en sí mismo,
pero sí que "evidencia" uno: Infracción flagrantemente las reglas del
decoro. La pregunta es: Si no has usado una croqueta –algo que se demuestra por
la falta de rastros-, ¿Cómo demonios has conseguido rebañar el azúcar? La única
respuesta posible es una: Lo has hecho de forma ilegal.<o:p></o:p></span><br />
<span style="font-size: 12.0pt; line-height: 115%; mso-bidi-font-size: 11.0pt;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 12.0pt; line-height: 115%; mso-bidi-font-size: 11.0pt;">Cuando un asesino limpia el escenario, la policía científica
no encuentra pruebas, hijo mío, pero esa absoluta falta de pruebas, de rastros "evidencia"
que se ha cometido un crimen. Cuando un político vive por encima de las
posibilidades dadas por su economía pero las investigaciones del fisco
encuentran todo en regla, no hay pruebas de fraude o sobornos, pero su mansión
millonaria es una clara evidencia.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 12.0pt; line-height: 115%; mso-bidi-font-size: 11.0pt;">Y las Evidencias son incómodas, te colocan bajo la lupa de
sesudos investigadores como yo, pero no implican culpabilidad ni demuestran
delito alguno por sí mismas. Podrías librarte de la cárcel o, en este caso, del
castigo de privación de Bob Esponja. Sólo podrás estar tranquilo si tu
concienzudo plan no ha dejado rastro alguno.<o:p></o:p></span><br />
<span style="font-size: 12.0pt; line-height: 115%; mso-bidi-font-size: 11.0pt;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 12.0pt; line-height: 115%; mso-bidi-font-size: 11.0pt;">Pero, hijo, llevo años investigando crímenes de todo tipo,
también de este tan particular. Yo mismo he cometido delitos punibles de
características similares, por eso me he centrado en el estudio detallado de tu
plato. Colocándolo con cierto ángulo respecto a la luz se puede observar la
existencia de cierta sustancia pegajosa que dibujaba una perfecta espiral aurea
recorriendo todo el plato. Esa sustancia pegajosa no puede ser otra cosa que la
combinación de saliva y sacarosa (azúcar disuelta), algo que podría explicarse,
sin necesidad de pruebas de laboratorio, por la utilización de un dedo chupado
o, como ya sospechaba yo, con algo peor. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 12.0pt; line-height: 115%; mso-bidi-font-size: 11.0pt;">Y esto, hijo, ese rastro pegajoso, unido a la sorprendente y
poco natural limpieza del plato, constituyen una prueba, pero… Circunstancial.
Pero en casos como éste, donde existen varias explicaciones a un hecho, o dónde
existe una duda razonable, una prueba circunstancial por sí sola, no son
hábiles en un juicio y, por lo tanto, no se puede condenar en base a ellas. <o:p></o:p></span><br />
<span style="font-size: 12.0pt; line-height: 115%; mso-bidi-font-size: 11.0pt;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 1cm;">
<span style="font-size: 12.0pt; line-height: 115%; mso-bidi-font-size: 11.0pt;">Encontrar el cadáver de un amante en
un callejón muerto de un disparo y hallar en la casa del cornudo un revolver
que coincida, es una prueba circunstancial, increíble pero cierto, tal revolver
no demuestra la culpabilidad. Por eso, en casos similares, el interrogatorio de
sospechosos es imprescindible y esclarecedor. Los nervios, coartadas insostenibles,
motivaciones, etc. provocan en la mayoría de los casos el derrumbe del
culpable. No creas que cualquiera tiene dotes interrogativas, hay que saber
leer el lenguaje corporal y dirigir las preguntas de una forma más imperativa y
no tan condicional. Por eso te he mirado fijamente a los ojos, quería saber
hacia dónde dirigías tu mirada a la hora de la respuesta: Arriba-Izquierda para
acceder a la memoria, hacia la derecha para echar mano de la imaginación,
abajo-derecha si tu intención es sopesar las consecuencias de tu respuesta… Y
por esa razón no te he preguntado de forma abierta: "¿Cómo has podido
dejar el plato tan limpio?" O, lo que sería una pregunta de un mediocre
interrogador "No habrás usado el dedo o algo peor para limpiar el plato, ¿verdad?"
pues ya ofreces una salvación al acusado. No, en el complicado arte de la
interrogación hay que ser tajantes y no dejar vías de escape. Por eso, y ya
sabiendo yo la verdad de todo este complicado asunto, te he mirado a los ojos y
he atacado con la más grave de las acusaciones posibles:<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoListParagraphCxSpFirst" style="margin-left: 0cm; text-align: justify; text-indent: 1cm;">
<!--[if !supportLists]--><span style="font-size: 12.0pt; line-height: 115%; mso-ascii-font-family: Calibri; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-font-size: 11.0pt; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-hansi-font-family: Calibri;">-<span style="font-size: 7pt; line-height: normal;"> </span></span><!--[endif]--><span style="font-size: 12.0pt; line-height: 115%; mso-bidi-font-size: 11.0pt;">Hijo, sé
perfectamente que has chupado el plato con la lengua –pero hay que dejar una
tabla de salvación al acusado, tenderle la mano para su confesión, por eso he
suavizado el tono para animarte con un - ¿verdad?<o:p></o:p></span><br />
<span style="font-size: 12.0pt; line-height: 115%; mso-bidi-font-size: 11.0pt;"><br /></span></div>
<div class="MsoListParagraphCxSpMiddle" style="margin-left: 0cm; text-align: justify; text-indent: 1cm;">
<span style="font-size: 12.0pt; line-height: 115%; mso-bidi-font-size: 11.0pt;">Has reaccionado bien, debo decirlo. Has clavado tus ojos en
los míos y, aunque han brillado por la sorpresa, como pensando "¿Cómo
demonios lo ha adivinado?", te has acogido a la quinta enmienda y has
permanecido callado. Creías haberlo planeado todo, creías no haber dejado
pruebas. Siempre lo creen los criminales. Pero… Hay pruebas irrefutables, hijo,
y tú has dejado una. Sí, hijo, una prueba irrefutable que me demuestra sin
género de dudas, que tras acabar con las croquetas, cogiste el plato con las
dos manos, sin compasión lo llevaste hasta tu cara, sin escrúpulos ninguno
sacaste la lengua y con un deleite perverso rechupeteaste todo el plato describiendo
una perfecta espiral aurea acabando con el más mínimo rastro del azúcar. Sí, no
hace falta confesiones, no hace falta que digas una palabra, no me hacen falta
echar mano de tus antecedentes como cuando encontré fideos en lo alto de tu
cabeza, o tus huellas de chocolate en la pared. Ya lo decían Scaly y Mulder: La
verdad está ahí fuera. Ya nos legó Horatio Cane su "Las pruebas nunca
mienten" Sí, hijo, no me hace falta ningún laboratorio ni artificio para
saber que eres culpable, me basta y sobra con encontrarme con ese residuo
granular de color blanco que cubre por completo tu nariz. <o:p></o:p></span><br />
<span style="font-size: 12.0pt; line-height: 115%; mso-bidi-font-size: 11.0pt;"><br /></span></div>
<div class="MsoListParagraphCxSpMiddle" style="margin-left: 0cm; text-align: justify; text-indent: 1cm;">
<span style="font-size: 12.0pt; line-height: 115%; mso-bidi-font-size: 11.0pt;">Ese residuo de tu pequeña y perversa nariz es azúcar. Ese azúcar
sólo pudo llegar ahí si tu nariz tocó el plato. Que tu nariz tocara el plato,
unido a la perfecta espiral aurea de saliva, demuestran que tu insaciable
lengua fue el arma del crimen y, esto, hijo, constituyen lo que se denomina una
"prueba irrefutable". <o:p></o:p></span></div>
<br />
<div class="MsoListParagraphCxSpLast" style="margin-left: 0cm; text-align: justify; text-indent: 1cm;">
<span style="font-size: 12.0pt; line-height: 115%; mso-bidi-font-size: 11.0pt;">A partir de ahora, recuerda hijo, que debes evitar dejar
pruebas, pero también cuídate mucho de las evidencias. Y sobre todo, querido
hijo, debes saber que el mayor enemigo del criminal no es la policía o los
detectives tan agudos como yo, sino la propia naturaleza humana y sus
avaricias, ansias y vanidades. Si hubieras dejado algo de azúcar… Pero no, no
pudiste controlarte, por eso estamos aquí y por eso, en este mismo instante y
con gran deleite por mi parte, te condeno: Apaga la tele y termínate el yogur…
con la cuchara, desde luego. <o:p></o:p></span></div>
f.j. Rohshttp://www.blogger.com/profile/16241962094795405690noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-7096795168122944581.post-37924478816713671162014-04-10T22:07:00.003+02:002014-04-10T22:07:48.622+02:00Voy a intentarlo...<div class="separator" style="clear: both; float: right; margin: 15px; text-align: center;">
<iframe allowfullscreen='allowfullscreen' webkitallowfullscreen='webkitallowfullscreen' mozallowfullscreen='mozallowfullscreen' width='320' height='266' src='https://www.youtube.com/embed/NoGofvVhKTo?feature=player_embedded' frameborder='0'></iframe></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">Voy a intentarlo. <o:p></o:p></span><br />
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">Sí, te voy a "contar" una canción. Es esa que
escuchas una mañana perezosa, un día más, otro que pasa sin que los sueños que
tienes se intuyan siquiera. Esa que el dial de la radio te tararea por sorpresa
cuando vuelves ya cansado... cansado de muchas cosas. Empieza lenta, el compás
rítmico de una baqueta que te hace sonreír y piensas y recuerdas: "qué
buena..." Y tu dedo reniega de tus frustraciones, se une al compás, golpea
el volante y te amplía el dibujo de tus labios. Y entra el bajo, tan serio como
parece, pero tan contagioso que el resto de tus dedos se desentumecen, mandan a
la mierda a tu pereza, a tus quejas y protestas, y siendo mano, bailan con el
volante. La energía parece regresar, esa que dejaste en brazos de tu amor de juventud
y que te hacía hacer tonterías porque, simplemente, era divertido. Y una voz te canta: "era sé una
vez…" Conoces la historia, pero da igual, tu lengua se acerca al paladar
y, sin ser silbido, silba mientras tu sonrisa ya no es de añoranza, empiezas a
estar bien. Comienzas a vislumbrar la luz del día, esa que tienen todos pero
que pocas veces entendemos. Con un limpio punteo, una guitarra se une al
crescendo. El blus deja paso al rock, y el rock riega tu pierna izquierda. Unos
con el talón, otros con los dedos de los pies, de cualquier manera, ya son
manos, lengua y piernas quien mandan a la mierda un día que parecía ser uno
cualquiera. Que bailan alrededor de tus lágrimas frustradas y te retan a
espabilar, a que despiertes, a que te levantes de la cama donde llevas tumbado
años. A que te olvides penas y fracasos. Y te conquistan al llegar al
estribillo. Te rindes, es inevitable. No recuerdas la letra, pero da igual,
maldita sea, ¡tarareas!: "Nana na nana nana…" Batería, bajo, guitarra
y una voz que ya no susurra, te canta, te cuenta, que hay cosas por sentir, que
ya está jodido el mundo para malgastar un solo día, uno de esos que son
"un día más" en estar triste, cansado, frustrado, fracasado, porque
cuando tengas uno de esos otros "días de menos", si has bailado y
cantado lo suficiente, podrás hacerlo también esos días, que es cuando se
necesita de verdad. Y al llegar al segundo estribillo, lo comprendes, y estallas
de forma controlada, algo es algo, y en la intimidad del atasco, te dejas
llevar. No sabes la letra, o no sabes inglés, o ni tan siquiera conoces la
canción, pero te lleva… y te inventas la letra, al fin y al cabo, estás solo,
nadie te escucha. Algo temeroso, miras a
los lados y ves caras grises de personas que viven lo que tú vivías: un día
más… Ocurre. Cantas con fuerza, pronuncias que das pena, tus padres tiraron el
dinero con las clases de inglés, pero… ¡qué más da! ¡Canta, joder! ¿Vergüenza? ¡La vergüenza es esa gilipollez
que te impide hacer cosas que te hacen sentir bien! Tus manos bailan entre el
volante y la palanca de cambio. Tus piernas rockanrolean. Tu cintura chirrían
desengrasándose y piensas… Si estuviera en mitad de la nada… Bailaría como un
loco. Y no te das cuenta: Ya estás en mitad de la nada. Porque a ninguna de
esas caras grises les importas una mierda. De hecho, es muy posible, que si tú
bailaras, el camarero que va a la derecha sonría y baile contigo. Sí, no te
sorprendas si la vieja que va a la compra, levanta su mano torpe y baile por
bulería. Porque lo llevamos en la sangre, queremos No Estar Tristes, ni
cansados, ni frustrados, queremos bailar con el volante, tararear, cantar en
voz en grito, bailar como locos, porque algo nos dice que esos días que son
"uno más" no merece la pena desperdiciarlos con quejas ni sueños
perdidos. Pero lo hacemos por… Vergüenza, y la vergüenza la inventó un tío que
murió sólo y aburrido, y el día que murió… fue un "día más".<o:p></o:p></span><br />
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">Pero llegas… No encuentras sitio, te cabreas, te rindes.
Pero la música no lo hace y mientras andas hacia la oficina, vuelve a ti
tarareando en tu cabeza. Subes las escaleras de dos en dos y… te sientes bien.
Por un rato, quizás por una hora. Allí, frente al ordenador, piensas en ello.
¿Por qué te sientes bien? Y si la canción era buena, lo comprenderás. Porque no
merece la pena estar frustrados, joder. Porque podemos sonreír cuando queramos,
silbar, cantar, bailar… sin necesitar motivos, porque nos gusta hacer tonterías
si eso nos hace sentir bien y roban una sonrisa, tuya, mía, suya, como cuando
estábamos en los brazos de aquella chica y no teníamos vergüenza porque si la
teníamos, perderíamos a esa preciosa chica que cantaba fatal y bailaba como una
loca pero que... le importaba una mierda, se sentía bien. Sí, joder, ¡canta! Ponte en pie en mitad de la
oficina y baila un rock mientras pateas las carpetas. Los archivadores son la
batería, de guitarra la escoba, el micrófono un ratón. Lo peor que podría
pasarte, ¿qué es? Porque recuerda, a los que están ahí, esos de las caras
grises que ahora andan por los despachos… les importas una mierda. ¿Qué es lo
mejor que podría ocurrir? Sí, amigo mío, no te sorprendas si todos pierden la
vergüenza, si ese calvo tan callado de pronto se levanta y se pone hacer el
robot. O el idiota de tu jefe levanta ambos brazos y se lanza por camarón.<o:p></o:p></span><br />
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">Claro que sí, amigo mío, puede ocurrir, porque en el fondo,
todos queremos cantar, a todos nos gusta hacerlo. Y bailar, aunque nos de
vergüenza hacerlo desde aquella noche que perdimos a la chica ―nadie te dijo
que iba a ser para siempre…―. Porque nos gusta sentirnos bien, queremos
sentirnos bien, pero nos rendimos, olvidamos la música, esa canción que nos
dice que no merece dejar pasar "un día más" sin intentar sentirte
bien. Déjate llevar, libérate y descubrirás que sin mucho esfuerzo, todos los
días cantarás y bailarás. Y eso… Es un comienzo.<o:p></o:p></span><br />
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">Yo… Bailo fatal, canto que da pena. Pero miro a mi alrededor
y veo que a la inmensa mayoría de la gente les importo una mierda, así que…
¿qué más me da? La simple posibilidad de que, de pronto, estos grises que me
rodean se levanten y bailen y canten conmigo, merece la pena. Así que… Voy a
intentarlo.<o:p></o:p></span></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">Nana na na nana…</span><o:p></o:p></div>
f.j. Rohshttp://www.blogger.com/profile/16241962094795405690noreply@blogger.com4tag:blogger.com,1999:blog-7096795168122944581.post-75998170276344072412014-04-03T00:21:00.000+02:002014-04-03T00:21:25.905+02:00...habrán caído miles<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="line-height: 115%;"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">Gotas…<b><o:p></o:p></b></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">Puedes ser la gota que cae desde la oscura nube, que veloz
se dibuja como un trazo y confunde a quien la observa, a quien la espera, a
quien la rechaza... y al caer, te estrellas y multiplicas y riegas olvidadas
aceras.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">Puedes ser aquella que no se estrella, que se agarra en el último momento a la
delgada hoja de un sauce, que trata de convencerlo para pervivir juntos,
efímero romance, donde uno entrega su esencia y otro la convierte en su sangre.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">Puedes ser esa gota que alumbra la mañana, que de la nada,
hija de la tierra, asoma su reflejo para evaporarse sin rencores, y asciende ligera, y se entrega a los vientos, y alimenta otras nubes, en otras comarcas, y alguna calurosa tarde... regresa.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">Puedes ser aquella gota que a veces riegan mejillas, que
suavizan tristezas, que destrozan sonrisas... A veces valientes, otras
suicidas, que curan heridas o con su salado sabor... las recrudecen. Que dicen
"esto duele" a veces, que siempre dicen adiós cuando el adiós duele.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">Hoy llueve. Las veo, os veo, jugando en el cristal
ignorantes de que pronto escampará. Y por eso pienso... Pienso, maldita sea,
que en el fondo, algún día, por algún momento, seremos cada una de estas gotas.
Y seremos alivio para la sed de alguien que precisa florecer; seremos la sangre
de quien sueñe con un romance tan efímero como la vida; seremos rocío aquellas
mañanas que nos marchemos sin rencor. Y, seguro, en algún momento, tarde o
temprano, seremos lágrimas, de sonrisa puede, y seguro que también de un adiós.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">Pero jamás seas como la primera. Gota kamicace que cruza por
la tormenta sin otro destino que estrellarse, porque si así fuera... ¿qué
dejarías tras engañar con tu trazo a quien te observó, tras estrellarte contra húmedos
adoquines, tras evaporarte en baldías aceras? Ni tan siquiera un bonito
recuerdo, pues descubrirás, diluyéndote en sucios charcos, que como tú… habrán
caído miles.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="text-align: right;">
<b><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">f.j. Rohs</span><o:p></o:p></b></div>
f.j. Rohshttp://www.blogger.com/profile/16241962094795405690noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7096795168122944581.post-17607638794980956372014-03-17T18:56:00.000+01:002014-03-21T18:53:28.572+01:00Carajo O Meditado Ensayo sobre La Crisis<div class="MsoNormal" style="tab-stops: 42.55pt; text-align: justify; text-indent: 1.0cm;">
<span style="line-height: 115%;"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">Recuerdo
que de niño, en una reunión familiar donde planeábamos un viaje, como nadie
hablaba de mi posición en el coche (que siempre me tocaba en el maletero, sin
silla ni nada, junto al perro y sobre las maletas, bien a gusto), solté a
bocajarro una expresión que pensé culta por haberla escuchado a algún adulto.
Los niños siempre están deseando hablar como los adultos, y cuando somos
adultos nos damos cuenta de que mejor sería dialogar como los niños. En fin: tú
aquí, tú allá, tú con tu hermana en la de arriba… y de mí que se olvidaban. En
el primer silencio oportuno la pronuncié tajante y orgulloso: <o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="tab-stops: 42.55pt; text-align: justify; text-indent: 1.0cm;">
<span style="line-height: 115%;"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="tab-stops: 42.55pt; text-align: justify; text-indent: 1.0cm;">
<span style="line-height: 115%;"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">«¿Y yo qué?
¿Me voy al Carajo? » <o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="tab-stops: 42.55pt; text-align: justify; text-indent: 1.0cm;">
<span style="line-height: 115%;"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="tab-stops: 42.55pt; text-align: justify; text-indent: 1.0cm;">
<span style="line-height: 115%;"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">Se hizo el
silencio y un frío recorrió mi espalda. Al instante comprendí que aquella
palabra, Carajo, no era adecuada ni a mi edad ni al contexto. Mi padre,
estricto como nadie con los tacos, me miró.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="tab-stops: 42.55pt; text-align: justify; text-indent: 1.0cm;">
<span style="line-height: 115%;"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 0cm; mso-list: l0 level1 lfo1; tab-stops: 42.55pt; text-align: justify; text-indent: 1.0cm;">
<!--[if !supportLists]--><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><span style="line-height: 115%;">—<span style="line-height: normal;">
</span></span><!--[endif]--><span style="line-height: 115%;">¿Tú sabes qué significa esa palabra? —me preguntó. Y
yo, viendo la reacción del auditorio, enrojecido pues vislumbraba que no era
tan gracioso como pensaba, confesé mi ignorancia. Mi padre no me regañó, no me
dijo ni mú, tan sólo me mandó a la biblioteca, a la tercera planta, a buscar el
significado de tan misteriosa palabra en alguno de los 50 diccionarios que
tenía. Para mí subir a la biblioteca no
era precisamente ningún castigo, pero los diccionarios no eran tan divertidos.
Cómo no, le hice caso.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 0cm; mso-list: l0 level1 lfo1; tab-stops: 42.55pt; text-align: justify; text-indent: 1.0cm;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><span style="line-height: 115%;"><br /></span></span></div>
<div class="p" style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm; text-align: justify; text-indent: 1.0cm;">
<span class="f"><b><span style="color: blue;"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">carajo.<o:p></o:p></span></span></b></span></div>
<div class="p" style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm; text-align: justify; text-indent: 1.0cm;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><span class="a"><span lang="EN-US" style="color: green;">(De
or. inc.).</span></span><span lang="EN-US"><o:p></o:p></span></span></div>
<div class="q" style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm; text-align: justify; text-indent: 1.0cm;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><a href="https://www.blogger.com/null" name="0_1"></a><span class="d"><b><span lang="EN-US" style="color: blue;">1.</span></b></span><span class="apple-converted-space"><span lang="EN-US"> </span></span><span class="d"><span lang="EN-US" style="color: blue;">m.</span></span><span class="apple-converted-space"><span lang="EN-US" style="color: blue;"> </span></span><span class="d"><span lang="EN-US" style="color: blue;">malson.</span></span><span class="apple-converted-space"><span lang="EN-US"> </span></span><span class="b">Miembro viril.</span><o:p></o:p></span></div>
<div class="q" style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm; text-align: justify; text-indent: 1.0cm;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><a href="https://www.blogger.com/null" name="0_2"></a><span class="d"><b><span style="color: blue;">2.</span></b></span><span class="apple-converted-space"><span style="color: #b3b3b3;"> </span></span><span class="g"><span style="color: #b3b3b3;">m.</span></span><span class="apple-converted-space"><span style="color: blue;"> </span></span><span class="d"><span style="color: blue;">despect.</span></span><span class="apple-converted-space"><span style="color: blue;"> </span></span><span class="d"><span style="color: blue;">malson.</span></span><span class="apple-converted-space"><i><span style="color: blue;"> </span></i></span><span class="d"><i><span style="color: blue;">Col.</span></i></span><span class="d"><span style="color: blue;">,</span></span><span class="apple-converted-space"><i><span style="color: blue;"> </span></i></span><span class="d"><i><span style="color: blue;">C. Rica</span></i></span><span class="d"><span style="color: blue;">,</span></span><span class="apple-converted-space"><i><span style="color: blue;"> </span></i></span><span class="d"><i><span style="color: blue;">Hond.</span></i></span><span class="apple-converted-space"><span style="color: blue;"> </span></span><span class="d"><span style="color: blue;">y</span></span><span class="apple-converted-space"><i><span style="color: blue;"> </span></i></span><span class="d"><i><span style="color: blue;">Ven.</span></i></span><span class="apple-converted-space"> </span><span class="d"><span style="color: blue;">U.</span></span><span class="apple-converted-space"> </span><span class="b">para suplir el nombre
de un hombre que no se quiere mencionar para desvalorizarlo.</span><o:p></o:p></span></div>
<div class="q" style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm; text-align: justify; text-indent: 1.0cm;">
<span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif; line-height: 115%; text-indent: 1cm;">(Y se aceptan unas cuantas acepciones que veremos a
continuación)</span></div>
<div class="MsoNormal" style="tab-stops: 42.55pt; text-align: justify; text-indent: 1.0cm;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><span style="line-height: 115%;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 1.0cm;">
<span style="line-height: 115%;"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">Desde aquél
día creo que no he vuelto a usar tal palabra. Ya no me gusta, pero ayer, creo
que fue ayer, me di cuenta de que hoy es un buen momento para usarla, pero
usarla como es debido, en todas y cada una de sus acepciones, porque para
hablar de lo que quiero hablar, me viene que ni pintado. Es el momento.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 1.0cm;">
<span style="line-height: 115%;"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 1.0cm;">
<span style="line-height: 115%;"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">Y de lo que
quiero hablar es de la crisis. Sí, ya sé
que está demasiado machacado el tema, pero es precisamente por ahí por dónde
van los tiros. Bien, hablemos de Crisis. De La Crisis. De esta que ya lleva
muchos años jodiéndonos la vida. De esa a la que ponemos nombres y apellidos,
etiquetas, y… maquillajes. Los <b>Políticos vende-mentiras</b>, los <b>Gobiernos títeres</b>,
los <b>Bancos tiranos</b>, <b>Monarquía de guante blanco y pata de palo</b> y de los
<b>asquerosos millonarios</b> que se pasean en yates junto a las pateras… Bien, quiero
confesaros que a mí esta jauría me la repampimfla, me importan la cuarta
acepción de nuestra palabra: <b><span style="font-size: large;">Un Carajo</span></b>.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 1.0cm;">
<span style="line-height: 115%;"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 1.0cm;">
<span style="line-height: 115%;"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">Lo que ya
no me importa tanto es lo que veo a mi alrededor y que me hace preguntarme que
qué fue antes, si la crisis o los "crisificados". <b>Yo no sé si esta
Crisis del Carajo nos ha nublado el intelecto o por tener nublado el intelecto
nos han colado la crisis aquellos a los que no les está afectando en absoluto</b>.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 1.0cm;">
<span style="line-height: 115%;"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 1.0cm;">
<span style="line-height: 115%;"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">Me explico.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 1.0cm;">
<span style="line-height: 115%;"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">El otro día
fue un día genial. Comenzó como todos, yendo al trabajo y encontrándome
atrapado en un atasco del Carajo provocado por una endemoniada rotonda. Como es
normal, las caras de todos eran, ya desde bien prontito, de asco y cabreo.
Pitidos, insultos y demás tostadas de desayunar. Un Ejecutivo con un deportivo
del Carajo metiendo el morro y la señora con el panda acelerando. Un chaval con
su corsa metiendo el morro más allá y un directivo con su BMW cerrándole el
paso, y así hasta convertirse aquello en un sindiós, un perro del hortelano, ni
paso ni dejo pasar, que yo tengo mi orgullo y al ejecutivo que le den y al
niñato del corsa también. Por fin llego y tras varias vueltas, consigo aparcar,
justo a tiempo de tomarme un cafetito rápido antes de entrar. 1,60€ por un café
de pseudo-máquina y en vaso de cartón, aún me pregunto por qué de tal precio,
es posible que sea que porque si quieres un café allí, es lo que hay, si no
cógete el coche y te vas al carajo a pagar 1,20. Bah, por 40 céntimos, total…
Igual es por esto, tú. Por fin subo a mi amado trabajo, dónde está mal visto
hablar y congeniar con el compañero, no vaya a ser que se cree buen ambiente.
Media hora después y llegando tarde, llegó mi jefa con cara de asco (igual
pilló el atasco o probó el café, o ambas cosas) y manda reunión. Exigencias de
productividad, que la empresa va mal, etc. ¿Cambios por parte de la dirección
de la empresa? ¿Nuevas bases de datos? ¿Estrategias innovadoras? ¿Eh? ¿Te ha
sentado mal el café, majo? No, tiramos con lo que hay, pero debemos aumentar
las ventas en un idílico escenario económico, y si no te gusta, ya sabes lo que
hay, 6 millones de parados que suspiran por tu puesto, así que aprieta el culo
o te largas. <o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 1.0cm;">
<span style="line-height: 115%;"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">Llegó el
descanso y hablando de forma clandestina con los compañeros, no vayan a pensar
que hay confabulaciones, que como las meigas… Les explico la reunión y dos me
cuentan: <i>«Y yo haciendo lo imposible para
que me echen, que ya he conseguido 5 meses de paro»</i> el uno. Y el otro: <i>«Pues a mí me han dicho que o firmo la
voluntaria o me olvide… Vamos, que no quieren soltar el finiquito»</i><br />
<!--[if !supportLineBreakNewLine]--><br />
<!--[endif]--><o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 1.0cm;">
<span style="line-height: 115%;"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">Superé el
día de trabajo mal pagado y amenazado, y por fin llegué a mi casa. Por la tarde
decidimos darnos el caprichazo de dar un paseo por un hipermercado, no estamos
para mucha fiesta. Y allí, anonadado, no dejé de ver a gente comprando como si
le fuera la vida en ello, las bolsas superaban a las personas en una relación de
3 a 1. La sección de electrónica me heló la sangre. Juraría que vi sangre entre
dos señores que se disputaban una Tablet de última generación. Los chavales,
con los ojos como platos y con cara de Zombie, miraban una pantalla gigantesca
mientras un crio de 12 años le reventaba las tripas a un monstruo asqueroso.
Una chavala babeada mientras jugueteaba con el SmartPhone deTuttiLux 4g 7.0x
mientras una señora, mirando por encima de su hombro, metía la mano en su
bolso. Me temí lo peor, y no era que sacara una pistola de descarga eléctrica,
sino la visa gold para pagar el envidiado juguete de su hija.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 1.0cm;">
<span style="line-height: 115%;"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 1.0cm;">
<span style="line-height: 115%;"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">Estaba
confuso y miré a mi mujer:<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 0cm; mso-list: l0 level1 lfo1; tab-stops: 42.55pt; text-align: justify; text-indent: 1.0cm;">
<!--[if !supportLists]--><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><span style="line-height: 115%;">—<span style="line-height: normal;">
</span></span><!--[endif]--><span style="line-height: 115%;">Cariño, ¿Es que ya estamos en Navidad… otra vez? <o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 0cm; mso-list: l0 level1 lfo1; tab-stops: 42.55pt; text-align: justify; text-indent: 1.0cm;">
<!--[if !supportLists]--><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><span style="line-height: 115%;">—<span style="line-height: normal;">
</span></span><!--[endif]--><span style="line-height: 115%;">No, son las rebajas… <o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 0cm; mso-list: l0 level1 lfo1; tab-stops: 42.55pt; text-align: justify; text-indent: 1.0cm;">
<!--[if !supportLists]--><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><span style="line-height: 115%;">—<span style="line-height: normal;">
</span></span><!--[endif]--><span style="line-height: 115%;">¿Rebajas? Pero si estamos todo el año de rebajas… —murmuré
incrédulo.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 0cm; mso-list: l0 level1 lfo1; tab-stops: 42.55pt; text-align: justify; text-indent: 1.0cm;">
<!--[if !supportLists]--><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><span style="line-height: 115%;">—<span style="line-height: normal;">
</span></span><!--[endif]--><span style="line-height: 115%;">A esto lo llaman rebajas, a lo del resto del año…
Ofertas y promociones. 10 días de platino que en realidad es un mes. La Semana
del Menaje que en realidad es un mes. Tres días sin IVA que en realidad es una
semana… <o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 0cm; mso-list: l0 level1 lfo1; tab-stops: 42.55pt; text-align: justify; text-indent: 1.0cm;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><span style="line-height: 115%;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 1.0cm;">
<span style="line-height: 115%;"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">No lo pude
soportar más. Apunto de desfallecer,
todo pedante e iluso de mí, puse rumbo a mi idílica sección, aquella que es un
reducto de cultura, conocimiento y paz: La Librería. Y al entrar en ella, todas
mis esperanzas se desvanecieron ante la aplastante realidad de los Top 10 más
vendidos.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 1.0cm;">
<span style="line-height: 115%;"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 1.0cm;">
<span style="line-height: 115%;"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">Bien, yo no
quiero hacer sangre, que no compré los derechos para escribir ni seré yo quien
juzgue a tan avispados autores. No entendáis mal mis infectadas directas, tan
sólo hago un fiel reflejo de lo que vi.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 1.0cm;">
<span style="line-height: 115%;"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 1.0cm;">
<span style="line-height: 115%;"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><b>Con el
número uno, la apasionante historia de Belén Esteban</b>, un referente cultural, un
espejo donde la Rae se cepilla sus barbas, una pluma tan ágil y liviana como el
pedo de un bebe, pero con una lengua en la que nuestra palabra Carajo se
sentiría tan incómoda como yo en la sección de lencería. Belén y sus profundas
reflexiones se cotizan a sólo 18 euracos.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 1.0cm;">
<span style="line-height: 115%;"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 1.0cm;">
<span style="line-height: 115%;"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><b>Con el
número dos, la Autobiografía de David Bisbal</b>, un tipo que me cae bien, muy
majo, y eso que no le conozco, pero supongo que comprando su autobiografía podré
recordar su trayectoria que, si mal no recuerdo, la hemos vivido todos los
españoles en primera persona, que aún recuerdo su salto de emoción al perder y
quedar segundo en ese concurso que sólo empezó a ser divertido con Ristro y que
sin haberlo comido ni bebido, me sé hasta el nombre de su banda: Expresiones.
En este caso David tiene algo más de Caché: 19 eurillos. (David, por dios, sin
acritud, eh?, que yo te voté…)<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 1.0cm;">
<span style="line-height: 115%;"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 1.0cm;">
<span style="line-height: 115%;"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><b>Con el
número 3: Mi querido Zapatero con su Dilema</b>. No estoy aún preparado para
leerlo, dejadme unos años que mi recuerdo sobre este señor se vele un poco,
así, para tomar perspectiva. Pero no pude evitar sonreír por dos motivos.
Primero pensé: ¿Aún no lo tienes claro, macho? Y luego pensé en que su editor
no fue listo, pudo haber pagado los derechos de autor a Supertramp y llamar al
libro "¿Crisis? What crisis? Nuestro amado expresidente está al alza:
21,50€ que no le vienen mal, supongo, que le habrá quedado una pensión muy baja...
Este sí que consiguió su finiquito como dios manda…<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 1.0cm;">
<span style="line-height: 115%;"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 1.0cm;">
<span style="line-height: 115%;"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><b>Con el nº
4, 5 y 6 Las Sombras de Grey</b>. Esta pobre rima que acabo de componer es lo más
cercano a… Bueno, no me quiero meter, lo dejo ahí, todo al aire, digo en el
aire, que es comprensible que después de reflexionar con Belén, deleitarte con
la épica vida de David y vivir el asfixiante ambiente de misterio sin resolver
del Dilema de ZP, uno debe de terminar con ganas de… de… de leer algo que se
acerque un poco a la literatura. Tras leer tales obras clave de nuestra cultura,
yo estaría dispuesto a pagar los 17,50€ por pechuga y muslo, digo, por tomo y
lomo.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 1.0cm;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 1.0cm;">
<span style="line-height: 115%;"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">No pude
seguir con aquello, miré a mi alrededor buscando algún escritorzuelo que me
sacara de aquella pléyade de cultura pues comenzaba a sentir una especie de
Síndrome de Stendhal pero a la inversa, como si en vez de salir de la Basílica
de la Santa Cruz de Florencia, estuviera entrando en el teatro de La Moncloa y
contemplara a Rajoy y su séquito interpretando Titanic, versión adaptada de A.
Merkel. En mi recorrido de auxilio vi cosas que no creeríais, Novelas (o algo
así) en venta escritos por políticos que creía en el carajo y que florecían
como amapolas en primavera al candor de esta crisis que ellos fomentaron… Libros
sobre Dietas Milagrosas a las que sólo les falta en la portada el "Antes y
Después" de su autor. Abundante literatura de auto-ayuda que te hacen
pensar: "¿Cómo demonios superaron nuestros padres y abuelos sus crisis y
problemas si antes no existían estos libros?" Y en una apartada esquina,
una pila de Novelas polvorientos en el cajón de las ofertas 2x1 gritaban: ¡No
digáis que por falta de talento enmudeció la lira! No lo digo yo, amigos…<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 1.0cm;">
<span style="line-height: 115%;"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 1.0cm;">
<span style="line-height: 115%;"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">Sólo
existía algo que pudiera paliar mi descalabrado día. Nos fuimos a tomar un café
en taza de cartón, eso sí, a 1€. Pero allí, un niño vestido con un uniforme
desgastado y un siete en la rodilla, se estaba comiendo, cual gorrino muerto de
hambre, un helado barato mientras hablaba como un macarra. Al tiempo, su madre,
era absorbida por la inmensa pantalla de su teléfono móvil de última
generación, un aparato mágico que le enlazaba o conectaba a un mundo tan
maravilloso. Sé que es un esfuerzo supremo perdernos la última foto del gatito
gracioso, o de la última Frase Maestra de Cohelo, o de los emoticonos que nos
envía (pues ya ni escribimos) nuestra prima Rita. Así debió sentirlo la madre
cuando su hijo, dándole un golpe al teléfono, ya harto de decir improperios sin
conseguir llamar su atención, le dijo:<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 1.0cm;">
<span style="line-height: 115%;"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 0cm; mso-list: l0 level1 lfo1; tab-stops: 42.55pt; text-align: justify; text-indent: 1.0cm;">
<!--[if !supportLists]--><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><span style="line-height: 115%;">—<span style="line-height: normal;">
</span></span><!--[endif]--><span style="line-height: 115%;">Mamá! Deja el teléfono! —a lo que la madre le contestó.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 0cm; mso-list: l0 level1 lfo1; tab-stops: 42.55pt; text-align: justify; text-indent: 1.0cm;">
<!--[if !supportLists]--><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><span style="line-height: 115%;">—<span style="line-height: normal;">
</span></span><!--[endif]--><span style="line-height: 115%;">¡Pedro! ¡No me molestes, carajo! ¡Cómete el helado,
coño!<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 0cm; mso-list: l0 level1 lfo1; tab-stops: 42.55pt; text-align: justify; text-indent: 1.0cm;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><span style="line-height: 115%;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 1.0cm;">
<span style="line-height: 115%;"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">Mi último
recurso para arreglar ese día era dejarme caer en el sillón y distraerme con la
tele, que algo echarían, ¿no? Pues no. En un canal nos deleitaban con un
Reality de 15 zánganos que no han pegado un palo al agua, decían que famosos,
incluso una escritora, decían, pero aunque me sonaba el nombre, no daba crédito,
no podía ser… En otro canal, un salvaje y lujoso debate donde se despiezaban a
los anteriormente mentados concursantes. En otro canal, uno de los habilidosos
periodistas que despellejaban a los concursantes, era a su vez despellejado por
otros vivaces periodistas (¿?). En el cuarto intento, un programa de exclusivo
rigor periodístico, políticos y analistas rojos llenaba de mierda a políticos
azules. Y en el quinto intento, de objetivo análisis de analistas y expertos
azules, se ponía sobre estiércol a políticos rojos. Por un momento me vi en el
patio del colegio: Tú, no Tú, tú más, no, tú mucho más… y se pasa el recreo sin
llegar a nada.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 1.0cm;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 1.0cm;">
<span style="line-height: 115%;"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">¡Carajo con
la crisis! ¿De qué estamos hablando? ¿Crisis financiera? ¿Deuda soberana?
¿Sobornos, estafas y otras hierbas? ¿Manipulación de Los Medios y la Enseñanza?
¿Seguro que hablamos de eso o es eso lo que nuestra indolencia ha permitido?<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 1.0cm;">
<span style="line-height: 115%;"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 1.0cm;">
<span style="line-height: 115%;"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">Yo me
pregunto (y me incluyo, no por falsa modestia):<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 1.0cm;">
<span style="line-height: 115%;"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 1.0cm;">
<span style="line-height: 115%;"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">1 —Si no
somos capaces de dejar pasar a un juppie porque va con un cochazo, pero tampoco
vamos a dejar pasar a la señora listilla del panda… <b>¿Hablamos de Economía?</b><o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 1.0cm;">
<span style="line-height: 115%;"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 1.0cm;">
<span style="line-height: 115%;"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">2 —Si
aceptamos pagar más, mucho más, un café por el simple hecho de que "es lo
que hay"… <b>¿Hablamos de Robos de guante blanco?</b><o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 1.0cm;">
<span style="line-height: 115%;"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 1.0cm;">
<span style="line-height: 115%;"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">3 —Si en
nuestros trabajos está mal visto el buen ambiente y aceptamos la amenaza para
callar nuestros derechos, como por ejemplo, un trabajo digno… <b>¿Hablamos de Extorsión?</b><o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 1.0cm;">
<span style="line-height: 115%;"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 1.0cm;">
<span style="line-height: 115%;"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">4 —Si
estamos deseando cubrir el expediente para cobrar el paro y mandar a la mierda
a los jefes…<b> ¿Hablamos de Estafas?</b><o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 1.0cm;">
<span style="line-height: 115%;"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 1.0cm;">
<span style="line-height: 115%;"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">5 —Si nos
dejamos esclavizar y como rebaños de corderos conquistamos centros comerciales
por adquirir "mierdas que no necesitamos con dinero que no tenemos"…
<b>¿Estamos hablando de Deuda Soberana?</b><o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 1.0cm;">
<span style="line-height: 115%;"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 1.0cm;">
<span style="line-height: 115%;"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">6 —Si
elevamos a los altares y convertimos en referentes culturales a ídolos de
barro, políticos cobardes y profesionales ineptos al módico precio medio de 18€
por mediocre… <b>¿Hablamos de Boicot Cultural?</b><o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 1.0cm;">
<span style="line-height: 115%;"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 1.0cm;">
<span style="line-height: 115%;"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">7 —Si
suplimos la más elemental y esencial de las relaciones personales (y los
helados) por "consoladores sociales" y reducimos una buena charla al
intercambio de fotitos de gatos y emoticonos chorras… ¿Hablamos de Educación
deficiente?<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 1.0cm;">
<span style="line-height: 115%;"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 1.0cm;">
<span style="line-height: 115%;"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">8 —Si nos
drogamos, <i>ya cansado de tanto luchar y
rebelarnos contra los cabrones que nos lideran…</i>, con estiércol televisivo
consumido sin preguntas, y bailando al son de los mediocres, tomamos partido según
qué canal y formamos inconscientemente ideologías baratas… <b>¿Hablamos de
Manipulación de Medios?</b><o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 1.0cm;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 1.0cm;">
<span style="line-height: 115%;"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">Soy
escritor y, por lo tanto, adorno "un poco" las preguntas. Pero son
preguntas sencillas y las respuestas, dependiendo del grado de intimidad dónde
las demos, también lo son. Estas preguntas son el hilo que teje la camisa que
vestimos hoy en día, nuestro silencio son los botones que, abrochados hasta el
cuello, ya casi no nos dejan ni respirar. Hemos engordado tanto alimentándonos
de quejas, protestas y lloriqueos… que es triste estar convencido de que antes
se rajará por la presión de nuestra grasa que por voluntad de rasgarnos con
nuestras propias manos tan sucias vestiduras. Maldita sea, media historia de la
humanidad se ha escrito con luchas, guerras y revoluciones contra la esclavitud
y por la libertad, ¡carajo!, que uno sólo me diga una diferencia entre tan
oscuras épocas y ésta. ¿Realmente somos libres? ¿De verdad lo crees? Y a ti,
¡oh hombre elevado!, que tan convencido estás de tu libertad que te brillan los
ojos por el orgullo de decir: ¡Sí, a mí me la pela la tele, los periódicos y
los políticos! y entonas con voz cavernosa: "Soy el amo de mi
destino", me gustaría preguntarte: ¿y por qué carajo no haces nada por los
esclavos? Es posible, iluminado héroe, que tu libertad sea la del toro bravo,
animal admirado que bufa <i>lo que quiere</i>,
rumia <i>donde le place</i> y trota en <i>su pradera</i>, y lo hace todo dentro de un
cercado y con la impronta de su amo en el culo. Sólo serás consciente de
"tu libertad" ante la puerta
de chiqueros.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 1.0cm;">
<span style="line-height: 115%;"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 1.0cm;">
<span style="line-height: 115%;"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">Sí, amigos,
porque somos revolucionarios de bar, rebeldes de sobremesa y soñadores de
almohada. "Ellos" se están partiendo de risa, se frotan las manos y
amasan sus horondas panzas deleitándose con un festín que dura casi tanto como
la idolatrada Democracia, esa Democracia que descendió de la montaña hecha de
piedra y que las manos de herederos miopes y avariciosos han tallado hasta
convertir en un vellocino de oro. El problema está en que no veo a ningún
Moisés por aquí cerca que ponga un poco de orden. No hay cojones, y si no los
hay, señores, esto se va al carajo.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 1.0cm;">
<span style="line-height: 115%;"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 1.0cm;">
<span style="line-height: 115%;"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">Dicen que
el primer paso para superar un problema o una crisis personal es aceptarlo y
asumir el grado de culpa. Tenemos unos líderes de mierda, una clase política
vergonzosa y todo lo que queramos. Y estoy de acuerdo. Estoy de acuerdo en que
les interesa adoctrinar con los programas educativos, pero cuando llegan a casa
estamos los padres. Estoy de acuerdo con que los Medios están manipulados, pero
nosotros tenemos el mando. Estoy de acuerdo con que nos recortan derechos
fundamentales, pero tenemos las urnas (por si nos da por evitar el "efecto
ping-pong") y tenemos… la calle. Pero aquí seguimos, discutiendo en el
restaurante, enervados y con un gintonic con frambuesitas. Chateando
revoluciones por Wathsup con nuestro smarthphone de última generación. Colgando
frases de Cohelo sobre la libertad en nuestro muro de Facebook. Y escribiendo proclamas
como estas en nuestros blogs. Ya os puedo anticipar que las próximas elecciones
las van a ganar "uno de esos dos", y eso ocurre porque esta tierra,
desde que nació nuestra amada democracia, anda dividida en dos, y aunque
estamos acercándonos gracias a sus ineptas administraciones, aún no somos UNO.
UN PUEBLO, SOBERANO, QUE DECIDE QUE NINGUNO DE "ESOS" VALE PARA NADA.
Pues esa soberanía nos la dio La Democracia que bajó de la montaña.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 1.0cm;">
<span style="line-height: 115%;"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 1.0cm;">
<span style="line-height: 115%;"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 1.0cm;">
<span style="line-height: 115%;"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">Y ahora que
me planteo el porqué de este ensayo, no lo encuentro. Quizás porque el otro día
me sobrevino una pregunta inquietante: ¿Es posible que "algunos"
estén interesados en que sigamos hablando de Crisis Financiera y así no darnos
cuenta de que es otro tipo de Crisis mucho más grave, como por ejemplo, de
valores, de principios, de prioridades?<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 1.0cm;">
<span style="line-height: 115%;"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 1.0cm;">
<span style="line-height: 115%;"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">Llamadme
loco, pero se me ocurre que podríamos dejar de hablar de crisis financiera y
derivadas, que aceptemos la época que nos ha tocado, asumamos nuestro grado de
responsabilidad y empecemos a hablar y a arreglar algo mucho más preocupante,
algo que ha permitido y permitirá que esta crisis y otras se cuelen en nuestras
historias y la escriban por nosotros. Y sí, amigos, hablo de <b>LA CRISIS</b>, con
mayúsculas, esa que en la que, desengañémonos, somos tan sólo un daño colateral
puesto que los damnificados no son otros que nuestros hijos, de los que somos
ejemplo. <o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 1.0cm;">
<span style="line-height: 115%;"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><br /></span></span></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 1.0cm;">
<span style="line-height: 115%;"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">En el
fondo, está pasando como lo de mi sitio en el coche. Están los
"mayores" diciendo: Esto para ti, esto para mí, tú allí y tú acá.
Ahora tú, ahora yo. Sólo espero que alguno de nuestros hijos, no ya nosotros,
aproveche la mínima y grite en medio de todos: </span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 1.0cm;">
<span style="line-height: 115%;"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: center; text-indent: 1cm;">
<span style="line-height: 115%;"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><b>¿Y nosotros qué? ¿AL CARAJO? </b></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: center; text-indent: 1cm;">
<span style="line-height: 115%;"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><b>¡AL CARAJO VOSOTROS!</b></span><span style="font-size: small;"><o:p></o:p></span></span></div>
f.j. Rohshttp://www.blogger.com/profile/16241962094795405690noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-7096795168122944581.post-55465722620953084102014-02-11T19:03:00.005+01:002014-02-11T19:19:37.825+01:00Frankestein o el Monstruo de Arístides Green<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="http://justoserna.files.wordpress.com/2009/09/profesor1.jpg?w=480" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="http://justoserna.files.wordpress.com/2009/09/profesor1.jpg?w=480" height="200" width="191" /></a></div>
<div style="text-align: justify;">
Nadie me lo ha preguntado, pero bah, <b>los escritores no necesitamos que nadie nos pregunte para hablar de nuestro libro</b>, y más si es la última de sus criaturas. Esta entrada voy a dedicársela a Arístides Green porque el pobre, después de haber sido escrita en muy poco tiempo, se pasó el doble en revisión y el triple en el cajón, con mis dudas sobre si publicarla, si probar suerte en editoriales o si guardármela para mis <b>rituales secretos de auto enaltecimiento y orgullo</b> que en tan altos pedestales nos elevamos los escritores. Y tanto miedo me dio la castaña que me podía dar si seguía con tales rituales vacuos, que <b>venció Amazon y vosotros, los lectores</b>. ¿Es buena? Claro! Yo qué os voy a decir, pero sospecho que mejor someta mi juicio a la opinión pública y que Arístides Green llegue donde tenga que llegar y se caiga desde la altura que se tenga que caer. Flaco favor me haría si sigo sacando lustro a mi ombligo y genial prosa...</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="http://upload.wikimedia.org/wikipedia/commons/thumb/a/a7/Frankenstein's_monster_(Boris_Karloff).jpg/250px-Frankenstein's_monster_(Boris_Karloff).jpg" imageanchor="1" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img border="0" src="http://upload.wikimedia.org/wikipedia/commons/thumb/a/a7/Frankenstein's_monster_(Boris_Karloff).jpg/250px-Frankenstein's_monster_(Boris_Karloff).jpg" height="200" width="159" /></a></div>
Lo he llamado <b>Criatura</b>, y más que ninguna otra lo es. <b>Es un Frankestein con todo su significado y simbolismo</b>. Nació como una idea sencilla (dar vida a unos textos) y se convirtió en un Monstruo que devorará a algunos y a otros provocará compasión. Comenzó con un argumento Romántico, se fue oscureciendo y terminó con todos los ingredientes de una novela de misterio e intriga con toques Noir. Su estilo inicial es muy directo y llano, pero a medida que Arístides crece, profundiza en su psicología hasta que de golpe y sin previo aviso, nos encontramos en el vertiginoso ritmo de un juicio. Quise dar vida a un personaje tan minimalísta que ni siquiera hablaba, y Arístides, dolido, decidió arrancarme la pluma y cobrarse la vida que yo pretendía negarle. Y por último, construí su cuerpo con pedazos y miembros de diferentes orígenes, relatos y cartas que pululaban por mi cabeza y por mis cajones, pero tras el chispazo que originó su vida, se adentró en el tenebroso callejón de una novela nueva manchada con la sangre de tres asesinatos.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Sí, pues esa fue <b>la idea original, un recopilatorio de relatos y cartas</b>, pero al no querer pecar de tópicos, decidí crear un personaje que enlazara unos con otros con cierta coherencia. Arístides Green fue el seudónimo con el que quise engañar a una amiga al mostrarle el texto <b><a href="http://fjrohs.blogspot.com.es/p/intenciones.html" target="_blank">Intenciones</a></b><intenciones>, pero ella me encontró entre sus palabras a pesar de mis esfuerzos. Por eso creí apropiado que Arístides Green fuera el nombre del protagonista, y por la misma razón, por que es inevitable lo autobiográfico en mis relatos, decidí darle parte de mi vida y vivencias a nuestro amigo. <b>Arístides Green es el personaje que más tiene de mí, tanto que a veces me da miedo</b>. El termina en la cárcel y acusado de un triple asesinato, por ahora, la única diferencia es que yo <b>todavía no he sido acusado...</b></intenciones></div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
<b>Este libro es el que más veces he escrito: 3 veces.</b> Empecé dando más relevancia a los relatos que unía con un simple pespunte hasta que hacia el final de lo que pensé que sería el recopilatorio, intentando encajar el relato de <b><a href="http://fjrohs.blogspot.com.es/2012/02/el-callejon.html" target="_blank">El Callejón</a></b>, comprendí que aun siendo un simple pespunte, debía tener coherencia. Me alejé unos pasos y con tal perspectiva, una sonrisa afloró en mis labios. En realidad, todos aquellos relatos y cartas, ordenados en la adecuada posición, definían una idea que llevaba siglos pululando por mi cabeza: <b>El Tiempo</b>. El tiempo que necesito, que exijo, que ansío, que sueño tener para poder escribir lo que realmente quiero escribir. <b>¿Qué sería capaz de hacer para tener tiempo? ¿Y para encontrar inspiración?</b></div>
<div style="text-align: justify;">
Sabiendo la respuesta y sabiendo hasta dónde llegaría con ella, comencé a escribir la historia de nuevo, prácticamente desde cero. Y <b>los caminos de Green, como los de otro que yo me sé, son inescrutables.</b> La aparición de la Sra. Etreum, inspirada a saber por qué historia (pues me sé unas cuantas que pudieron inspirarla, no soy tan original), llevó a Arístides hasta el soñado lugar donde el tiempo es lo único que tendría. <i><b>Todo el tiempo del mundo...</b></i><br />
Bien pudo acabar la historia ahí, pero el Sr. Green exigió su parte de protagonismo y llegó el juicio. Con los alegatos de la defensa y el fiscal... brotó una carcajada yendo en coche y la sonrisa de un loco se me instaló en los labios: descubrí el engaño que planeaba mi protagonista.</div>
<div style="text-align: justify;">
Lo imprimí todo, lo puse a mi diestra y comencé de nuevo, pues conocer tal engaño le dio una perspectiva brutal a la historia, brutal para mi, que me sonreía en cada estrofa nueva que nacía.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Tres intentos de darle vida, y a la tercera, recorrido por la electricidad, me levanté y miré a Arístides Green y le dije:<b> Qué cabrón.</b></div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Y esta es la novela que os invito a descubrir,<b> una novela que trató de engañar a su autor, una novela que pretende engañar al lector.</b> Lo conseguirá?</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Si quieres saber algo más, te dejo una serie de enlaces y vídeos que forman parte de la novela, pero tranquilos, sin leer <i><b><a href="http://www.amazon.es/Los-papeles-fugitivos-Ar%C3%ADstides-Green-ebook/dp/B00IB1Q5XG/" target="_blank">Los Papeles Fugitivos de Arístides Green</a></b></i>, jamás comprenderéis el significado último de tales relatos. No tengas miedo, pasa y lee.
</div>
<div style="text-align: center;">
<br />
Video Relato Vagabundo de Tristeza.<br />
<iframe allowfullscreen="" frameborder="0" height="315" src="//www.youtube.com/embed/5rrHx4FyRBA" width="420"></iframe></div>
<div style="text-align: justify;">
<br />
Otros textos que aparecen en la Novela:
<br />
<br />
<ul>
<li><b><a href="http://fjrohs.blogspot.com.es/p/intenciones.html" target="_blank">Intenciones</a></b></li>
<li><b><a href="http://fjrohs.blogspot.com.es/2012/02/el-callejon.html" target="_blank">El Callejón</a></b></li>
<li><b><a href="http://fjrohs.blogspot.com/2011/09/carta-la-locura.html" target="_blank">Carta a la Locura</a></b></li>
<li><b><a href="http://fjrohs.blogspot.com.es/2012/10/dejame-vivir.html" target="_blank">Déjame vivir</a></b></li>
<li><b><a href="http://fjrohs.blogspot.com.es/p/en-la-buhardilla.html" target="_blank">En mi Buhardilla</a></b></li>
</ul>
Y tras esta elocuente y entretenida presentación, si usted quiere que le firme el libro, primero pase por caja y luego póngase a la cola.<br />
<br />
<br /></div>
<div style="text-align: center;">
<iframe frameborder="0" marginheight="0" marginwidth="0" scrolling="no" src="http://rcm-eu.amazon-adsystem.com/e/cm?lt1=_blank&bc1=000000&IS2=1&bg1=E7CB87&fc1=202028&lc1=0215F9&t=httpfjrohsblo-21&o=30&p=8&l=as1&m=amazon&f=ifr&ref=tf_til&asins=B00IB1Q5XG" style="height: 240px; width: 120px;"></iframe>
</div>
f.j. Rohshttp://www.blogger.com/profile/16241962094795405690noreply@blogger.com3tag:blogger.com,1999:blog-7096795168122944581.post-61739674503579018932013-10-18T19:16:00.000+02:002013-10-18T19:20:39.884+02:00Piaccienccio o El Sueño que No LLega<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
</div>
<div style="border: 1px; color: blue;">
<a href="http://www.amazon.es/Piaccienccio-El-sue%C3%B1o-que-llega-ebook/dp/B00BQXZPDM/" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjCuIbtKeCOjk6QmnOTL-avCNvr07-Y9wk33ogWmEUZ9zm1be2DsG1zF1NURFmwbK2jBlVka1LgFusrCoOBgjCIMHyl7ISMzKcXXxWewnB62tKaKco06b_9S9i-3baHOu_To6F75UiPuWhG/s1600/LD+piaccienccio.jpg" height="320" width="228" /><br /><span style="color: blue; font-size: 12px;">Si te gusta, puedes comprar el libro<br />que contiene éste y otros relatos en Amazon</span></a></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0.0001pt; text-align: left; text-indent: 1cm;">
</div>
<span style="line-height: 150%; text-align: justify; text-indent: 1cm;"> </span><span style="line-height: 150%; text-align: justify; text-indent: 1cm;">La
verdad, para qué mentir, empezar engañando en un cuento es algo que no debe
hacerse, así que seamos sinceros. Nuestro pueblo, además de pobre, era
terriblemente feo. Sí, no era uno de esos pueblos de leyenda, rodeados de
inmensos prados de brillante verdor, adornados con eternos bosques más altos
que el sol y donde las flores silvestres rojas, amarillas y violetas bebían
dulcemente a lo largo de un cristalino río que cruzaba un armonioso pueblecito
blanco... No, nada de eso. Las únicas flores que existían, o mejor dicho,
persistían, en nuestro pueblo eran los geranios secos de Doña Fiorenccina. La
armoniosa construcción consistía en el apiñamiento masivo de casas de mil
colores difusos parcheadas con todo tipo de materiales y sin diferenciación a
penas entre casa y casa, hasta tal punto que no eran extrañas las peleas a las
tres de la madrugada porque Don Marcelo y su mujer, Doña Rigobertta —la regordeta,
para el resto del pueblo— se quejaban de los escandalosos ronquidos de Don
Albertino que vivía cuatro casas más allá.</span><br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; tab-stops: 42.55pt; text-align: justify; text-indent: 1.0cm;">
<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; tab-stops: 42.55pt; text-align: justify; text-indent: 1.0cm;">
No
hablemos de los prados verdes y frondosos porque simplemente, me ponen ustedes
en un aprieto... Si es necesario para un cuento tener prados verdes, daremos
ese calificativo a alguna extensión medio verde, medio marrón, pues tanto ese
como el resto de <i>prados</i> estaban
devastados por la continua, singular e inagotable estampida de... ovejas de Don
Liborio Armeneto. Nadie sabía qué las daba éste a sus ovejas locas, pero no
paraban de correr en todo el santo día y parte de la noche.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; tab-stops: 42.55pt; text-align: justify; text-indent: 1.0cm;">
¿Bosques?
Cada vez me lo ponen más difícil. Pero bueno, siendo el autor de esta historia
algo benévolo, accederemos a dar ese título a una agrupación de unos diez pinos
retorcidos, casi secos que rezaban por no llegar al siguiente invierno y que,
de forma inexplicable para los habitantes de nuestro pueblo, cada vez estaban
más lejos, como si los pinos pudieran andar...<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; tab-stops: 42.55pt; text-align: justify; text-indent: 1.0cm;">
Es comprensible que a ustedes se les hayan
pasado las ganas de leer este cuento, es lógico, con tales insulsos
ingredientes, yo mismo veo complicada mi misión. Pero rescataremos de Santa
Dona di Piave, que así se llamaba nuestro pueblo, su pequeño río... riachuelo.
Porque sí, tenía uno, y aunque muy pequeño y con poco ruido, llevaba agua.
Tampoco muy cristalina, pero, la verdad, en comparación con el cuadro que hemos
pintado, es merecido resaltarlo e incluso decirlo <i>bonito</i>, porque si no, poco podríamos sacar de él, por sacar no se
sacaban ni peces de colores. Los Piavenses se consolaban con la leyenda de una
supuesta aparición de la Dona en ese río para poder explicar su inexistente
pesca: “<i>Es tan puro que ni los peces se
atreven a nadar por él</i>”, decían los Piavenses. Y era cierto. Nunca nadie se
le vio pescar nada; y pescador había, uno siempre, pero nada en su vida sacó...
Claro, hasta esta historia, que es lo que nos traemos entre manos. Bueno, más o
menos...<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; tab-stops: 42.55pt; text-align: justify; text-indent: 1.0cm;">
<br />
<a name='more'></a><br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; tab-stops: 42.55pt; text-align: justify; text-indent: 1.0cm;">
¿Saben? El protagonismo no es cosa que
entienda del tiempo, el protagonismo sabe de instantes, es así que, a nuestro
extraño protagonista lo mencionaremos ahora, en algunas pocas líneas, y al
final de esta historia.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; tab-stops: 42.55pt; text-align: justify; text-indent: 1.0cm;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; tab-stops: 42.55pt; text-align: justify; text-indent: 1.0cm;">
Piacciencio
era el más viejo parroquiano de Santa Dona di Piave. Desde que el pueblo fue
pueblo y desde que ese pueblo tuvo río y desde que ese río tuvo puente, no se
vio pasar ni un solo día sin ver a Piacciencio en el centro del puente con una
viejísima caña de pescar. Allí estaba al amanecer y allí seguía en el ocaso.
Nadie sabía dónde dormía. A veces se dudaba de si dormía. Los Piavenses sólo
sabían que al llegar el alba, Piacciencio estaba ahí, agarrando firmemente su
maltrecha caña. Nadie entendía como un hombre tan viejo —pues rondaría los
ochenta años— podía resistir tanto tiempo allí de pié. Es más terrible aún el
asunto: nuestro viejo protagonista no decía palabra. Nunca se le escuchó
hablar. Se le creía incluso mudo y sordo. Pero la verdad sea dicha, tampoco se
puso mucho empeño en descubrir lo contrario. Todos le llamaban Piacciencio
porque significaba paciencia, y de eso era evidente que poseía tanto o más que
el santo Job. <o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; tab-stops: 42.55pt; text-align: justify; text-indent: 1.0cm;">
Y
por ahora no hablaremos más de nuestro protagonista. Sólo recordar, a modo de
resumen, que existía un pueblo feo, con un riachuelo medianamente bonito, con
un puente sobre él y que allí, todos los días, había un anciano pescando —aunque
nada nunca pescó— y que al pobre se le conocía como Piacciencio.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; tab-stops: 42.55pt; text-align: justify; text-indent: 1.0cm;">
En
fin, ahora viene la parte que menos me gusta de este cuento —espero no
desanimarles— pues en ella debo narrar unos sucesos bastante desagradables
propiciados por la rivalidad existente entre los Piavenses.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; tab-stops: 42.55pt; text-align: justify; text-indent: 1.0cm;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; tab-stops: 42.55pt; text-align: justify; text-indent: 1.0cm;">
Santa
Dona di Piave estaba exactamente separado en dos por nuestro ya conocido
riachuelo. En la orilla norte vivían cincuenta familias y en la sur otras
cincuenta. Desgraciadamente, ambas orillas se llevaban a matar. Y a todo esto
las ovejas locas de Don Liborio Armeneto seguían correteando de aquí para allá
sin descanso ni distinción de orilla.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; tab-stops: 42.55pt; text-align: justify; text-indent: 1.0cm;">
Ocurrió
un día en el que llegó una carta al párroco de la orilla norte, Don Giovanni de
la Crucetta donde le instaban las autoridades regionales a que convocara
elecciones a la alcaldía. Era necesario para la región que todos los pueblos
poseyeran un alcalde y debían, pues, celebrar elecciones y comunicar el
resultado a las autoridades competentes. <o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; tab-stops: 42.55pt; text-align: justify; text-indent: 1.0cm;">
El
padre Don Giovanni de la Crucetta comprendió al instante el problema que tal hecho
conllevaría, pues no por ser de la orilla norte, era tonto. Vislumbró que tal
elección a la alcaldía supondría la mayor disputa en Santa Dona de Piave desde
que según la leyenda se dividió el pueblo debido a la construcción del puente.
Esa disputa terminó con la salomónica solución de que cada orilla construiría
su mitad correspondiente. Pero, desgraciadamente, en este especifico problema,
la mitad no es la solución.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; tab-stops: 42.55pt; text-align: justify; text-indent: 1.0cm;">
Así
pues, tras largas horas de oración ferviente buscando ese rayo de luz celestial
que iluminara su trágico dilema, el padre Don Giovanni de la Crucetta, no
albergando éxito luminoso sus rezos, concluyó por comunicar el problema al
párroco sur, el padre Don Humberto Mattino del Manto Divino, y entre los dos
discutir la solución.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; tab-stops: 42.55pt; text-align: justify; text-indent: 1.0cm;">
La
cita quedó concertada en el puente.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; tab-stops: 42.55pt; text-align: justify; text-indent: 1.0cm;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm; mso-list: l0 level1 lfo1; tab-stops: 42.55pt list 53.25pt; text-align: justify; text-indent: 1.0cm;">
<!--[if !supportLists]--><span style="font-family: 'Times New Roman', serif; font-size: 10pt; line-height: 150%;">—<span style="font-family: 'Times New Roman'; font-size: 7pt; line-height: normal;"> </span></span><!--[endif]-->Tenemos un problema, padre Mattino. He
recibido una carta del gobierno regional que nos acarreara graves altercados
entre nuestros parroquianos.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm; mso-list: l0 level1 lfo1; tab-stops: 42.55pt list 53.25pt; text-align: justify; text-indent: 1.0cm;">
<!--[if !supportLists]--><span style="font-family: 'Times New Roman', serif; font-size: 10pt; line-height: 150%;">—<span style="font-family: 'Times New Roman'; font-size: 7pt; line-height: normal;"> </span></span><!--[endif]-->¿De qué se trata, padre de la Crucetta? —preguntó
preocupado el padre Mattino. Decir es necesario que, si hubiera que salvar por
buenas relaciones a dos hombres de Santa Dona di Piave, estos eran nuestros
contertulios, aunque no por ello dejaban de ser partidistas.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm; mso-list: l0 level1 lfo1; tab-stops: 42.55pt list 53.25pt; text-align: justify; text-indent: 1.0cm;">
<!--[if !supportLists]--><span style="font-family: 'Times New Roman', serif; font-size: 10pt; line-height: 150%;">—<span style="font-family: 'Times New Roman'; font-size: 7pt; line-height: normal;"> </span></span><!--[endif]-->Las autoridades regionales —continuó el
padre de la Crucetta— nos obligan a celebrar elecciones a la... alcaldía.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm; mso-list: l0 level1 lfo1; tab-stops: 42.55pt list 53.25pt; text-align: justify; text-indent: 1.0cm;">
<!--[if !supportLists]--><span style="font-family: 'Times New Roman', serif; font-size: 10pt; line-height: 150%;">—<span style="font-family: 'Times New Roman'; font-size: 7pt; line-height: normal;"> </span></span><!--[endif]-->Mmm —y ambos se quedaron en meditabundo
silencio durante varios minutos. Comprendían la gravedad del asunto.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm; mso-list: l0 level1 lfo1; tab-stops: 42.55pt list 53.25pt; text-align: justify; text-indent: 1.0cm;">
<!--[if !supportLists]--><span style="font-family: 'Times New Roman', serif; font-size: 10pt; line-height: 150%;">—<span style="font-family: 'Times New Roman'; font-size: 7pt; line-height: normal;"> </span></span><!--[endif]-->Pues sí, es un problema —dijo al fin el
padre Mattino. Y allí estuvieron cerca de una hora, los tres callados, pues
recuerden a nuestro paciente pescador, pero en fin, como si no estuviera.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; tab-stops: 42.55pt; text-align: justify; text-indent: 1.0cm;">
En esa hora rezaron, pasearon, abatían sus
brazos y resoplaban buscando en su teológica sabiduría una solución.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm; mso-list: l0 level1 lfo1; tab-stops: 42.55pt list 53.25pt; text-align: justify; text-indent: 1.0cm;">
<!--[if !supportLists]--><span style="font-family: 'Times New Roman', serif; font-size: 10pt; line-height: 150%;">—<span style="font-family: 'Times New Roman'; font-size: 7pt; line-height: normal;"> </span></span><!--[endif]-->No hay más remedio... —dijo rompiendo el
silencio el padre de la Crucetta. <o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm; mso-list: l0 level1 lfo1; tab-stops: 42.55pt list 53.25pt; text-align: justify; text-indent: 1.0cm;">
<!--[if !supportLists]--><span style="font-family: 'Times New Roman', serif; font-size: 10pt; line-height: 150%;">—<span style="font-family: 'Times New Roman'; font-size: 7pt; line-height: normal;"> </span></span><!--[endif]-->No, no hay más remedio —contestó el padre
Mattino.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm; mso-list: l0 level1 lfo1; tab-stops: 42.55pt list 53.25pt; text-align: justify; text-indent: 1.0cm;">
<!--[if !supportLists]--><span style="font-family: 'Times New Roman', serif; font-size: 10pt; line-height: 150%;">—<span style="font-family: 'Times New Roman'; font-size: 7pt; line-height: normal;"> </span></span><!--[endif]-->¿Cómo lo hacemos? ¿Dónde nos reunimos?<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm; mso-list: l0 level1 lfo1; tab-stops: 42.55pt list 53.25pt; text-align: justify; text-indent: 1.0cm;">
<!--[if !supportLists]--><span style="font-family: 'Times New Roman', serif; font-size: 10pt; line-height: 150%;">—<span style="font-family: 'Times New Roman'; font-size: 7pt; line-height: normal;"> </span></span><!--[endif]-->Pues deberá ser aquí, no existe otro lugar
neutro.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm; mso-list: l0 level1 lfo1; tab-stops: 42.55pt list 53.25pt; text-align: justify; text-indent: 1.0cm;">
<!--[if !supportLists]--><span style="font-family: 'Times New Roman', serif; font-size: 10pt; line-height: 150%;">—<span style="font-family: 'Times New Roman'; font-size: 7pt; line-height: normal;"> </span></span><!--[endif]-->Muy bien, padre Mattino, reúna a su gente.
Aquí nos veremos hoy a las cinco de la tarde. Buenos días, padre.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm; mso-list: l0 level1 lfo1; tab-stops: 42.55pt list 53.25pt; text-align: justify; text-indent: 1.0cm;">
<!--[if !supportLists]--><span style="font-family: 'Times New Roman', serif; font-size: 10pt; line-height: 150%;">—<span style="font-family: 'Times New Roman'; font-size: 7pt; line-height: normal;"> </span></span><!--[endif]-->Aquí a las cinco. Buenos días padre de la
Crucetta. <o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; tab-stops: 42.55pt; text-align: justify; text-indent: 1.0cm;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; tab-stops: 42.55pt; text-align: justify; text-indent: 1.0cm;">
Ambos párrocos fueron casa por casa
avisando de la necesaria reunión en el puente para esa misma tarde. En toda
Santa Dona de Piave se empezó a respirar un ambiente de tensa incertidumbre.
Nadie sabía qué era tan importante para congregar a todos, el último echo de
características semejantes databa de hacía tres años, cuando se tuvo que
discutir si se mataban a las ovejas locas de Don Liborio Armenetto o se las
dejaba vivir con su extraña adicción a la estampida. Al final, como es
evidente, pues aún siguen correteando por allí, se les perdonó la vida porque
su lana, su leche y su carne era beneficiosa para todo el pueblo, cuando se
conseguía atrapar a alguna, claro. Esta anécdota nos sirve para ilustrar el
carácter hipócrita de los Piavenses, pues no por ser rivales y odiados enemigos
dejaban de hacer negocios entre ellos.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; tab-stops: 42.55pt; text-align: justify; text-indent: 1.0cm;">
Se acercaba ya la hora concertada y, tanto
el norte como el sur, estaban inquietamente reunidos en sus respectivas plazas.
Llegado el momento y encabezados por sus respectivos párrocos, marcharon todos
a tropel hacia el puente. Una vez allí y con los debidos intercambios de
miradas rojas, amenazas pensadas y cuchillos imaginados, esperaron todos
expectantes ante la subida al centro del puente de ambos religiosos. Allí y
ante la desatendida y distante presencia de nuestro loco pescador, que no
despegaba los ojos de su caña, se murmuraron unas palabras antes de referirse
al populacho.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm; mso-list: l0 level1 lfo1; tab-stops: 42.55pt list 53.25pt; text-align: justify; text-indent: 1.0cm;">
<!--[if !supportLists]--><span style="font-family: 'Times New Roman', serif; font-size: 10pt; line-height: 150%;">—<span style="font-family: 'Times New Roman'; font-size: 7pt; line-height: normal;"> </span></span><!--[endif]-->Queridos cristianos hijos de Dios... —comenzó
paternalmente el padre de la Crucetta como intentando apaciguar las futuribles
iras de la gente.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm; mso-list: l0 level1 lfo1; tab-stops: 42.55pt list 53.25pt; text-align: justify; text-indent: 1.0cm;">
<!--[if !supportLists]--><span style="font-family: 'Times New Roman', serif; font-size: 10pt; line-height: 150%;">—<span style="font-family: 'Times New Roman'; font-size: 7pt; line-height: normal;"> </span></span><!--[endif]-->Esta mañana se ha recibido una carta del
gobierno regional... —continuó el padre Mattino.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm; mso-list: l0 level1 lfo1; tab-stops: 42.55pt list 53.25pt; text-align: justify; text-indent: 1.0cm;">
<!--[if !supportLists]--><span style="font-family: 'Times New Roman', serif; font-size: 10pt; line-height: 150%;">—<span style="font-family: 'Times New Roman'; font-size: 7pt; line-height: normal;"> </span></span><!--[endif]-->Donde se nos insta de forma inmediata a
celebrar...<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm; mso-list: l0 level1 lfo1; tab-stops: 42.55pt list 53.25pt; text-align: justify; text-indent: 1.0cm;">
<!--[if !supportLists]--><span style="font-family: 'Times New Roman', serif; font-size: 10pt; line-height: 150%;">—<span style="font-family: 'Times New Roman'; font-size: 7pt; line-height: normal;"> </span></span><!--[endif]-->Elecciones...<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm; mso-list: l0 level1 lfo1; tab-stops: 42.55pt list 53.25pt; text-align: justify; text-indent: 1.0cm;">
<!--[if !supportLists]--><span style="font-family: 'Times New Roman', serif; font-size: 10pt; line-height: 150%;">—<span style="font-family: 'Times New Roman'; font-size: 7pt; line-height: normal;"> </span></span><!--[endif]-->A la alcaldía.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; tab-stops: 42.55pt; text-align: justify; text-indent: 1.0cm;">
Y
ahí comenzó todo. La cosa nació con murmullos, pero poco a poco subió el tono
hasta que los gritos eran escuchados hasta en Riveretta de la Veta, pueblo que
distaba a veinte kilómetros de allí. Ambos sacerdotes intentaron poner orden
durante bastante tiempo y cuando lo consiguieron continuaron con la noticia.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm; mso-list: l0 level1 lfo1; tab-stops: 42.55pt list 53.25pt; text-align: justify; text-indent: 1.0cm;">
<!--[if !supportLists]--><span style="font-family: 'Times New Roman', serif; font-size: 10pt; line-height: 150%;">—<span style="font-family: 'Times New Roman'; font-size: 7pt; line-height: normal;"> </span></span><!--[endif]-->El padre Mattino y yo hemos decidido...<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm; mso-list: l0 level1 lfo1; tab-stops: 42.55pt list 53.25pt; text-align: justify; text-indent: 1.0cm;">
<!--[if !supportLists]--><span style="font-family: 'Times New Roman', serif; font-size: 10pt; line-height: 150%;">—<span style="font-family: 'Times New Roman'; font-size: 7pt; line-height: normal;"> </span></span><!--[endif]-->Que cada orilla celebre un referéndum...<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm; mso-list: l0 level1 lfo1; tab-stops: 42.55pt list 53.25pt; text-align: justify; text-indent: 1.0cm;">
<!--[if !supportLists]--><span style="font-family: 'Times New Roman', serif; font-size: 10pt; line-height: 150%;">—<span style="font-family: 'Times New Roman'; font-size: 7pt; line-height: normal;"> </span></span><!--[endif]-->Para proponer un candidato.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm; mso-list: l0 level1 lfo1; tab-stops: 42.55pt list 53.25pt; text-align: justify; text-indent: 1.0cm;">
<!--[if !supportLists]--><span style="font-family: 'Times New Roman', serif; font-size: 10pt; line-height: 150%;">—<span style="font-family: 'Times New Roman'; font-size: 7pt; line-height: normal;"> </span></span><!--[endif]-->Un único candidato por orilla...<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm; mso-list: l0 level1 lfo1; tab-stops: 42.55pt list 53.25pt; text-align: justify; text-indent: 1.0cm;">
<!--[if !supportLists]--><span style="font-family: 'Times New Roman', serif; font-size: 10pt; line-height: 150%;">—<span style="font-family: 'Times New Roman'; font-size: 7pt; line-height: normal;"> </span></span><!--[endif]-->Y con consenso general.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; tab-stops: 42.55pt; text-align: justify; text-indent: 1.0cm;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; tab-stops: 42.55pt; text-align: justify; text-indent: 1.0cm;">
Y
volvió a desatarse la locura. Todos empezaron a gritar, a amenazar, a
protestar, a empujarse, a discutir. Tal histeria colectiva se sostuvo durante
cerca de quince minutos en los cuales, tanto el padre Mattino como de la
Crucetta, intentaron en vano apaciguar las iras. Transcurrido ese tiempo el
populacho fue perdiendo fuerza, echo que aprovecharon los moderadores.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm; mso-list: l0 level1 lfo1; tab-stops: 42.55pt list 53.25pt; text-align: justify; text-indent: 1.0cm;">
<!--[if !supportLists]--><span style="font-family: 'Times New Roman', serif; font-size: 10pt; line-height: 150%;">—<span style="font-family: 'Times New Roman'; font-size: 7pt; line-height: normal;"> </span></span><!--[endif]-->Hermanos...<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm; mso-list: l0 level1 lfo1; tab-stops: 42.55pt list 53.25pt; text-align: justify; text-indent: 1.0cm;">
<!--[if !supportLists]--><span style="font-family: 'Times New Roman', serif; font-size: 10pt; line-height: 150%;">—<span style="font-family: 'Times New Roman'; font-size: 7pt; line-height: normal;"> </span></span><!--[endif]-->Tranquilos...<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm; mso-list: l0 level1 lfo1; tab-stops: 42.55pt list 53.25pt; text-align: justify; text-indent: 1.0cm;">
<!--[if !supportLists]--><span style="font-family: 'Times New Roman', serif; font-size: 10pt; line-height: 150%;">—<span style="font-family: 'Times New Roman'; font-size: 7pt; line-height: normal;"> </span></span><!--[endif]-->Es la única manera...<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm; mso-list: l0 level1 lfo1; tab-stops: 42.55pt list 53.25pt; text-align: justify; text-indent: 1.0cm;">
<!--[if !supportLists]--><span style="font-family: 'Times New Roman', serif; font-size: 10pt; line-height: 150%;">—<span style="font-family: 'Times New Roman'; font-size: 7pt; line-height: normal;"> </span></span><!--[endif]-->De encontrar una solución...<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm; mso-list: l0 level1 lfo1; tab-stops: 42.55pt list 53.25pt; text-align: justify; text-indent: 1.0cm;">
<!--[if !supportLists]--><span style="font-family: 'Times New Roman', serif; font-size: 10pt; line-height: 150%;">—<span style="font-family: 'Times New Roman'; font-size: 7pt; line-height: normal;"> </span></span><!--[endif]-->Y aun sabiendo la casi imposible
unanimidad general, ni aún menos una simple mayoría...<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm; mso-list: l0 level1 lfo1; tab-stops: 42.55pt list 53.25pt; text-align: justify; text-indent: 1.0cm;">
<!--[if !supportLists]--><span style="font-family: 'Times New Roman', serif; font-size: 10pt; line-height: 150%;">—<span style="font-family: 'Times New Roman'; font-size: 7pt; line-height: normal;"> </span></span><!--[endif]-->Esos dos candidatos se enfrentarán en
tales elecciones para ser el alcalde de nuestro amado pueblo.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; tab-stops: 42.55pt; text-align: justify; text-indent: 1.0cm;">
De nuevo un murmullo nada halagüeño se fue
elevando.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm; mso-list: l0 level1 lfo1; tab-stops: 42.55pt list 53.25pt; text-align: justify; text-indent: 1.0cm;">
<!--[if !supportLists]--><span style="font-family: 'Times New Roman', serif; font-size: 10pt; line-height: 150%;">—<span style="font-family: 'Times New Roman'; font-size: 7pt; line-height: normal;"> </span></span><!--[endif]-->La alcaldía se obtendrá con el número de
votos...<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm; mso-list: l0 level1 lfo1; tab-stops: 42.55pt list 53.25pt; text-align: justify; text-indent: 1.0cm;">
<!--[if !supportLists]--><span style="font-family: 'Times New Roman', serif; font-size: 10pt; line-height: 150%;">—<span style="font-family: 'Times New Roman'; font-size: 7pt; line-height: normal;"> </span></span><!--[endif]-->Correspondientes a la mitad... más uno de
los votantes aptos de Santa Dona Di Piave.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; tab-stops: 42.55pt; text-align: justify; text-indent: 1.0cm;">
La
explosión de agresividad se perdió en el odio y el descontrol. Los gritos de
amenaza entre orillas comenzó a tomar un cariz muy peligroso. Los insultos eran
macabramente imaginativos. Y entonces ocurrió... Primero fue una, luego otra...
y tras eso, la lluvia de piedras, palos, macetas, frutas, verduras o todo
aquello que se pillara a mano, era útil para ser arrojado hacia la orilla
opuesta. Cientos de contundentes objetos volaron sobre la cabeza de nuestro
viejo, bueno, paciente e impasible Pacciencio. Ajeno a todo elemento
artificialmente volador, seguía con sus ojos clavados en el riachuelo atento a
cualquier tirón que sintiera en su caña.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; tab-stops: 42.55pt; text-align: justify; text-indent: 1.0cm;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; tab-stops: 42.55pt; text-align: justify; text-indent: 1.0cm;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; tab-stops: 42.55pt; text-align: justify; text-indent: 1.0cm;">
La
guerra, revolución, secesión o como quieran llamarlo, duró una semana.
Ocurrieron hechos lamentables. Lo primero fue construir barricadas en todo lo
largo de ambas orillas; se crearon puestos de vigilancia y se dispuso, en cada
lado del puente, una especie de aduana o guardia, que retuviera a toda persona
ajena o no permitida del lado correspondiente del riachuelo. Rápidamente se
creó una milicia en cada orilla, se reclutó a todo aquel hombre comprendido
entre los doce y sesenta años. Se establecieron patrullas de control, cuartel
general (el norte, en la pescadería de Don Bernardetto Galletto y el sur, en la
panadería de Don Agripino Pescadino) y por supuesto, servicio de espionaje,
compuesto mayoritariamente por mujeres entre las que destacaban Bendita
Pechugguiña (una mujer de armas tomar... ustedes ya me entienden) que
encabezaba el servicio del sur y la bella Filomena Lomennea (la única mujer que
conseguía armonizar en vaivén la mirada de todos los Piavenses) dirigía el
espionaje norte. Con tales encantos y otros muchos que poseían el resto de
mujeres espías, unidas a las no pocas virtudes ya dadas en la naturaleza
femenina por defecto, efecto o exceso, la labor realizadas por éstas fueron
quizás las más provechosas, en todos los sentidos, consiguiendo traiciones
electorales al intercambio de cuarto y mitad de pechuga, por voto; o a la no menor
oferta de muslo y contra muslo por voto familiar. En fin, hipócritas, pero no
tontos. Los piavenses se dieron cuenta que la guerra fría (o caliente) daba más
provecho que las amenazas.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; tab-stops: 42.55pt; text-align: justify; text-indent: 1.0cm;">
Durante
todo el día se repetían altercados y enfrentamientos, lanzamientos de objetos,
más perfeccionados, eso sí, sin causa ninguna, simplemente como prácticas de
puntería usando como blanco la poderosa calva brillante de Don Bartolomé del
Cañette, o por venganza por el precio del ovillo de lana de Doña Bernarda Crochetinna
y mayoritariamente se usaba la excusa de la trasgresión, no importaba hacia qué
lado afectase, de la correspondiente estampida de ovejas locas de la diez y
media, o de las cuatro y cuarto, o de las seis treinta y siete... En fin, daba
igual la hora. Se veían a las ovejas cruzar por el río dando brincos y, ¡ala!,
piedra que te va y viene. El único
margen de hora respetado por ambas milicias era la comprendida entre la
hora de comer y el final de la siesta, no por nada, ni consenso ni pre acuerdo,
simplemente porque para los piavenses, tanto la comida como la siesta, eran
mucho más importante que cualquier guerra o cataclismo. Don Humberto Mattino
siempre decía que como el día del juicio cayera en esa hora, allí no se salvaba
ni él mismo.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; tab-stops: 42.55pt; text-align: justify; text-indent: 1.0cm;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; tab-stops: 42.55pt; text-align: justify; text-indent: 1.0cm;">
Por
la noche, no sólo los enfrentamientos se provocaban por los inmensos ronquidos
de don Albertino, sino que, de hecho, era el momento de mayor actividad, pues
se unía a la lucha física, la labor de las mujeres espías. Se producían
incursiones nocturnas que atacaban la integridad de las vacas, de las tiendas
y, desgraciadamente, de la fidelidad matrimonial.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; tab-stops: 42.55pt; text-align: justify; text-indent: 1.0cm;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; tab-stops: 42.55pt; text-align: justify; text-indent: 1.0cm;">
Las
cosechas se perdieron por completo. Las vacas, del susto, se les agrió la
leche; los cerdos, sin comida y desatendidos, adelgazaron tanto que ni la pata
servía de paletilla y ni la paletilla servía para el caldo. De hecho,
terminaron siendo usados como animales alarma porque en cuanto veían movimiento
se ponían a gritar al creerse alimentados. Las gallinas, alborotadas, se
unieron al despropósito general y se peleaban entre ellas y los gallos,
desfallecidos por el hambre, no tenían fuerzas ni para cumplir su función como
macho. En fin, el pueblo se empobreció en extremo, pero la lucha, la secesión,
era lo primero. Nadie preveía que se quedarían sin víveres, y cuando ocurrió,
nadie quiso admitirlo externamente; e internamente se culpaba de robo a la
orilla rival. Conocida una debilidad del oponente, la política y la violencia,
exprimen tal ventaja para conseguir la victoria. Pero, ¿qué ocurre cuando los
recursos, las fuerzas y las milicias están igualadas hasta tal extremo? Pues
que una vez sustituida la locura y la envidia por el odio visceral, lo normal
es que ocurra lo peor: el exterminio.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; tab-stops: 42.55pt; text-align: justify; text-indent: 1.0cm;">
Tal
no ocurrió en Santa Dona di Piave. Por exterminar, no se exterminó siquiera una
oveja loca de don Liborio Armenetto, pero chichones graves, roturas de huesos y
magulladuras hubo a cientos.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; tab-stops: 42.55pt; text-align: justify; text-indent: 1.0cm;">
Finalmente,
cuando la solución parecía impensable, unas negociaciones llevadas a cabo en la
más absoluta discreción por el padre Mattino y Crucetta, se consiguió que ambas
partes propusieran un candidato. Evidentemente, tales candidatos fueron los
correspondientes <i>generales</i> y líderes
militares, pues cuando una lucha se desata, lo más fácil es encontrar un líder:
el más fuerte, violento y agresivo en sus ideas y acciones.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; tab-stops: 42.55pt; text-align: justify; text-indent: 1.0cm;">
Tras
otra semana de luchas sumidas en la debilidad y en el hambre, se consiguió otro
avance en las negociaciones. Esta vez, se acordó un acercamiento entre ambas
partes. Habría una entrevista privada y se convocarían elecciones generales,
pero divididas (si eso se puede comer), en cada orilla y supervisadas por la
estricta ética correspondiente y aceptada de cada párroco. Las urnas se
guardarían en sendas parroquias, se abrirían en público dado el momento y se
realizaría el recuento ante la vista de todos.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; tab-stops: 42.55pt; text-align: justify; text-indent: 1.0cm;">
Ello
ocurriría al cabo de otra semana. Durante este periodo, los enfrentamientos
disminuyeron un tanto y entró en plena acción el servicio de espionaje. Se
compraban votos. Se vendía todo tipo de carne: de oveja, de cabra, de vaca, de
Bendita Pechugguiña, de Filomena Lomennea, de Sofieta Lengüeta, de Maruja Pérez
(que al no ser autóctona, tenía gran clientela por su exotismo)<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; tab-stops: 42.55pt; text-align: justify; text-indent: 1.0cm;">
Durante
esa semana se recogieron todos los votos. Y llegó el gran día. El Domingo, día
del Señor, los trescientos habitantes con derecho a voto y el resto del pueblo
se congregó en las orillas del río y como centro de control y recuento, el
puente, con su correspondiente impasible y ajeno Pacciencio. Pudo haberse caído
el cielo con todas sus estrellas y lunas durante tal revuelta, que Pacciencio
no se hubiera enterado de nada. Él seguía ahí, con su caña y sus viejos ojos
observantes, lejos, muy lejos de todas las barbaries cometidas en esas tres
semanas.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; tab-stops: 42.55pt; text-align: justify; text-indent: 1.0cm;">
Los
ciento cincuenta votantes de cada orilla se situaron en las primeras filas
(porque, claro, hasta en el número de votantes existía la igualdad) y tras una
breve y muy tensa espera, aparecieron ambos sacerdotes con sus correspondientes
urnas. Ante el temor de que alguna traición electoral desbocara las iras del
populacho, se mezclaron todas las papeletas en una única urna. Esto suscitó
algunas dudas y sus correspondientes murmullos, pero gracias a Dios y al honor
y ética reconocidas en ambos religiosos, la cosa no fue a mayores.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; tab-stops: 42.55pt; text-align: justify; text-indent: 1.0cm;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; tab-stops: 42.55pt; text-align: justify; text-indent: 1.0cm;">
Se
revolvió toda aquella hipocresía en forma de papeletas y se procedió al
recuento. El padre Mattino fue el primero en abrir una papeleta.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm; mso-list: l0 level1 lfo1; tab-stops: 42.55pt list 53.25pt; text-align: justify; text-indent: 1.0cm;">
<!--[if !supportLists]--><span style="font-family: 'Times New Roman', serif; font-size: 10pt; line-height: 150%;">—<span style="font-family: 'Times New Roman'; font-size: 7pt; line-height: normal;"> </span></span><!--[endif]-->Voto para Don Marccelo Marcial... —y
parecerá increíble, pero incluso en el primer voto hubo murmullos de
aprobación, desaprobación, dudas y traiciones, pues es natural en el nervioso
traidor señalar antes de ser señalado.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm; mso-list: l0 level1 lfo1; tab-stops: 42.55pt list 53.25pt; text-align: justify; text-indent: 1.0cm;">
<!--[if !supportLists]--><span style="font-family: 'Times New Roman', serif; font-size: 10pt; line-height: 150%;">—<span style="font-family: 'Times New Roman'; font-size: 7pt; line-height: normal;"> </span></span><!--[endif]-->Voto para Don Marccelo Marcial —esta vez
lo cantó el padre de la Crucetta. El murmullo continuó.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm; mso-list: l0 level1 lfo1; tab-stops: 42.55pt list 53.25pt; text-align: justify; text-indent: 1.0cm;">
<!--[if !supportLists]--><span style="font-family: 'Times New Roman', serif; font-size: 10pt; line-height: 150%;">—<span style="font-family: 'Times New Roman'; font-size: 7pt; line-height: normal;"> </span></span><!--[endif]-->Voto para Don Marccelo Marcial —y al
tumulto, los párrocos y hasta a las ovejas locas de Don Liborio Armeneto que
por allí correteaban se les pusieron los pelos y las lanas de punta temiéndose
lo peor... Un voto más para Don Marcial y...<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm; mso-list: l0 level1 lfo1; tab-stops: 42.55pt list 53.25pt; text-align: justify; text-indent: 1.0cm;">
<!--[if !supportLists]--><span style="font-family: 'Times New Roman', serif; font-size: 10pt; line-height: 150%;">—<span style="font-family: 'Times New Roman'; font-size: 7pt; line-height: normal;"> </span></span><!--[endif]-->Voto para... Don Valentino Scoppeta —y
hubo relajación.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm; mso-list: l0 level1 lfo1; tab-stops: 42.55pt list 53.25pt; text-align: justify; text-indent: 1.0cm;">
<!--[if !supportLists]--><span style="font-family: 'Times New Roman', serif; font-size: 10pt; line-height: 150%;">—<span style="font-family: 'Times New Roman'; font-size: 7pt; line-height: normal;"> </span></span><!--[endif]-->Voto para don Valentino Scoppeta... —y
así, poco a poco, fue realizándose el recuento. Hubo momentos de tensión, pero
el mayor peligro se vivió cuando Don Valentino Scoppeta, en un guiño cruel del
azar, sacó diez votos favorables consecutivos y tomó gran ventaja a su
adversario. Se escucharon gritos, pero el padre Mattino, previa pronunciación
de jaculatoria “Dios mío, Dios mío, por qué me has abandonado”, sacó un voto
favorable a Don Marcial y encadenó siete votos a Marcial con otras siete
jaculatorias precedentes.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; tab-stops: 42.55pt; text-align: justify; text-indent: 1.0cm;">
El recuento duró cerca de dos horas, pero
a la hora y media hubo un parón concertado por los párrocos, debido a una grave
irregularidad. En voz baja hubo la siguiente conversación:<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm; mso-list: l0 level1 lfo1; tab-stops: 42.55pt list 53.25pt; text-align: justify; text-indent: 1.0cm;">
<!--[if !supportLists]--><span style="font-family: 'Times New Roman', serif; font-size: 10pt; line-height: 150%;">—<span style="font-family: 'Times New Roman'; font-size: 7pt; line-height: normal;"> </span></span><!--[endif]-->Padre Mattino, hay un problema...<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm; mso-list: l0 level1 lfo1; tab-stops: 42.55pt list 53.25pt; text-align: justify; text-indent: 1.0cm;">
<!--[if !supportLists]--><span style="font-family: 'Times New Roman', serif; font-size: 10pt; line-height: 150%;">—<span style="font-family: 'Times New Roman'; font-size: 7pt; line-height: normal;"> </span></span><!--[endif]-->¿Cuál, padre de la Crucetta?<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm; mso-list: l0 level1 lfo1; tab-stops: 42.55pt list 53.25pt; text-align: justify; text-indent: 1.0cm;">
<!--[if !supportLists]--><span style="font-family: 'Times New Roman', serif; font-size: 10pt; line-height: 150%;">—<span style="font-family: 'Times New Roman'; font-size: 7pt; line-height: normal;"> </span></span><!--[endif]-->Llevamos ya trescientos votos...<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm; mso-list: l0 level1 lfo1; tab-stops: 42.55pt list 53.25pt; text-align: justify; text-indent: 1.0cm;">
<!--[if !supportLists]--><span style="font-family: 'Times New Roman', serif; font-size: 10pt; line-height: 150%;">—<span style="font-family: 'Times New Roman'; font-size: 7pt; line-height: normal;"> </span></span><!--[endif]-->Mmm, ya veo, eso es grave. Somos
trescientos votantes y aún quedan... mmm, unos cien votos...<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm; mso-list: l0 level1 lfo1; tab-stops: 42.55pt list 53.25pt; text-align: justify; text-indent: 1.0cm;">
<!--[if !supportLists]--><span style="font-family: 'Times New Roman', serif; font-size: 10pt; line-height: 150%;">—<span style="font-family: 'Times New Roman'; font-size: 7pt; line-height: normal;"> </span></span><!--[endif]-->¿Qué hacemos? Va ganando su candidato,
pero no se puede cerrar el recuento ahora, se desataría la locura.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm; mso-list: l0 level1 lfo1; tab-stops: 42.55pt list 53.25pt; text-align: justify; text-indent: 1.0cm;">
<!--[if !supportLists]--><span style="font-family: 'Times New Roman', serif; font-size: 10pt; line-height: 150%;">—<span style="font-family: 'Times New Roman'; font-size: 7pt; line-height: normal;"> </span></span><!--[endif]-->La locura se desatará de todas todas, pero
lleva razón, no sería justo cerrar la cuenta, es lógico pensar que en ambas
orillas existan irregularidades...<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm; mso-list: l0 level1 lfo1; tab-stops: 42.55pt list 53.25pt; text-align: justify; text-indent: 1.0cm;">
<!--[if !supportLists]--><span style="font-family: 'Times New Roman', serif; font-size: 10pt; line-height: 150%;">—<span style="font-family: 'Times New Roman'; font-size: 7pt; line-height: normal;"> </span></span><!--[endif]-->¿Ellos sabrán cuántos somos? —dijo el
padre de la Crucetta mirando aterrorizado al populacho que clavaban en ellos
los ojos.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm; mso-list: l0 level1 lfo1; tab-stops: 42.55pt list 53.25pt; text-align: justify; text-indent: 1.0cm;">
<!--[if !supportLists]--><span style="font-family: 'Times New Roman', serif; font-size: 10pt; line-height: 150%;">—<span style="font-family: 'Times New Roman'; font-size: 7pt; line-height: normal;"> </span></span><!--[endif]-->Lo dudo, pero es igual, tanto unos como
otros cuentan con la lectura de todos los votos al suponerse vencedores, ambas
partes han amañado los votos, por lo tanto, ambas esperan vencer, todo sea ver
quien ha infiltrado más votos extras...<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm; mso-list: l0 level1 lfo1; tab-stops: 42.55pt list 53.25pt; text-align: justify; text-indent: 1.0cm;">
<!--[if !supportLists]--><span style="font-family: 'Times New Roman', serif; font-size: 10pt; line-height: 150%;">—<span style="font-family: 'Times New Roman'; font-size: 7pt; line-height: normal;"> </span></span><!--[endif]-->Debemos continuar... y que Dios nos coja
confesados a todos.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm; mso-list: l0 level1 lfo1; tab-stops: 42.55pt list 53.25pt; text-align: justify; text-indent: 1.0cm;">
<!--[if !supportLists]--><span style="font-family: 'Times New Roman', serif; font-size: 10pt; line-height: 150%;">—<span style="font-family: 'Times New Roman'; font-size: 7pt; line-height: normal;"> </span></span><!--[endif]-->Sí, continuemos. Dios nos asista —y esa
media hora restante fue infernal para los religiosos.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; tab-stops: 42.55pt; text-align: justify; text-indent: 1.0cm;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; tab-stops: 42.55pt; text-align: justify; text-indent: 1.0cm;">
Por fin llegó la hora de la lectura del
último voto. La tensión, la agresividad y el odio eran perfectamente palpables,
acariciables o cortables. Ese voto, fuera lo que fuese, desataría sin remedio
lo peor. La votación, como es imaginable, o mejor dicho, inimaginable, tenía la
igualdad de doscientos diez votos para Don Marccelo Marcial y de doscientos
once para Don Valentino Scoppeta. El infierno envidiaba aquel momento. Y llegó
el último voto.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm; mso-list: l0 level1 lfo1; tab-stops: 42.55pt list 53.25pt; text-align: justify; text-indent: 1.0cm;">
<!--[if !supportLists]--><span style="font-family: 'Times New Roman', serif; font-size: 10pt; line-height: 150%;">—<span style="font-family: 'Times New Roman'; font-size: 7pt; line-height: normal;"> </span></span><!--[endif]-->Y el último voto es para... —el padre
Mattino, que se encargaba de la lectura, palideció y medio desmayado tendió el
voto hacia el padre de la Crucetta. Éste lo recogió.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm; mso-list: l0 level1 lfo1; tab-stops: 42.55pt list 53.25pt; text-align: justify; text-indent: 1.0cm;">
<!--[if !supportLists]--><span style="font-family: 'Times New Roman', serif; font-size: 10pt; line-height: 150%;">—<span style="font-family: 'Times New Roman'; font-size: 7pt; line-height: normal;"> </span></span><!--[endif]-->Es para... —también palideció, y a duras
penas dijo— para Don Marccelo Marcial. — Estricto empate. Igualdad máxima,
hasta en los votos amañados.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; tab-stops: 42.55pt; text-align: justify; text-indent: 1.0cm;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; tab-stops: 42.55pt; text-align: justify; text-indent: 1.0cm;">
Ocurrió entonces el desastre. Esta vez no
sólo volaron piedras, palos, macetas... Se unieron al particular vuelo sillas,
muebles, botellas, toneles, barricas, ruedas de carro, yunques, estribos,
herraduras, herramientas, cucharones, cacerolas, sartenes, platos e incluso
algún bruto arrojó a un cerdo alarma que encontró allí a mano (¿escucharon
alguna vez eso de un cerdo volador...?). Todo aquello que la fuerza humana
pueda hacer volar de alguna manera, fue lanzado o arrojado sin compasión hacia
la orilla opuesta. Hasta el pobre viejo borrachín Don Salustiano de la Uveta se
hernió cuando siguiendo el ejemplo del cerdo volador, pretendió con extenuantes
e inútiles esfuerzos levantar una vaca. Los heridos se amontonaron. No existía
estrategia posible, era pura y dura batalla campal, una lucha desenfrenada y
rabiosa donde no importaban las bajas propias, sino las enemigas. Nadie salió
huyendo. Las mujeres histéricas y posesas arrojaban sus preciadas vajillas,
regalos de aniversarios, por no poder arrojar a sus infieles maridos. Las
abuelas lanzaban sin compasión todos aquellos jarrones y floreros que guardaban
en su herencia durante siglos. Los abuelos hacían volar certeramente sus
bastones, callados, muletas y hasta alguna que otra dentadura postiza. Los
niños lanzaban con deleite sus libros escolares y reglas; las niñas, sus
muñecas de porcelana y sus caballitos de madera... En fin, me quedo sin
palabras y sin memoria para poder recordar todo aquello que se vio volar de una
orilla a otra.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; tab-stops: 42.55pt; text-align: justify; text-indent: 1.0cm;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; tab-stops: 42.55pt; text-align: justify; text-indent: 1.0cm;">
Pero entonces ocurrió. <o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; tab-stops: 42.55pt; text-align: justify; text-indent: 1.0cm;">
Nuestro querido y olvidado Piacciencio, al
que ya le predije como protagonista, sintió un leve tirón en su caña. Después
otro. Y otro. Y mientras pasaban por encima de su boina infinidad de objetos
animados e inanimados, su caña comenzó a doblarse. Se tensó el hilo y empezó a
correr el carrete.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; tab-stops: 42.55pt; text-align: justify; text-indent: 1.0cm;">
Si alguna vez existió la sorpresa en este
mundo, lo lógico habría sido que encontrara en el rostro de Piacciencio y en el
inaudito hecho de pescar algo allí, pero no, Piacciencio de hecho ni pestañeó.
Con su siempre temple impasible y quizás, apartado de posibles emociones en
este mundo, fue poco a poco luchando con aquel pez que se antojaba bastante
grande. Ni sonreía, ni le brillaban los ojos, nada de nada. Piacciencio tomó
aquél singular y, sin precedentes, pez pescado como si hubiera sido su captura
número cincuenta... de aquel día.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; tab-stops: 42.55pt; text-align: justify; text-indent: 1.0cm;">
Y mientras Piacciencio luchaba con su
captura, soltando un poco de carrete, luego tirando fuerte y recogiendo,
imperturbable, impasible y demás “im” que puedan pensar, la lluvia de objetos
sobre su cabeza fue cesando lentamente y tornándose en silencio y asombro
general. Por una vez en su vida, Piacciencio cobró, poco a poco, protagonismo
en el pueblo que le tenía en el más absoluto olvido. Cien objetos, luego
cincuenta, luego veinte, luego diez, luego tres, luego una manzana y
finalmente, ningún objeto volador. Todos estaban perplejos y estupefactos
mirando al tranquilo pescador luchar con su trucha. Los sudores y esfuerzos sí
eran visibles y evidentes, algo incomprensible, además, teniendo en cuenta que
Piacciencio bien podría rondar los ochenta años y posiblemente, los treinta
pescando allí mismo, en el centro del puente, de pie del alba al ocaso.
Pescando, simplemente pescando treinta años.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; tab-stops: 42.55pt; text-align: justify; text-indent: 1.0cm;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; tab-stops: 42.55pt; text-align: justify; text-indent: 1.0cm;">
Y comenzó el milagro.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; tab-stops: 42.55pt; text-align: justify; text-indent: 1.0cm;">
La perplejidad y el asombro compartido
tienden a unir a la plebe. Tras media hora donde el pez se las ingeniaba para
no salir del agua, se escuchó una voz:<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm; mso-list: l0 level1 lfo1; tab-stops: 42.55pt list 45.0pt 53.25pt; text-align: justify; text-indent: 1.0cm;">
<!--[if !supportLists]--><span style="font-family: 'Times New Roman', serif; font-size: 10pt; line-height: 150%;">—<span style="font-family: 'Times New Roman'; font-size: 7pt; line-height: normal;"> </span></span><!--[endif]-->¡Vamos Piacciencio! <o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; tab-stops: 42.55pt; text-align: justify; text-indent: 1.0cm;">
Y
luego otra:<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm; mso-list: l0 level1 lfo1; tab-stops: 42.55pt list 45.0pt 53.25pt; text-align: justify; text-indent: 1.0cm;">
<!--[if !supportLists]--><span style="font-family: 'Times New Roman', serif; font-size: 10pt; line-height: 150%;">—<span style="font-family: 'Times New Roman'; font-size: 7pt; line-height: normal;"> </span></span><!--[endif]-->¡Ánimo! ¡Tú puedes! <o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; tab-stops: 42.55pt; text-align: justify; text-indent: 1.0cm;">
Y otra más:<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm; mso-list: l0 level1 lfo1; tab-stops: 42.55pt list 45.0pt 53.25pt; text-align: justify; text-indent: 1.0cm;">
<!--[if !supportLists]--><span style="font-family: 'Times New Roman', serif; font-size: 10pt; line-height: 150%;">—<span style="font-family: 'Times New Roman'; font-size: 7pt; line-height: normal;"> </span></span><!--[endif]-->¡Ya es tuyo! ¡Tira!<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; tab-stops: 42.55pt; text-align: justify; text-indent: 1.0cm;">
Y poco a poco todo el pueblo troncó su ira
en júbilo y aplausos, gritando y animando al viejo pescador. Todos unidos, sin
importar la orilla, la piedra recibida o la maceta lanzada, todos, con una
hermosa sinfonía de hermandad gritaban llenos de tensión emocionante, de la que
es su explosión más cercana, la lágrima alegre y no el puño apretado, y que
estaba a punto de reventar y explayarse.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm; mso-list: l0 level1 lfo1; tab-stops: 42.55pt list 45.0pt 53.25pt; text-align: justify; text-indent: 1.0cm;">
<!--[if !supportLists]--><span style="font-family: 'Times New Roman', serif; font-size: 10pt; line-height: 150%;">—<span style="font-family: 'Times New Roman'; font-size: 7pt; line-height: normal;"> </span></span><!--[endif]-->¡Vamos!<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm; mso-list: l0 level1 lfo1; tab-stops: 42.55pt list 45.0pt 53.25pt; text-align: justify; text-indent: 1.0cm;">
<!--[if !supportLists]--><span style="font-family: 'Times New Roman', serif; font-size: 10pt; line-height: 150%;">—<span style="font-family: 'Times New Roman'; font-size: 7pt; line-height: normal;"> </span></span><!--[endif]-->¡Piacciencio, ya lo tienes!<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm; mso-list: l0 level1 lfo1; tab-stops: 42.55pt list 45.0pt 53.25pt; text-align: justify; text-indent: 1.0cm;">
<!--[if !supportLists]--><span style="font-family: 'Times New Roman', serif; font-size: 10pt; line-height: 150%;">—<span style="font-family: 'Times New Roman'; font-size: 7pt; line-height: normal;"> </span></span><!--[endif]-->¡Suelta un poco y luego tira! —por si a
Piacciencio, después de treinta años, se le hubiera olvidado, no te digo...<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm; mso-list: l0 level1 lfo1; tab-stops: 42.55pt list 45.0pt 53.25pt; text-align: justify; text-indent: 1.0cm;">
<!--[if !supportLists]--><span style="font-family: 'Times New Roman', serif; font-size: 10pt; line-height: 150%;">—<span style="font-family: 'Times New Roman'; font-size: 7pt; line-height: normal;"> </span></span><!--[endif]-->¡Venga, venga!<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm; mso-list: l0 level1 lfo1; tab-stops: 42.55pt list 45.0pt 53.25pt; text-align: justify; text-indent: 1.0cm;">
<!--[if !supportLists]--><span style="font-family: 'Times New Roman', serif; font-size: 10pt; line-height: 150%;">—<span style="font-family: 'Times New Roman'; font-size: 7pt; line-height: normal;"> </span></span><!--[endif]-->Sí, sí!<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm; mso-list: l0 level1 lfo1; tab-stops: 42.55pt list 45.0pt 53.25pt; text-align: justify; text-indent: 1.0cm;">
<!--[if !supportLists]--><span style="font-family: 'Times New Roman', serif; font-size: 10pt; line-height: 150%;">—<span style="font-family: 'Times New Roman'; font-size: 7pt; line-height: normal;"> </span></span><!--[endif]-->¡Ahora!<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; tab-stops: 42.55pt; text-align: justify; text-indent: 1.0cm;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; tab-stops: 42.55pt; text-align: justify; text-indent: 1.0cm;">
Y Piacciencio, juntando en uno todo su
esfuerzo, agarrotando sus músculos, tensando su fuerza, inflando sus venas y
carrillos, tiró. Tiró como si en ello le fuera la vida. Tiró como si rescatara
su alma del mismísimo infierno. Tiró y... una enorme trucha de unos veinte
kilos saltó por el aire. Voló como si tuviera alas, se sustentó en el aire una
eternidad y pudo ser observada con gloria y deleite por todos los reunidos.
Dibujó un vuelo propio del águila que se muestra reina ante la paloma, y voló,
voló directo hacia Piacciencio, y voló, voló... tanto que se escuchó un
terrible “plas” cuando cayó al agua al otro lado del puente. Todos los
presentes pronunciaron un sentido “ooooooh”.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; tab-stops: 42.55pt; text-align: justify; text-indent: 1.0cm;">
Pero Piacciencio llevaba demasiado tiempo
buscando ese pez como para darse por vencido. Después de treinta años no se iba
a dejar vencer. Y volvió a reunir sus fuerzas, sus venas hinchadas, sus
tendones tirantes y tiró, tiró de nuevo con la poca vida que le quedaba. Tiró,
tiró y... y... Otra vez la trucha voló, otra vez preciosa, brillante, bailando
en el aire, nadando quizás, doblando su cuerpo. Voló... voló y... ¡pas! El
puente retumbó cuando, aquellos inmensos veinte kilos de trucha chocaron contra
la maltrecha madera del puente. Todo el pueblo estalló en vítores, fiesta,
alegría, júbilo, regocijo... Busquen ustedes sinónimos. Todo aquel sinónimo de
odio o ira encontró, en aquel, momento otro de alegría.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm; mso-list: l0 level1 lfo1; tab-stops: 42.55pt list 53.25pt; text-align: justify; text-indent: 1.0cm;">
<!--[if !supportLists]--><span style="font-family: 'Times New Roman', serif; font-size: 10pt; line-height: 150%;">—<span style="font-family: 'Times New Roman'; font-size: 7pt; line-height: normal;"> </span></span><!--[endif]-->¡Hurraaa!<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm; mso-list: l0 level1 lfo1; tab-stops: 42.55pt list 53.25pt; text-align: justify; text-indent: 1.0cm;">
<!--[if !supportLists]--><span style="font-family: 'Times New Roman', serif; font-size: 10pt; line-height: 150%;">—<span style="font-family: 'Times New Roman'; font-size: 7pt; line-height: normal;"> </span></span><!--[endif]-->¡Bravo!<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm; mso-list: l0 level1 lfo1; tab-stops: 42.55pt list 53.25pt; text-align: justify; text-indent: 1.0cm;">
<!--[if !supportLists]--><span style="font-family: 'Times New Roman', serif; font-size: 10pt; line-height: 150%;">—<span style="font-family: 'Times New Roman'; font-size: 7pt; line-height: normal;"> </span></span><!--[endif]-->¡Bien! ¡Piacciencio, Piacciencio!<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm; mso-list: l0 level1 lfo1; tab-stops: 42.55pt list 53.25pt; text-align: justify; text-indent: 1.0cm;">
<!--[if !supportLists]--><span style="font-family: 'Times New Roman', serif; font-size: 10pt; line-height: 150%;">—<span style="font-family: 'Times New Roman'; font-size: 7pt; line-height: normal;"> </span></span><!--[endif]-->¡Increíble!<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm; mso-list: l0 level1 lfo1; tab-stops: 42.55pt list 53.25pt; text-align: justify; text-indent: 1.0cm;">
<!--[if !supportLists]--><span style="font-family: 'Times New Roman', serif; font-size: 10pt; line-height: 150%;">—<span style="font-family: 'Times New Roman'; font-size: 7pt; line-height: normal;"> </span></span><!--[endif]-->¡Maravilloso!<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; tab-stops: 42.55pt; text-align: justify; text-indent: 1.0cm;">
Y, de pronto, alguien dijo una palabra que
cambió por completo el panorama.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm; mso-list: l0 level1 lfo1; tab-stops: 42.55pt list 53.25pt; text-align: justify; text-indent: 1.0cm;">
<!--[if !supportLists]--><span style="font-family: 'Times New Roman', serif; font-size: 10pt; line-height: 150%;">—<span style="font-family: 'Times New Roman'; font-size: 7pt; line-height: normal;"> </span></span><!--[endif]-->¡Es un milagro! —y la locura divina se
desbocó.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm; mso-list: l0 level1 lfo1; tab-stops: 42.55pt list 53.25pt; text-align: justify; text-indent: 1.0cm;">
<!--[if !supportLists]--><span style="font-family: 'Times New Roman', serif; font-size: 10pt; line-height: 150%;">—<span style="font-family: 'Times New Roman'; font-size: 7pt; line-height: normal;"> </span></span><!--[endif]-->¡Un milagro!<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm; mso-list: l0 level1 lfo1; tab-stops: 42.55pt list 53.25pt; text-align: justify; text-indent: 1.0cm;">
<!--[if !supportLists]--><span style="font-family: 'Times New Roman', serif; font-size: 10pt; line-height: 150%;">—<span style="font-family: 'Times New Roman'; font-size: 7pt; line-height: normal;"> </span></span><!--[endif]-->¡Sí, es un milagro!<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm; mso-list: l0 level1 lfo1; tab-stops: 42.55pt list 53.25pt; text-align: justify; text-indent: 1.0cm;">
<!--[if !supportLists]--><span style="font-family: 'Times New Roman', serif; font-size: 10pt; line-height: 150%;">—<span style="font-family: 'Times New Roman'; font-size: 7pt; line-height: normal;"> </span></span><!--[endif]-->¡Nunca se pescó en este río!<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm; mso-list: l0 level1 lfo1; tab-stops: 42.55pt list 53.25pt; text-align: justify; text-indent: 1.0cm;">
<!--[if !supportLists]--><span style="font-family: 'Times New Roman', serif; font-size: 10pt; line-height: 150%;">—<span style="font-family: 'Times New Roman'; font-size: 7pt; line-height: normal;"> </span></span><!--[endif]-->¡Es una señal!<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm; mso-list: l0 level1 lfo1; tab-stops: 42.55pt list 53.25pt; text-align: justify; text-indent: 1.0cm;">
<!--[if !supportLists]--><span style="font-family: 'Times New Roman', serif; font-size: 10pt; line-height: 150%;">—<span style="font-family: 'Times New Roman'; font-size: 7pt; line-height: normal;"> </span></span><!--[endif]-->¡Una señal!<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm; mso-list: l0 level1 lfo1; tab-stops: 42.55pt list 53.25pt; text-align: justify; text-indent: 1.0cm;">
<!--[if !supportLists]--><span style="font-family: 'Times New Roman', serif; font-size: 10pt; line-height: 150%;">—<span style="font-family: 'Times New Roman'; font-size: 7pt; line-height: normal;"> </span></span><!--[endif]-->¡Sí, una señal! —alguien cometió el error
de dar significado a la supuesta señal divina.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm; mso-list: l0 level1 lfo1; tab-stops: 42.55pt list 53.25pt; text-align: justify; text-indent: 1.0cm;">
<!--[if !supportLists]--><span style="font-family: 'Times New Roman', serif; font-size: 10pt; line-height: 150%;">—<span style="font-family: 'Times New Roman'; font-size: 7pt; line-height: normal;"> </span></span><!--[endif]-->¡Nuestra Santa Dona quiere a Piacciencio
como alcalde! ¡Es la señal!<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm; mso-list: l0 level1 lfo1; tab-stops: 42.55pt list 53.25pt; text-align: justify; text-indent: 1.0cm;">
<!--[if !supportLists]--><span style="font-family: 'Times New Roman', serif; font-size: 10pt; line-height: 150%;">—<span style="font-family: 'Times New Roman'; font-size: 7pt; line-height: normal;"> </span></span><!--[endif]-->¡Sí, la Dona quiere a Piacciencio alcalde!<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm; mso-list: l0 level1 lfo1; tab-stops: 42.55pt list 53.25pt; text-align: justify; text-indent: 1.0cm;">
<!--[if !supportLists]--><span style="font-family: 'Times New Roman', serif; font-size: 10pt; line-height: 150%;">—<span style="font-family: 'Times New Roman'; font-size: 7pt; line-height: normal;"> </span></span><!--[endif]-->¡Eso, eso!<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm; mso-list: l0 level1 lfo1; tab-stops: 42.55pt list 53.25pt; text-align: justify; text-indent: 1.0cm;">
<!--[if !supportLists]--><span style="font-family: 'Times New Roman', serif; font-size: 10pt; line-height: 150%;">—<span style="font-family: 'Times New Roman'; font-size: 7pt; line-height: normal;"> </span></span><!--[endif]-->¡Alcalde!<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; tab-stops: 42.55pt; text-align: justify; text-indent: 1.0cm;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; tab-stops: 42.55pt; text-align: justify; text-indent: 1.0cm;">
Y todo el pueblo comenzó a entonar el
canto “Piacciencio alcalde”. Todos al unísono, con más vítores, aplausos y
hurras intercalados. Todos juntos gritando.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; tab-stops: 42.55pt; text-align: justify; text-indent: 1.0cm;">
Pero claro, como comprenderán ustedes, si
nuestro querido pescador estuvo durante treinta años ajeno a cualquier suceso
de aquel estúpido y desgraciado pueblo, no iba a ser menos ahora, a sus ochenta
años. Habían llovido indiferencias, olvidos, marginaciones, piedras, macetas y
cerdos por encima de su cabeza durante años y él ni miró de reojo a ninguna
orilla ni persona.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; tab-stops: 42.55pt; text-align: justify; text-indent: 1.0cm;">
A Piacciencio le repanpinflaba muy mucho
lo que esa desgraciada y cínica gente decía de él, antes y ahora. Nuestro
querido pescador simplemente, se dedicaba a mirar su bella captura. La medía,
la pesaba, la observaba. Más que nada, la escudriñaba. Ni asombrado, ni alegre;
la escudriñaba ante sus últimos aleteos de vida. De pronto, una lágrima rodó
por su mejilla. Todo el pueblo enmudeció. Piacciencio estaba llorando.
Lentamente, con su trucha preciada en las manos se acercó a la barandilla, la
acarició y... la dejó caer al río.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm; mso-list: l0 level1 lfo1; tab-stops: 42.55pt list 53.25pt; text-align: justify; text-indent: 1.0cm;">
<!--[if !supportLists]--><span style="font-family: 'Times New Roman', serif; font-size: 10pt; line-height: 150%;">—<span style="font-family: 'Times New Roman'; font-size: 7pt; line-height: normal;"> </span></span><!--[endif]-->Adiós, viejo amigo —fueron las primeras
palabras que se escucharon a Piacciencio en esa Santa Dona di Piave.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; tab-stops: 42.55pt; text-align: justify; text-indent: 1.0cm;">
Si el pueblo, ya enmudecido, quedó
perplejo cuando Piacciencio sacó aquella inmensa trucha impensable en tal
riachuelo, pueden ustedes imaginarse el estado de asombro al que llegó en ese
momento. Cerca de diez mujeres se desmayaron, entre ella la Pechugguiña, pero
asistentes no le faltaron. <o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; tab-stops: 42.55pt; text-align: justify; text-indent: 1.0cm;">
Piacciencio llevaba cerca de treinta años
pescando y cuando lo hizo, devolvió su captura al mar.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; tab-stops: 42.55pt; text-align: justify; text-indent: 1.0cm;">
Nuestro viejo Pescador, se asomó al
riachuelo y vio a su <i>viejo amigo</i> que
recuperaba su fuerza y que zigzagueaba en su líquido elemento, enfrentándose a
la segunda vida que un viejo medio loco le había brindado. Poco a poco,
Piacciencio comenzó a sonreír. La cara se le iluminó, sus ojos tomaron un nuevo
brillo, su piel se tersó y sus labios se alargaron y dibujaron la más hermosa
sonrisa que jamás he visto en mi vida. En ese momento, Piacciencio era el hombre
más feliz sobre la faz de la tierra y parte del éter celestial, se lo digo yo.
La alegría obtuvo su retrato y su más fiel reflejo en aquel viejo, loco y
cariñoso anciano pescador.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; tab-stops: 42.55pt; text-align: justify; text-indent: 1.0cm;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; tab-stops: 42.55pt; text-align: justify; text-indent: 1.0cm;">
De pronto, el mismo pesado teólogo que dio
significado a la supuesta señal, gritó lleno de fervor:<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm; mso-list: l0 level1 lfo1; tab-stops: 42.55pt list 53.25pt; text-align: justify; text-indent: 1.0cm;">
<!--[if !supportLists]--><span style="font-family: 'Times New Roman', serif; font-size: 10pt; line-height: 150%;">—<span style="font-family: 'Times New Roman'; font-size: 7pt; line-height: normal;"> </span></span><!--[endif]-->¡Es un santo! —y claro, todos
contestaron...<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm; mso-list: l0 level1 lfo1; tab-stops: 42.55pt list 53.25pt; text-align: justify; text-indent: 1.0cm;">
<!--[if !supportLists]--><span style="font-family: 'Times New Roman', serif; font-size: 10pt; line-height: 150%;">—<span style="font-family: 'Times New Roman'; font-size: 7pt; line-height: normal;"> </span></span><!--[endif]-->¡Un santo!<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm; mso-list: l0 level1 lfo1; tab-stops: 42.55pt list 53.25pt; text-align: justify; text-indent: 1.0cm;">
<!--[if !supportLists]--><span style="font-family: 'Times New Roman', serif; font-size: 10pt; line-height: 150%;">—<span style="font-family: 'Times New Roman'; font-size: 7pt; line-height: normal;"> </span></span><!--[endif]-->¡Sí, un santo! —y a uno le dio por
conjugar alabanzas...<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm; mso-list: l0 level1 lfo1; tab-stops: 42.55pt list 53.25pt; text-align: justify; text-indent: 1.0cm;">
<!--[if !supportLists]--><span style="font-family: 'Times New Roman', serif; font-size: 10pt; line-height: 150%;">—<span style="font-family: 'Times New Roman'; font-size: 7pt; line-height: normal;"> </span></span><!--[endif]-->¡El Santo pescador alcalde!<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; tab-stops: 42.55pt; text-align: justify; text-indent: 1.0cm;">
En fin, que les voy a decir, todo el
populacho desgraciado e ignorante vitoreó y elevó a Santo Alcalde de Santa Dona
di Piave al Gran Pescador Piacciencio. Pero, éste, miraba con deleite el
riachuelo y exprimía y sentía y vivía y explayaba su máxima felicidad,
siguiendo con rejuvenecidos ojos a su <i>viejo
amigo</i>.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; tab-stops: 42.55pt; text-align: justify; text-indent: 1.0cm;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; tab-stops: 42.55pt; text-align: justify; text-indent: 1.0cm;">
De pronto, Piacciencio se separó de la
barandilla y levantando los ojos del riachuelo, miró al populacho y dijo:<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm; mso-list: l0 level1 lfo1; tab-stops: 42.55pt list 53.25pt; text-align: justify; text-indent: 1.0cm;">
<!--[if !supportLists]--><span style="font-family: 'Times New Roman', serif; font-size: 10pt; line-height: 150%;">—<span style="font-family: 'Times New Roman'; font-size: 7pt; line-height: normal;"> </span></span><!--[endif]-->Perdonen... —y el pueblo constató su
estúpida reverencia al supuesto santo (que lo era, pues los aguantó durante
treinta años) guardando el más sepulcral de los silencios. Vamos, como si fuera
a hablar un santo...<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm; mso-list: l0 level1 lfo1; tab-stops: 42.55pt list 53.25pt; text-align: justify; text-indent: 1.0cm;">
<!--[if !supportLists]--><span style="font-family: 'Times New Roman', serif; font-size: 10pt; line-height: 150%;">—<span style="font-family: 'Times New Roman'; font-size: 7pt; line-height: normal;"> </span></span><!--[endif]-->Perdonen. Llevan ustedes treinta años
espantándome la pesca. Ya he pescado, por fin. Ahora estoy muy cansado. Les
pediría a ustedes que dejen durante un rato de montar tanto alboroto, porque
quiero echar una cabezadita y no vaya a ser que con tanto grito vayan también a
espantarme el sueño.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; tab-stops: 42.55pt; text-align: justify; text-indent: 1.0cm;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; tab-stops: 42.55pt; text-align: justify; text-indent: 1.0cm;">
Y todas las gentes se miraron unos a otros
perplejos y extrañados, intentando buscar alguna trascendental parábola o
metáfora en las palabras de Piacciencio, pero eso sí, sin ni tan siquiera el
ruido de una respiración.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; tab-stops: 42.55pt; text-align: justify; text-indent: 1.0cm;">
Piacciencio, poco a poco, recogió su caña,
su cesta vacía y se puso una chaquetilla roída. Se sentó en el puente, apoyó su
cabeza en su petate, entornó los ojos y se durmió en la más sonriente, plácida
y silenciosa felicidad.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; tab-stops: 42.55pt; text-align: justify; text-indent: 1.0cm;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; tab-stops: 42.55pt; text-align: justify; text-indent: 1.0cm;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0.0001pt; text-align: center; text-indent: 1cm;">
***<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0.0001pt; text-align: center; text-indent: 1cm;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0.0001pt; text-align: center; text-indent: 1cm;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; tab-stops: 42.55pt; text-align: justify; text-indent: 1.0cm;">
Aquí acaba esta historia. Piacciencio
jamás volvió a despertar. Gracias a Dios los piavenses estuvieron callados el
tiempo suficiente para que el Sueño, ese Sueño que a veces parece que nunca
llegará, se acercara a él y se lo llevara con su <i>viejo amigo</i>, porque no sé si ustedes saben que la muerte no se nos
lleva.. La muerte llega, luchas contra ella, la vences, la miras, la mides, la
escudriñas y cuando reconoces y la aceptas como el portador del Sueño que no
Llega, la lanzas al río de la vida y es la estela que deja tras de sí; es el
manto de su capa; el soplo insuflado, no la voz expirada la que se encarga de
llevarte donde sea o donde tengas que ir.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; tab-stops: 42.55pt; text-align: justify; text-indent: 1.0cm;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; tab-stops: 42.55pt; text-align: justify; text-indent: 1.0cm;">
Pero si existe en tu aire o en tu río el
odio, el rencor, la ira, la envidia o la hipocresía a tu alrededor formando
alboroto y jaleo, ¿cómo demonios se va a poder dormir? El sueño que no llega,
jamás llegará, pasará de largo y un día la Muerte, cansada de esperarte,
mandará a su Violencia para mandarte al quinto infierno o más o menos por ahí.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; tab-stops: 42.55pt; text-align: justify; text-indent: 1.0cm;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; tab-stops: 42.55pt; text-align: justify; text-indent: 1.0cm;">
Desgraciadamente, la veneración por ese
santo loco pescador llamado Piacciencio duró aproximadamente una semana. Lo
justo para enterrarle entre honores. Pero la batalla, o guerra ya, retornó en
el momento en que quiso dársele a Piacciencio el patronato norte o sur. <o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; tab-stops: 42.55pt; text-align: justify; text-indent: 1.0cm;">
Santa Dona di Piave, incapaz de elegir
alcalde, fue absorbido por la alcaldía de Rivereta de la Vetta. <o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; tab-stops: 42.55pt; text-align: justify; text-indent: 1.0cm;">
Con el tiempo y llegando a la desaparición
el pueblo se segregó finalmente. Con un acuerdo de buenas intenciones, se quedó
en Santa Dona y en Rivereta de Piave y aunque se retomó las viejas costumbres
de tratarse en negocios y demás, se siguieron odiando durante siglo, aunque
jamás volvieron las piedras, macetas y cerdos voladores.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; tab-stops: 42.55pt; text-align: justify; text-indent: 1.0cm;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; tab-stops: 42.55pt; text-align: justify; text-indent: 1.0cm;">
Respecto a nuestro Piacciencio...
Piacciencio simplemente quería morir. Llevaba cerca de treinta y dos años
queriendo morir, queriendo encontrar el Sueño que no llega. Nunca comprenderé
por qué aquello que está tan en lo alto y es tan alto, se lleva a algunos
cuando no lo quieren ni lo esperan, y deja esperando aquí a otros que desean y
esperan irse ya.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; tab-stops: 42.55pt; text-align: justify; text-indent: 1.0cm;">
Piacciencio simplemente quería morir hace
treinta años, tenía infinitas ganas de reencontrarse con alguien, sí con
alguien, porque no se crean que estaba tan loco, todo propósito o idea loca
suele tener una explicación sencilla, y Piacciencio la tenía, pero claro, eso
es otra historia.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; tab-stops: 42.55pt; text-align: justify; text-indent: 1.0cm;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; tab-stops: 42.55pt; text-align: justify; text-indent: 1.0cm;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; tab-stops: 42.55pt; text-align: justify; text-indent: 1.0cm;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0.0001pt; text-align: center; text-indent: 1cm;">
<b>FIN<o:p></o:p></b><br />
<b><br /></b></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; tab-stops: 42.55pt; text-align: justify; text-indent: 1.0cm;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "Garamond","serif"; font-size: 12pt; line-height: 150%;"><b>Si te ha gustado y quieres leer más historias, puedes <a href="https://www.blogger.com/Y%20Otros%20Relatos:%20%20EL%20TREN%20Y%20SUS%20VAPORES%20Historia%20de%20un%20hombre%20que%20perdi%C3%B3%20cinco%20trenes%20sin,%20en%20el%20fondo,%20querer%20perder%20ninguno.%20El%20joven%20se%C3%B1or%20Adam%20debe%20tomar%20un%20Tren,%20un%20Importante%20tren%20que%20cambiar%C3%A1%20su%20vida,%20pero...%20Lo%20pierde.%20Quiz%C3%A1s%20la%20se%C3%B1orita%20Apple%20fue%20la%20culpable,%20quiz%C3%A1s%20fue%20el%20miedo%20o%20puede%20que%20lo%20realmente%20importante%20para%20Adam%20era%20estar%20en%20esa%20estaci%C3%B3n%20aquel%20d%C3%ADa.%20%20PERSEGUIDA%20Cuando%20aquella%20tarde%20la%20Sra.%20Valmuz%20cerr%C3%B3%20su%20peque%C3%B1a%20librer%C3%ADa%20y%20se%20dispon%C3%ADa%20a%20regresar%20a%20su%20casa,%20como%20siempre,%20paseando,%20no%20vio%20a%20nadie%20sospechoso%20en%20la%20calle.%20S%C3%B3lo%20un%20hombre%20de%20traje%20oscuro%20que%20a%20lo%20lejos%20se%20acercaba%20con%20una%20ligera%20cojera.%20Algo%20habitual,%20un%20viandante.%20Pero%20cuando%20el%20azar%20decidi%C3%B3%20que%20la%20Sra.%20Valmuz%20callejeara...%20sinti%C3%B3%20como%20si%20la%20estuvieran%20siguiendo%20o,%20quiz%C3%A1s...%20%C2%BFPersiguiendo?%20%20MARLOC%20ELAYA%20Y%20SU%20NI%C3%91A%20DE%20LUZ%20APACIBLE:%20%20Marloc%20se%20equivoc%C3%B3,%20quiso%20exprimir%20tanto%20la%20esencia%20del%20sue%C3%B1o,%20que%20se%20enamor%C3%B3%20de%20La%20Luna...%20%20---%20Un%20trabajo%20de%20La%20Sastrer%C3%ADa%20{Literaria}%20Libros%20Personalizados,%20Relatos%20a%20Medida" target="_blank">comprar el libro por 0,92 en Amazon</a>, que contiene ésta historia y otras tres más:</b>
</span><br />
<br style="background-color: white; font-family: verdana, arial, helvetica, sans-serif; font-size: small; text-align: start;" /><span style="background-color: white; font-family: verdana, arial, helvetica, sans-serif; font-size: x-small; text-align: start;">EL TREN Y SUS VAPORES</span><br style="background-color: white; font-family: verdana, arial, helvetica, sans-serif; font-size: small; text-align: start;" /><span style="background-color: white; font-family: verdana, arial, helvetica, sans-serif; font-size: x-small; text-align: start;">Historia de un hombre que perdió cinco trenes sin, en el fondo, querer perder ninguno. El joven señor Adam debe tomar un Tren, un Importante tren que cambiará su vida, pero... Lo pierde. Quizás la señorita Apple fue la culpable, quizás fue el miedo o puede que lo realmente importante para Adam era estar en esa estación aquel día.</span><br style="background-color: white; font-family: verdana, arial, helvetica, sans-serif; font-size: small; text-align: start;" /><br style="background-color: white; font-family: verdana, arial, helvetica, sans-serif; font-size: small; text-align: start;" /><span style="background-color: white; font-family: verdana, arial, helvetica, sans-serif; font-size: x-small; text-align: start;">PERSEGUIDA</span><br style="background-color: white; font-family: verdana, arial, helvetica, sans-serif; font-size: small; text-align: start;" /><span style="background-color: white; font-family: verdana, arial, helvetica, sans-serif; font-size: x-small; text-align: start;">Cuando aquella tarde la Sra. Valmuz cerró su pequeña librería y se disponía a regresar a su casa, como siempre, paseando, no vio a nadie sospechoso en la calle. Sólo un hombre de traje oscuro que a lo lejos se acercaba con una ligera cojera. Algo habitual, un viandante. Pero cuando el azar decidió que la Sra. Valmuz callejeara... sintió como si la estuvieran siguiendo o, quizás... ¿Persiguiendo?</span><br style="background-color: white; font-family: verdana, arial, helvetica, sans-serif; font-size: small; text-align: start;" /><br style="background-color: white; font-family: verdana, arial, helvetica, sans-serif; font-size: small; text-align: start;" /><span style="background-color: white; font-family: verdana, arial, helvetica, sans-serif; font-size: x-small; text-align: start;">MARLOC ELAYA Y SU NIÑA DE LUZ APACIBLE: </span><br style="background-color: white; font-family: verdana, arial, helvetica, sans-serif; font-size: small; text-align: start;" /><span style="background-color: white; font-family: verdana, arial, helvetica, sans-serif; font-size: x-small; text-align: start;">Marloc se equivocó, quiso exprimir tanto la esencia del sueño, que se enamoró de La Luna...</span><br style="background-color: white; font-family: verdana, arial, helvetica, sans-serif; font-size: small; text-align: start;" /><br />
<div style="text-align: center;">
<span style="font-family: verdana, arial, helvetica, sans-serif; font-size: x-small;"><b><a href="https://www.blogger.com/Y%20Otros%20Relatos:%20%20EL%20TREN%20Y%20SUS%20VAPORES%20Historia%20de%20un%20hombre%20que%20perdi%C3%B3%20cinco%20trenes%20sin,%20en%20el%20fondo,%20querer%20perder%20ninguno.%20El%20joven%20se%C3%B1or%20Adam%20debe%20tomar%20un%20Tren,%20un%20Importante%20tren%20que%20cambiar%C3%A1%20su%20vida,%20pero...%20Lo%20pierde.%20Quiz%C3%A1s%20la%20se%C3%B1orita%20Apple%20fue%20la%20culpable,%20quiz%C3%A1s%20fue%20el%20miedo%20o%20puede%20que%20lo%20realmente%20importante%20para%20Adam%20era%20estar%20en%20esa%20estaci%C3%B3n%20aquel%20d%C3%ADa.%20%20PERSEGUIDA%20Cuando%20aquella%20tarde%20la%20Sra.%20Valmuz%20cerr%C3%B3%20su%20peque%C3%B1a%20librer%C3%ADa%20y%20se%20dispon%C3%ADa%20a%20regresar%20a%20su%20casa,%20como%20siempre,%20paseando,%20no%20vio%20a%20nadie%20sospechoso%20en%20la%20calle.%20S%C3%B3lo%20un%20hombre%20de%20traje%20oscuro%20que%20a%20lo%20lejos%20se%20acercaba%20con%20una%20ligera%20cojera.%20Algo%20habitual,%20un%20viandante.%20Pero%20cuando%20el%20azar%20decidi%C3%B3%20que%20la%20Sra.%20Valmuz%20callejeara...%20sinti%C3%B3%20como%20si%20la%20estuvieran%20siguiendo%20o,%20quiz%C3%A1s...%20%C2%BFPersiguiendo?%20%20MARLOC%20ELAYA%20Y%20SU%20NI%C3%91A%20DE%20LUZ%20APACIBLE:%20%20Marloc%20se%20equivoc%C3%B3,%20quiso%20exprimir%20tanto%20la%20esencia%20del%20sue%C3%B1o,%20que%20se%20enamor%C3%B3%20de%20La%20Luna...%20%20---%20Un%20trabajo%20de%20La%20Sastrer%C3%ADa%20{Literaria}%20Libros%20Personalizados,%20Relatos%20a%20Medida" target="_blank">COMPRAR PIACCIENCCIO Y OTROS RELATOS</a></b></span></div>
</div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify; text-indent: 1cm;">
<br /></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 1cm;">
<br /></div>
f.j. Rohshttp://www.blogger.com/profile/16241962094795405690noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7096795168122944581.post-52078208073568180522013-06-14T18:01:00.000+02:002013-10-07T19:22:18.835+02:00La Quinta Bala* Texto inspirado por el tema "Private Investigation" de Dire Straits. Puedes ver/escuchar/leer el montaje, un pequeño experimento VideoStory, o leer sin más. Te recomiendo el vídeo, que su trabajo ha costado!<br />
<br />
<br />
<iframe allowfullscreen="" frameborder="0" height="315" src="//www.youtube.com/embed/Lhy2t1ZGpgw" width="420"></iframe>
<br />
<span style="font-size: large;"><b>La Quinta Bala.</b></span><br />
<br />
<div style="text-align: justify;">
Es el último cigarrillo. Lo enciende por rutina y arruga el paquete clavando sus ojos en él. Evita mirar las fotografías que se reparten por la vieja mesa. Demasiada sangre; demasiada frialdad; demasiados recuerdos. Prefiere los informes arrugados, con letras impactadas por una vieja máquina de escribir y llenos de escuetas descripciones que al menos no le empujan a evocar lo que pretende olvidar. Con impaciencia coge aquella nota amarillenta. Sólo una dirección, con eso le basta. Información de un confidente del que en otras circunstancias habría dado buena cuenta de él. Mirando la nerviosa letra, estas van desligándose y trazan un deforme dibujo, un rostro con el que ha soñado mil veces, al que ha estrangulado una y otra vez con lágrimas en los ojos. Una vez más lo hace. Imagina el cuello del asesino. Imagina que es su corazón. Imagina su alma… y al tiempo que una lágrima vuelve a deslizar por su mejilla, también arruga la nota.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
La lluvia repiquea en la ventana de la maloliente habitación. Le da igual la lluvia, le da igual el olor a húmedo, a sucio. Lo importante es lo que ve en el cristal. La puerta. Por donde saldrá para no volver a entrar. </div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Deja escapar el humo por la boca despacio y lo recoge por la nariz mientras vuelve a limpiar el revólver con un trapo. El humo del cigarrillo le molesta, pero deja que se consuma en los labios, necesita las manos libres. Cada bala que introduce en el tambor lleva grabada una jaculatoria de venganza. Una por la sonrisa que no podrá ver más al abrir los ojos por la mañana. Otra por los susurros que ya no escuchará entre las sábanas. Otra por las caricias perdidas de sus labios. Una más por el futuro que arrebató. La quinta bala… para quien lo permitió, para el que sabiendo quién era el asesino, esperó una muerte más. </div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Cierra el tambor, se cala el sombrero y apaga el cigarrillo en la montaña de colillas. Con un último trago del whisky aguado, se levanta y se enfunda la gabardina. Una luz se refleja en el segundo piso del edificio de enfrente. Ve una sombra, la suya, la que espera. Baja por la escalera, puede verle, desciende despacio, ignorante del odio que le vigila, de una meditada decisión. Promete su venganza mientras espera la luz de la planta baja. Allí está. Luz, sombra y final. Hoy acabará todo. </div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
No hay juicio ni castigo que aplaque su odio. No hay venganza imaginable. Pero su corazón necesita sangre. Necesita que la sangre le cubra y le ahogue en la bilis que le corroe. Necesita su miedo y espanto.</div>
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La puerta de enfrente se abre al mismo tiempo que él decide salir a la calle. Andando por la acera le mira de reojo y allí está, al otro lado. También le vigila. Sospecha, claro que sí, pero ninguno acelera el paso. Se observan, se esperan, en cualquier momento uno de los dos saltará a por el otro. Lleva su mano al cinto y siente el frío del revólver, sediento, ansioso, como él. Sus pasos se hacen largos, por momentos le pierde de vista entre los escaparates de cafeterías para solitarios. Neones luminosos que parpadean al ritmo de su corazón. Paredes de ladrillos sucios y cubos de basura rebosando, como su alma, sucia por el odio, rebosando desperdicios. </div>
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Se gira, quizás le ha visto. Se detiene en un escaparate y le observa en el reflejo del cristal. Le reconoce. Por un momento duda; mira hacia su portal, pero decide seguir y con pasos acelerados continúa por la acera. Quiere huir, como siempre hizo, pero esta vez no escapará. Le mira, la sombra le responde en el mismo instante, ambos saben lo que va a pasar. La lluvia arrecia, pero poco importa. Nada importa ya desde que ese bastardo le arrebató todo lo que tenía. Con un giro brusco se mete en un oscuro callejón, tropieza con los cubos de basura y su miedo retumba en la ciudad dormida. Espera, estudia, presta atención, no puede escaparse más. Una sombra salta desde el umbral de una puerta trasera y escapa por un pasadizo. Ya no hay dudas, ni miedo, va con él. Allí está. Atrapado en un viejo muelle. El sucio mar aceitoso a su espalda, rodeado de viejos almacenes cerrados y su destino saliendo por el pasadizo. </div>
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Sus ojos no le pierden de vista, le clava la mirada con la misma fuerza con la que sus balas le atravesarían. Él, rendido, refugia su rostro en las sombras de su sombrero. La lluvia se acumula en el ala y, como una cascada de venganza, cae ente su mirada.</div>
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Necesita que sienta miedo. Lleva su mano hacia el revólver, pero aún no lo saca. No disimula, quiere que intuya su futuro, el mismo que le dejó a ella. Siente el mar y la sal en su alma. Siente la sed saciándose. Allí está, llorando bajo la lluvia, rendido. Uno avanza, el otro retrocede hasta que el muelle acaba y sus pies tocan el precipicio. Sonríe al sentir las lágrimas en sus labios, pero su pulso no tiembla.</div>
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Fueron cinco las puñaladas del asesino. Él guarda cinco balas en el tambor. Cada una con una jaculatoria de venganza. Levanta el revólver y, con el corazón destrozado y los ojos nublados, le distingue con total claridad. Le mira confundido, no lo entiende, o quizás sí. Claro que sí. Es él, a quien buscaba. El culpable de todo. Es él mismo, él lo permitió. Se Reconoce. Funde al hombre que odia con el que sufre, al cobarde con el audaz, sus lágrimas con su sombra, al héroe con el villano, al que llora con el que huye. La lluvia cede y descarga el tambor murmurando las jaculatorias de su venganza.</div>
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Las cuatro balas vuelan hacia el horizonte, caen al mar como cayeron todas sus investigaciones, todas sus inútiles pistas, todas sus pruebas circunstanciales. Él asesino se libró. Pero el culpable, el que lo permitió… No lo hará. Por eso guarda la quinta bala. La que usará al amanecer cuando despierte sólo en su cama vacía y fría. Y cuando seque sus lágrimas, mirará fijamente su revólver. Le murmurará el último deseo, muy cerca, en un susurro que dará calor a su sien y le devolverá la paz a su alma. E irá tras ella… con ella. Susurrando una jaculatoria de perdón, quemando la pólvora de sus lágrimas y dejando en el silencio… el tronar de la quinta bala. </div>
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f.j. Rohshttp://www.blogger.com/profile/16241962094795405690noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-7096795168122944581.post-36911183467380005892013-04-22T19:38:00.000+02:002013-04-22T19:38:37.833+02:00Especial Día del Libro: Un libro por Una Crítica (del blog)Se Despiadad@ si de pequeñ@ torturabas lagartijas. Se Amable si de moz@ ibas a la iglesia. Se irónic@ aunque todavía nadie te haya dicho que en el fondo eres Despiadad@. Se solidari@ si repartías tu tupper en la facultad... Me da igual, lo importante en este ejercicio es que seas tú mism@. Te dejo las condiciones:<br />
<br />
PROYECTO: "TÚ CRITICAS Y YO SOY TAN TONTO QUE TE REGALO UN LIBRO"<br />
Bases:<br />
1- La parte contratante de la segunda parte es la parte contratante de la segunda parte.<br />
2 - Echa un ojo por el blog, así, con desinterés si lo crees oportuno o con algo de atención si no te va mál.<br />
3 - Valora lo que ves. No hace falta leer los interesantísimos textos que aquí encontrarás, lo que busco es conocer un poco la "impresión" del Blog en los siguientes aspectos:<br />
a) Impacto Visual<br />
b) Navegabilidad<br />
c) Accesibilidad<br />
d) Secciones claras e intuitivas<br />
e) Sabes quien soy y a qué me dedico.............<br />
f) ¿Echas en falta algo? ¿Una foto sexi mía en bikini o cosas menos interesantes?<br />
g) Otras maldades, envidias, recelos, mentiras que se te ocurran.<br />
<br />
4 - Tras el profundo estudio, ya que lo has hecho, deja un comentario (aquí o en mi perfil de facebook) sobre lo que crees que puede mejorarse o no te gusta o cambiarías o pondrías más arriba o más abajo o....<br />
5 - Si adjuntas tu email o tu perfil de facebook, te haré llegar el libro que tú quieras (de los míos, claro, que de otra forma estaría incurriendo en un fraude o delito de piratería y dios me libre...........................)<br />
6- Si fuiste amable o solidario, seremos "amigosparasiempreawiltuguedertomayfrien", si despiadado, ¡Sape de aquí!, si irónico, hablemos, a ver quien es más hiriente... Listillo.<br />
<br />
Gracias por participar!<br />
<br />f.j. Rohshttp://www.blogger.com/profile/16241962094795405690noreply@blogger.com3tag:blogger.com,1999:blog-7096795168122944581.post-76128127580543587502013-02-11T13:02:00.000+01:002013-02-27T19:18:45.838+01:00Comienza la cuenta atrás...<div style="text-align: left;">
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiz9J2A3wUgChsCTdwPeIn354KC-wcvrFGeMQja1ipB-d8YRYupZoMAtOIQDQ3d-tV7_8wRsCmVQI2RH1WyH0tBPCm8Qqy-_z87Wmn6MkItzTmRMAFMtswPheKzay_XSvm9V3UvVm8qJxAO/s1600/contador+final.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiz9J2A3wUgChsCTdwPeIn354KC-wcvrFGeMQja1ipB-d8YRYupZoMAtOIQDQ3d-tV7_8wRsCmVQI2RH1WyH0tBPCm8Qqy-_z87Wmn6MkItzTmRMAFMtswPheKzay_XSvm9V3UvVm8qJxAO/s1600/contador+final.jpg" height="177" width="200" /></a></div>
<span style="text-align: justify;">Tras un largo periodo de trabajo, se acerca el momento de contaros mis sueños en forma de Historias. Comienza la cuenta atrás para una pequeña estrategia de lanzamiento, consistente en un libro cada 2 semanas (tranquilos, ya están escritos...).</span></div>
<div style="text-align: justify;">
Por tal razón, quería poneros sobre la pista de los próximos acontecimientos literarios que voy a poner en marcha. Tras estudiar el mercado, centrándome en Amazon, he confirmado que una de las estrategias que parecen funcionar mejor y gustar también a los lectores, es la de publicar Novelas Cortas y/o Relatos Largos a precios muy bajos, algo que me parece mucho más justo que lo de publicar toda una Novela de más de 200 páginas a menos de 1€. No es que me aprecie en exceso y piense que mi genialidad suprema y indomable pluma valgan más que eso, lo que pienso es que si somos capaces de pagar 2€ por una caña mal tirada y pasar una hora con un amigo, con más razón somos capaces (o deberíamos) de pagar 0,89€ por una novela corta (aunque estuviera mal "tirada", que espero no ser el caso...) y pasar unas buenas dos o tres horas charlando con una historia.</div>
<div style="text-align: justify;">
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Dicho lo cual, os quiero presentar los próximos lanzamientos que haré en este sentido. Todos a precios menores de 1€, todos con la humilde intención de hacer pasar un buen rato al lector y todos preparados, revisados y maquetados con el máximo esfuerzo y voluntad que un humilde e independiente escritor aquí presente os puede ofrecer.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br />
Y aquí entráis en juego vosotros. No creo que me haga rico con vosotros, así que he pensado en cómo implicaros un poco y agradecer, al mismo tiempo, la audacia de estar leyendo esto. Es por tal que pongo a vuestra disposición una serie de Propuestas:<br />
<br />
<strong><span style="color: blue; font-size: large;">A los Lectores:</span></strong> <strong>Os regalo una de estas historias (Kindle o PDF)</strong>, la que queráis, y sólo pongo dos condiciones:<br />
1- Que las faltas/errores que podáis encontrar, me las hagáis saber.<br />
2 - Que una vez publicado en Amazon, la comentéis y compartáis en FaceBook (manteniendo vuestro criterio, nada de peloteos!)<br />
<br />
<b><span style="font-size: x-small;"><span style="color: red;">Advertencia 1:</span> En el hipotético caso de que la demanda "lectora" fuera sorprendentemente desmedida, la propuesta podría cancelarse con la lícita intención de sacar tajada y lucrarme sin escrúpulos. Así que, por si acaso, ¡date prisa y pide tu historia!</span></b><br />
<br />
<span style="color: blue; font-size: large;"><strong>A Ilustradores y Dibujantes:</strong></span> Como veréis, algunas portadas pueden mejorarse, ¿verdad? Lo sé, pero es lo que tiene ser independiente... Salvo dos o tres, el resto están hechas por mí, con mis evidentes limitaciones. Si eres Ilustrador/dibujante y te animas a realizar alguna portada o dibujo, como agradecimiento, <b>a parte de la historia en cuestión, te regalaré otra que elijas</b>. Y es evidente que <b>cuando sea publicada en Amazon, tu nombre aparecerá como Ilustrador</b>, por lo tanto, visible en los listados de ventas y en la propia ficha del libro. También, en la promoción que haga de ese libro, tu nombre como ilustrador siempre aparecerá vinculado. Es decir, que <b>ganarás dos historias, algo de visibilidad</b> y mi agradecimiento, que no cotiza en bolsa, pero algo es. Ya, ya sé, no hay dinero de por medio... Pago con especias, ¡pero pago!<br />
<br />
<b><span style="font-size: x-small;"><span style="color: red;">Advertencia 2:</span> En el hipotético caso de que me llegara un aluvión (dos o más) de propuestas por parte de los Ilustradores/dibujantes, las portadas entrarán a concurso público a través de mi perfil de facebook. Pero el trabajo no quedará en saco roto, todos los dibujos no ganadores irán en el interior y su autor también aparecerá como ilustrador.</span></b><br />
<br />
<b><span style="color: blue; font-size: large;">A Todos: </span></b>Os animo a dar sugerencias de cualquier tipo y a plantear el orden de publicación. ¿Cuáles te gustaría que publicara primero? A cambio... A cambio un fuerte abrazo y unas sentidas "gracias por participar", no abuses, macho.<br />
<br />
Para Solicitar tu historia o si te animas con la portada, puedes mandarme un mail a fjrohs@gmail.com, dejar un comentario aquí o decírmelo por Facebook.<br />
<br />
La mayoría de estas historias <a href="http://www.amazon.es/s?_encoding=UTF8&field-author=f.j.%20Rohs&search-alias=digital-text" target="_blank">ya están en amazon reunidas en tres colecciones</a> a un precio simbólico de 0,89€, pero al comienzo de la estrategia, el precio de las colecciones subirá y publicaré las historias que contienen de forma individual a menos de 1€. Lo digo por si quieres aprovechar antes de la subida... tú mismo...<br />
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Expongo los libros que publicaré sin orden de publicación:<br />
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
<table cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="float: left; margin-right: 1em; text-align: left;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiXE-TGh9z6FpR6UiYFNzoBnppaBjF-UMqFkMCoiSQntUnWMNZCuhwse3VYIMMe0qw1l2Be1gKcWy8BMAx8Uxl84eQVPPT_W7wpqR0sbBV2Ij5vhTB7P1Ti7Jm9ZyZR3Hwn6aLRsG8PJ88j/s1600/LD+luz+de+mar+12.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; display: inline !important; margin-bottom: 1em; margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><img alt="f.j. Rohs - La Sastrería Literaria - Relatos a Medida Cuentos Personalizados" border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiXE-TGh9z6FpR6UiYFNzoBnppaBjF-UMqFkMCoiSQntUnWMNZCuhwse3VYIMMe0qw1l2Be1gKcWy8BMAx8Uxl84eQVPPT_W7wpqR0sbBV2Ij5vhTB7P1Ti7Jm9ZyZR3Hwn6aLRsG8PJ88j/s1600/LD+luz+de+mar+12.jpg" height="265" title="f.j. Rohs - La Sastrería Literaria - Relatos a Medida Cuentos Personalizados" width="210" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><span style="color: blue; font-size: small;"><b>¿Te animas a hacer la portada?<br />Aparecerás en Amazon...</b></span><br />
<span style="color: blue; font-size: small;"><b>Email a fjrohs@gmail.com</b></span></td></tr>
</tbody></table>
</div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif; font-size: large;"><strong><u>Luz de mar. </u></strong></span><b style="text-align: right;"><a href="https://www.amazon.es/dp/B00BILS0X4" target="_blank"><span style="color: blue;">¡A la venta en amazon!</span></a></b></div>
<div style="text-align: justify;">
<strong>Un trabajo de La Sastrería {Literaria}</strong> <strong>Relatos a medida.</strong></div>
<div style="text-align: justify;">
<div style="text-align: right;">
<br /></div>
</div>
<div style="text-align: justify;">
Una historia de las de antes. Sencilla y amena. <strong>Una aventura para todos los públicos</strong> que conseguirá arrancarte sonrisas de alegría, de emoción... y alguna de tristeza. <strong>Piratas valientes, malvados tiranos, damas en peligro, duelos, persecuciones, amor, humor, lágrimas, tormentas y un final... de esos que nos dejan una sonrisa.</strong></div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
La ilusión de un viaje en un barco velero, de una aventura familiar y sencilla, se ve truncada cuando una tormenta inesperada y un temible rayo arrojan por la borda a Clementine, separándole de los suyos. Cuando Clementine abre los ojos, se encuentra rodeada por extraños piratas en un mundo confuso que no reconoce. Ha despertado en otro mundo, en otra época y todo parece indicar que lejos, demasiado lejos, de los suyos.</div>
<div style="text-align: justify;">
La indomable Clementine y el valiente Capitán Tru decidirán enfrentarse a sus destinos y, en ambos casos, el destino les lleva hasta el malvado Barrygon.<br />
<br />
Pincha si quieres ver el <a href="http://www.youtube.com/watch?v=BIrei8kfkRU" target="_blank"><b><span style="color: blue;">BookTrailer de Luz de Mar</span></b></a></div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<table cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="float: left; margin-right: 1em; text-align: left;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjxiPlaeIvhgp1gyfsDYxfV3rspDxO8oqyverTwCK-pdxlawLMjhbsthmrRs2TMRKOGDENF9a_B1ZCHjEWmXctf4u3wGnK1X4BhS5eVNpqqkbNxjvLjB697FndHJ4NE6sZChWS2kUBICccP/s1600/LD+mpr+3.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; margin-bottom: 1em; margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjxiPlaeIvhgp1gyfsDYxfV3rspDxO8oqyverTwCK-pdxlawLMjhbsthmrRs2TMRKOGDENF9a_B1ZCHjEWmXctf4u3wGnK1X4BhS5eVNpqqkbNxjvLjB697FndHJ4NE6sZChWS2kUBICccP/s1600/LD+mpr+3.jpg" height="265" width="210" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><b style="color: blue; font-size: small;">¿Te animas a hacer la portada?</b><br />
<span style="color: blue; font-size: small;"><b>Aparecerás en Amazon...</b></span><br />
<b style="color: blue; font-size: small;">Email a fjrohs@gmail.com</b></td></tr>
</tbody></table>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"><strong><u>Manifiesto para La Revolución</u></strong></span></div>
<div style="text-align: justify;">
</div>
Desde la Indignación que respiramos. Desde los Sueños que nos robaron. Desde la Libertad con la que pretenden comerciar. Desde la Verdad fugitiva. Desde el oscuro cerco con el que limitan nuestro destino. Desde mis entrañas y mi corazón y mis pulmones y mi garganta... clamo, reclamo, ¡grito! Y sin más armas que las simples palabras, Manifiesto y Declaro mi Revolución.<br />
<br />
Puedes leer parte del libro gratis en <a href="http://www.wattpad.com/user/fjrohs">www.wattpad.com/user/fjrohs</a><br />
<br />
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif; font-size: 11px;"><i>"Tu grito puede ser murmullo pero nuestras voces unidas serán el temible temblor en los cimientos de esta civilización. (21) Nuestros corazones unidos son la voz que ruge en el desierto, unidos somos el Capitán Trueno, la esencia de Aquiles, la penetrante voz de Luther King, el atronador silencio de Gandhi, unidos seremos cualquier héroe… (22) ¡Unidos somos la sublime estatua a la Libertad que señala a los culpables y con poderosa voz los juzga y los condena!"</i></span><br />
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif; font-size: x-small;"><i><br /></i></span>
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif; font-size: 11px;"><i>"(30) El sueño de un Pueblo es semilla de Futuro y siembra de Revolución. (31) Si sólo soñamos en soledad y silencio, no habrá futuro. (32) Si soñamos unidos y gritamos y cantamos y denunciamos, nuestro Sueño será futuro y nosotros Gigantes en Revolución"</i></span><br />
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif; font-size: x-small;"><i><br /></i></span>
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif; font-size: 11px;"><i>"(10) Denuncio a los Líderes del mundo, a sus organizaciones, a sus clubs privados de naciones civilizadas que desfilan por alfombras azules y se reúnen en sus teatros y corrales sólo cuando escuchan gritos de agonía y no de auxilio; (11) que discuten con pausa de cómo arreglar lo que debieron evitar; que se alzan como héroes sólo cuando existe la amenaza de sus estados de bienestar"</i></span><br />
<br />
<a href="" name="piaccienccio"></a>
<div style="text-align: justify;">
<table cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="float: left; margin-right: 1em; text-align: left;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjYQrT_25u5bh3qAMNi8lLcbVkBn0_UnG99G_CTzwM89HbiCEhWO47FT0yGg93k1mppECtExtjKJMx6jY0aZFKiEJJBjU-D324d9zLNqmlbXcUlVrODfg_mmGR-4P_z05bsaIElUiv0lzPd/s1600/LD+piaccienccio.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; margin-bottom: 1em; margin-left: auto; margin-right: auto;"><img alt="Libros a medida Cuentos y relatos personalizados" border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjYQrT_25u5bh3qAMNi8lLcbVkBn0_UnG99G_CTzwM89HbiCEhWO47FT0yGg93k1mppECtExtjKJMx6jY0aZFKiEJJBjU-D324d9zLNqmlbXcUlVrODfg_mmGR-4P_z05bsaIElUiv0lzPd/s1600/LD+piaccienccio.jpg" height="265" title="Libros a medida Cuentos y relatos personalizados" width="210" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><b style="color: blue; font-size: small;">¿Te animas a hacer la portada?</b><br />
<span style="color: blue; font-size: small;"><b>Aparecerás en Amazon...</b></span><br />
<b style="color: blue; font-size: small;">Email a fjrohs@gmail.com</b></td></tr>
</tbody></table>
<u><span style="font-size: large;"><strong>Piaccienccio o El sueño que no llega </strong></span><span style="font-size: x-small;">- y otros relatos</span></u></div>
<div style="text-align: justify;">
</div>
<strong>Historias de La Sastrería {Literaria}</strong> <strong>Relatos personalizados</strong>, <strong>cuentos a medida</strong>.<br />
<br />
Algo de Realismo Mágico, o tal y como está todo, de realidad a secas, ya no lo sé, la verdad...<br />
<br />
En el medio de un pequeño puentecito sobre el riachuelo de un feo y absurdo pueblo llamado Santa Dona de Piave, por donde pululan, en una incesante estampida, unas ovejas locas y los hipócritas intereses de unas elecciones, todos los días desde hace años, desde el amanecer hasta la madrugada, se ve a un anciano muy callado pescando. Y nunca nadie le escuchó palabra; y nunca nadie le prestó demasiada atención; y nunca nadie le vio pescar ni un mísero pececillo... hasta esta historia, claro.<br />
<br />
Piaccienccio es un loco demasiado cuerdo. Un pescador que nunca pescó. Un sabio que no tenía nada que decir. Un protagonista que no interviene.Que vive y pesca cada día, sin descanso, en un pueblo demasiado feo y demasiado real... Rodeado de odio e hipocresía. Pero a él le da igual, el sólo espera una trucha o un silencio o a alguien... o a un sueño que parece nunca llegar.<br />
<br />
Incluye los cuentos: <i style="font-weight: bold;">El tren y sus vapores</i>, y<i style="font-weight: bold;"> Perseguida</i><br />
<br />
<a href="" name="bonsai"></a>
<table cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="float: left; margin-right: 1em; text-align: left;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEibETaZQ04FQVI-EbTI21-kwK8_93Gn0l4xyB5Vj5IBCjFlw0ZL6rnAGlgSPZYeS6hBeO35glkY5U5O14_kv6ihkcKrmZfzFJLz-aEAkZyOBbRvNg1ykcoEdetg26K8m7Xri2rT0FkdZSzk/s1600/LD+bonsai+2.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; margin-bottom: 1em; margin-left: auto; margin-right: auto;"><img alt="Relatos a medida. Cuentos personalizados. Libros personalizados" border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEibETaZQ04FQVI-EbTI21-kwK8_93Gn0l4xyB5Vj5IBCjFlw0ZL6rnAGlgSPZYeS6hBeO35glkY5U5O14_kv6ihkcKrmZfzFJLz-aEAkZyOBbRvNg1ykcoEdetg26K8m7Xri2rT0FkdZSzk/s1600/LD+bonsai+2.jpg" height="265" title="Relatos a medida. Cuentos personalizados. Libros personalizados" width="210" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><span style="font-size: x-small; text-align: justify;">Ilustración de portada: </span><br />
<a href="http://www.facebook.com/andres.martinroman?ref=ts&fref=ts" style="font-size: small; text-align: justify;" target="_blank">Andrés Martín</a></td></tr>
</tbody></table>
<div style="text-align: justify;">
<u><span style="font-size: large;"><strong>Un bonsái entre tú y yo</strong></span></u></div>
<div style="text-align: justify;">
<strong>Un trabajo de La Sastrería {Literaria}</strong> <strong>Relatos a medida.</strong></div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
</div>
Una historia que nos habla de esas "relaciones humanas intermedias entre el estado gaseoso del amor y el líquido de la amistad"... Y que los sesudos científicos de prestigiosas universidades aún no han conseguido descifrar ni etiquetar.<br />
<br />
Kevin, harto de su vida tediosa en la ciudad, decide irse con sus dos hijos a un pequeño pueblo llamado Dreamville para pasar los tres meses de verano. Quizás por la crisis de los 40 o quizás por cumplir un sueño, se compra una Harley para disfrutar de las carreteras olvidadas. En uno de sus paseos conocerá a Collete, madre de tres niños que también vive en Dreamville y con la que traba amistad bajo la excusa de que sus hijos jueguen juntos.<br />
Una tarde, por accidente, conocen al Profesor Hiroshi, y éste les "obliga" a asistir a clases de Bonsái.<br />
Y así, entre los niños, la Harley, y las excéntricas enseñanzas del Profesor Hiroshi, nacerá una inolvidable amistad entre ellos.<br />
<br />
<span style="text-align: justify;">Esta es una de las Historias que aparecen en el </span><b style="text-align: justify;"><a href="http://fjrohs.blogspot.com.es/p/booktrailers-y-videostorys.html#sastre" target="_blank">BookTrailer de La Sastrería {Literaria}</a></b><span style="text-align: justify;">. Pincha si quieres verlo, te gustará</span><br />
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<a href="" name="pluma"></a>
<table cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="float: left; margin-right: 1em; text-align: left;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjB_6G9O34sCeouSnCd32siErZ2Wp01Z2LDva2VqQhvUhSxQvmIAGJ3o0a6BtZPiGyqXjacUxSFyr2jR6SUQtgQTNJ3gaXNaXL8jBLH7i5oMiygDhjMlhYJszARWwAEg-0_zRI79k2hdlvk/s1600/LD++pluma+1.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; margin-bottom: 1em; margin-left: auto; margin-right: auto;"><img alt="Relatos a medida. Libros personalizados" border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjB_6G9O34sCeouSnCd32siErZ2Wp01Z2LDva2VqQhvUhSxQvmIAGJ3o0a6BtZPiGyqXjacUxSFyr2jR6SUQtgQTNJ3gaXNaXL8jBLH7i5oMiygDhjMlhYJszARWwAEg-0_zRI79k2hdlvk/s1600/LD++pluma+1.jpg" height="265" title="Relatos a medida. Libros personalizados" width="210" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><b style="color: blue; font-size: small;">¿Te animas a hacer la portada?</b><br />
<span style="color: blue; font-size: small;"><b>Aparecerás en Amazon...</b></span><br />
<b style="color: blue; font-size: small;">Email a fjrohs@gmail.com</b></td></tr>
</tbody></table>
<div style="text-align: justify;">
<u><span style="font-size: large;"><strong>El mar donde bailan los árboles</strong></span></u></div>
<div style="text-align: justify;">
<strong>Un trabajo de La Sastrería {Literaria}</strong> <strong>Relatos a medida</strong></div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
Una historia amena y divertida, una pequeña aventura, la búsqueda de sueños perezosos. Podría decirse que para jóvenes, pero en verdad es para adultos, necesariamente para adultos...<br />
<br />
Pluma y Lápiz son dos chavales que tienen un Sueño Perezoso y un Sueño Imposible. Viven en familias humildes, en una Isla, y el destino ha tenido el capricho de que no conozcan el Mar. Una pregunta tonta y una apuesta infantil sirven como excusa para enfrascarse en una pequeña, sencilla y humilde aventura, pero la más grande que jamás vivieron. ¿Hay árboles en el mar? La preciosa Reina del Bosque les guiará, conquistará algún corazón y, tras un largo viaje, encontrarán la respuesta a esa "pregunta infantil"...<br />
<br />
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<a href="" name="vaca"></a>
<div style="text-align: justify;">
<table cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="float: left; margin-right: 1em; text-align: left;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiQnbpyzwULGad99hmCFN0GFHI0eaLmJl7kNZFjc_obZb4n39IccUTPApwse_v-X9zbeYbr4aw0c5LQFveTPAHxN5zJ-J0uKpW0k4oAngTT5sorMUO2MtHeryEEg8vi0lQ5EYgMhcYtSFIK/s1600/LD+vaca+1.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; margin-bottom: 1em; margin-left: auto; margin-right: auto;"><img alt="cuentos personalizados" border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiQnbpyzwULGad99hmCFN0GFHI0eaLmJl7kNZFjc_obZb4n39IccUTPApwse_v-X9zbeYbr4aw0c5LQFveTPAHxN5zJ-J0uKpW0k4oAngTT5sorMUO2MtHeryEEg8vi0lQ5EYgMhcYtSFIK/s1600/LD+vaca+1.jpg" height="265" title="relatos a medida" width="210" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><span style="font-size: x-small; text-align: justify;">Ilustración de portada: </span><br />
<a href="http://www.facebook.com/andres.martinroman?ref=ts&fref=ts" style="font-size: small; text-align: justify;" target="_blank">Andrés Martín</a></td></tr>
</tbody></table>
<u><span style="font-size: large;"><strong>La Vaca que subió a la montaña </strong></span><b>- y otros cuentos - </b></u></div>
<div style="text-align: justify;">
<strong>Historias de La Sastrería {Literaria}</strong> <strong>Cuentos a medida</strong><br />
<b><br /></b>
Es un cuento, puede que para niños, pero la verdad es que jamás pensé en los niños cuando la escribí. Ellos tienen claro que no les gustan las vallas y sueñan con subir montañas, pero los adultos... ¡Los adultos ya no vemos las vallas y nos dan un poco de miedo las montañas!<br />
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
La Bella Remigia, el Bravo Gallardo y su Singular hija Clotilde, hartos de Vallas y Cercados, deciden emprender la mayor aventura jamás contada entre las vacas, toros y granjeros. Pero jamás imaginaron llegar un extraño lugar, donde la vieja tierra se arrugaba y abultaba, elevándose al cielo. Ni Gallardo ni Remigia, aterrados, pudieron hacer nada para que la pequeña Clotilde se viera tentada por aquella hierba tan verde que la cubría. Y Clotilde subió a la montaña...</div>
<div style="text-align: justify;">
Puedes leer la historia, sí, enterita y gratis... ya ves... aquí en mi blog o en <a href="http://www.wattpad.com/user/fjrohs">www.wattpad.com/user/fjrohs</a><br />
<br />
Incluye los cuentos: <strong>Margarito Silvestrino</strong> y<strong> Pelota Pinchada</strong>.<br />
<span style="font-size: x-small;"><br /></span>
<span style="font-size: x-small;">* Si elijes esta historia, tardaré unos días en mandártela, está en proceso de corrección, pero la tendrás si la quieres.</span><br />
<br /></div>
<a href="" name="siete"></a>
<div style="text-align: justify;">
<table cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="float: left; margin-right: 1em; text-align: left;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgyhRCpuJcAlUiFHoXE9QRMvLKRR2Czl_DRFqA5iEJjHs57G4sWfc4iNzvQh6efsqJDlpaJTA6J3LpxBMFDbiTKa9Vw2zNhcOA7cevvp6kAyzobfTRcc7Nx-xKtXsxMXCOpPjQDcg8GvN2C/s1600/LD+rana+7.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; margin-bottom: 1em; margin-left: auto; margin-right: auto;"><img alt="Cuentos a medida" border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgyhRCpuJcAlUiFHoXE9QRMvLKRR2Czl_DRFqA5iEJjHs57G4sWfc4iNzvQh6efsqJDlpaJTA6J3LpxBMFDbiTKa9Vw2zNhcOA7cevvp6kAyzobfTRcc7Nx-xKtXsxMXCOpPjQDcg8GvN2C/s1600/LD+rana+7.jpg" height="265" title="Libros personalizados, relatos a medida" width="210" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><span style="font-size: x-small; text-align: justify;">Ilustración de portada: </span><br />
<a href="http://www.facebook.com/daniel.estorachmartin?ref=ts&fref=ts" style="font-size: small; text-align: justify;" target="_blank">Daniel Estorach</a></td></tr>
</tbody></table>
<span style="font-size: large;"><u><strong>Siete Saltos de Rana</strong></u></span><br />
<strong>Historias de La Sastrería {Literaria}</strong> <strong>Cuentos a medida</strong><br />
<br />
Un paseo por la mágia y la fantasía. Un niño, un Merlín muy cascarrabias, una maldición y una buena colección de sueños por cumplir.<br />
<br />
Como casi todos los días de aquél verano, Peter, acompañado de su inseparable perro Lacco y su monopatín, se lanzó, caña en ristre y mirada temeraria, carretera abajo para pescar en su río favorito. Pero sólo era una excusa, una escapada... Andaba taciturno, algo le rondaba por la cabeza, y como siempre que eso pasaba, al llegar cogió distraído un puñado de cantos rodados y comenzó a tratar de superar su récord personal de saltos de rana. Nunca había pasado de seis saltos. Pero mientras hablaba con Lacco (porque claro que los perros hablan), de pronto, contando por instinto los saltos, ocurrió. ¡Había pulverizado su récord Y andaba celebrándolo cuando, allí donde había caído su piedra, el agua comenzó a burbujear. Ante su asombro y el de Lacco (porque claro que los perros se asombran), un estrafalario mago con una muy hortera túnica surgió de las aguas. Era Merlín, el mismísimo Merlín el encantador. Algo viejo ya, algo confuso tras cien años de siesta, y muy muy cascarrabias. Peter no lo sabía, pero acababa de ejercer su derecho sobre una maldición que pesaba sobre Merlín: Aquél que consiguiera hacer Siete Saltos de Rana, podría exigirle a Merlín que le ayudara a cumplir un sueño. Y Peter soñaba con volar. Pero claro, con la maña que se traía con los cantos rodados y muy a pesar del malhumorado Merlín, ese sueño tan sólo fue ¡el primero que cumplió!<br />
Porque Peter tenía muchos sueños. En algunos Merlín le pudo ayudar. En otros, no. Y en el que más deseaba, algo muy extraño ocurrió.<br />
<br />
Esta es una de las Historias que aparecen en el <b><a href="http://fjrohs.blogspot.com.es/p/booktrailers-y-videostorys.html#sastre" target="_blank">BookTrailer de La Sastrería {Literaria}</a></b>. Pincha si quieres verlo, te gustará<br />
<br />
<a href="" name="superhugo"></a>
<table cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="float: left; margin-right: 1em; text-align: left;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEga3JU2mhPJKW7Fw5viOduPDnUrDZJeyfrk72xixlSO_r-_wcs1eC730H9pxnbila0KsOFurjnOkcs8JAc0A0BcUDPF6hpm7MHQMqg_NjipSdEuH0baJ_ZinIq5HSC33PynoDAPx1D7qFPv/s1600/LD+SH.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; margin-bottom: 1em; margin-left: auto; margin-right: auto;"><img alt="Cuentos a medida" border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEga3JU2mhPJKW7Fw5viOduPDnUrDZJeyfrk72xixlSO_r-_wcs1eC730H9pxnbila0KsOFurjnOkcs8JAc0A0BcUDPF6hpm7MHQMqg_NjipSdEuH0baJ_ZinIq5HSC33PynoDAPx1D7qFPv/s1600/LD+SH.jpg" height="265" title="Cuentos a medida" width="210" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><b style="color: blue; font-size: small;">¿Te animas a hacer la portada?</b><br />
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<b style="color: blue; font-size: small;">Email a fjrohs@gmail.com</b></td></tr>
</tbody></table>
<u><span style="font-size: large;"><strong>SuperHugo Vs Prefesor Reality</strong></span></u><br />
<strong>Historias de La Sastrería {Literaria}</strong> <strong>Cuentos a medida</strong><br />
<br />
De niño, todos hemos soñado con ser Superhéroe. La diferencia es que Hugo... ¡Lo consiguió!<br />
<br />
La famosa crisis también afectó a los Reyes Magos aquella navidad, por eso escribieron a Hugo para decirle que ese año sólo podría pedir un regalo. Pero podría ser cualquier cosa, la única condición era que la pidiera de corazón. Tras mucho pensar y pensar, Hugo llegó a una conclusión. Pediría a Los Reyes Magos... ¡Ser un SuperHéroe! Todo estaba tan mal, que si la crisis, que si las noticias de la tele, que si las caras feas de sus padres cuando llegaban aquellas cartas del banco...¡Un SuperHeroe para salvar al mundo era lo que hacía falta!<br />
Pero lo que jamás imaginó Hugo es que el regalo se cumpliera de aquella manera. El día de reyes, gracias a una sola lágrima y a una simple carta, Hugo se convirtió en SuperHugo. Pero SuperHugo no tenía precisamente una misión fácil. Subido en su HugoMóvil, en compañía de su chofer, y el famoso hurón espía Juanito Bomb, conoció su peligrosa misión. El profesor Reality llevaba años raptando a todos los Sueños y tenía ya prisionero también a... ¡todos los SuperHéroes! En la temible Mansión Rutiner, vigilada por Dark Banker y otros malvados, se encontraba apresado el futuro del mundo. La Sociedad de Los Soñadores Despiertos pedían ayuda al único SuperHeroe que podría salvarles. Y ese era... ¡¡Suuuupeeerr- Huuuuugooooo!!<br />
<br />
Esta es una de las Historias que aparecen en el <b><a href="http://fjrohs.blogspot.com.es/p/booktrailers-y-videostorys.html#sastre" target="_blank">BookTrailer de La Sastrería {Literaria}</a></b>. Pincha si quieres verlo, te gustará<br />
<br />
<a href="" name="naibeth1"></a>
<table cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="float: left; margin-right: 1em; text-align: left;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgzaIrh9mHJ-CiV2lkT6Q7pcRjo5u_fc7KXHKXKafz9d9ABfr313loI1uAAgJAXNTESBlvrcURJH3z32yBTpP8hC8ln5wQPxtvODex4QZR39fFi4lcx7PkDTfFraTs1OHhDITVIMEnVtJDK/s1600/LD+naibeth+negro.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; margin-bottom: 1em; margin-left: auto; margin-right: auto;"><img alt="Libros personalizados" border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgzaIrh9mHJ-CiV2lkT6Q7pcRjo5u_fc7KXHKXKafz9d9ABfr313loI1uAAgJAXNTESBlvrcURJH3z32yBTpP8hC8ln5wQPxtvODex4QZR39fFi4lcx7PkDTfFraTs1OHhDITVIMEnVtJDK/s1600/LD+naibeth+negro.jpg" height="265" title="Libros a medida" width="210" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><b style="color: blue; font-size: small;">¿Te animas a hacer la portada?</b><br />
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<b style="color: blue; font-size: small;">Email a fjrohs@gmail.com</b></td></tr>
</tbody></table>
<b><u><span style="font-size: large;">Naibeth, Puño de Acero. Parte I. G.A.I.A</span></u></b><br />
<strong>Historias de La Sastrería {Literaria}</strong> <strong>Cuentos a medida</strong><br />
<b><br /></b>
Una historia de Ciencia Ficción que habla del espíritu del hombre, de la fuerza de un grupo de hombres con las mismas inquietudes y ansias de aventura. Hay naves. Hay planetas lejanos. Pero sobre todo, hay personas.<br />
<br />
El condecorado Teniente Naibeth es ascendido a Capitán, pero los planes del consejo, interesados en sentarle en un despacho para conseguir limpiar la corrupta imagen de los altos mandos, se ven trastocados cuando el Capitán Naibeth exige su derecho a elegir destino. Y su destino está en los limites del Imperio, en la División FreePlanet, una división asentada en el planeta DracKo cuya misión es guardar las fronteras del Imperio al tiempo que salvaguardan y protegen a pequeñas sociedades y planetas olvidados. Pero lejos de esta realidad, la División FreePlanet se ha convertido en un nido de buitres, gobernados por los intereses comerciales de los Altos Mandos con la única intención de sacar provecho y negocio de aquellas sociedades olvidadas.<br />
A pesar de las presiones, el Capitán Naibeth está decidido a limpiar la División FreePlanet y devolverla a su original status de fuerza pacificadora y protectora. Naibeth no es ninguna rata de despacho, es una animal de galaxia, un soldado de los de antes. No entiende su vida sin estar en las trincheras. Así pues, selecciona a conciencia a los mejores hombres para la tripulación de su fragata estelar. Un grupo de hombres y mujeres alejados de lo diplomático y correcto, decididos y con el carácter suficiente para servir bajo su implacable puño de acero y a bordo de la nave que debe representar su espíritu, la Fragata Estelar G.A.I.A.<br />
<br />
<span style="font-size: x-small;">* Si elijes esta historia, tardaré unos días en mandartela, está en proceso de corrección, pero la tendrás si la quieres.</span><br />
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
</div>
<a href="" name="naibeth2"></a>
<table cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="float: left; margin-right: 1em; text-align: left;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjf1VcOYETle-8g_4y-gpMYNs7krVwLKWwOxoV-IgcAONrYS9tE9sxZ58tuefdPNsFZXulwzBA9jM1s1D-AD9WGs_slJr0FuIiJ7dOxK-vjc2KgfaPQlCneVIeWTAcjMMQ8YcDb7WoMfSCL/s1600/portada+naibeth+Namhek.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; margin-bottom: 1em; margin-left: auto; margin-right: auto;"><img alt="Relatos a medida" border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjf1VcOYETle-8g_4y-gpMYNs7krVwLKWwOxoV-IgcAONrYS9tE9sxZ58tuefdPNsFZXulwzBA9jM1s1D-AD9WGs_slJr0FuIiJ7dOxK-vjc2KgfaPQlCneVIeWTAcjMMQ8YcDb7WoMfSCL/s1600/portada+naibeth+Namhek.jpg" height="265" title="Libro personalizado" width="210" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><b style="color: blue; font-size: small;">¿Te animas a hacer la portada?</b><br />
<span style="color: blue; font-size: small;"><b>Aparecerás en Amazon...</b></span><br />
<b style="color: blue; font-size: small;">Email a fjrohs@gmail.com</b></td></tr>
</tbody></table>
<b><u><span style="font-size: large;">Naibeth, Puño de Acero. Libro II. Namhek.</span></u></b><br />
<b>Historias de La Sastrería {Literaria} Cuentos a medida</b><br />
<br />
La Ciencia Ficción da la mano a la Fantasía para llevarte a un planeta enigmático y luchar en una guerra desigual. No se trata sólo de Máquinas contra Humanos. No se trata de Elfos Negros y Hombres corruptos contra una Alianza Blanca. Tan sólo es el Bien contra el Mal. Sólo eso. O quizás algo más...<br />
<br />
Tras cien misiones y cien victorias del Capitán Naibeth y su tripulación, conocidos ya como Los Invencibles de Gaia, llega una desconcertante llamada de auxilio del inexpugnable planeta Namhek. Los legendarios Namheker, la civilización más avanzada del universo, incomprensiblemente, necesitan ayuda y solicitan que el Capitán Naibeth acuda a Namhek para una reunión privada con el Líder de los Namheker. Todo es demasiado sospechoso. Una civilización como aquella, una reunión secreta con seres tan evolucionados... Ningún hombre ha puesto sus pies en aquél misterioso planeta. Ningún enemigo ha conseguido jamás penetrar en Namhek, su poder y tecnología escapa a cualquier intento de conquista, pero lo más extraño, los Namhek jamás intentaron hacer valer esa fuerza más allá de su planeta. Y precisamente, todos estos misterios son los que deciden a Naibeth.<br />
Le bastó penetrar en la atmósfera de ese misterioso planeta para imaginar su poder tecnológico, pero lo que jamás imaginó Naibeth, al llegar al helado paraje de reunión, fue ver al líder de los Namheker descendiendo hasta él a lomos de un Dragón.<br />
Un enemigo implacable y misterioso, refugiado en la impenetrable Fortaleza Kube 31, estaba controlando a Las Máquinas Heredadas y atacando las principales ciudades. Los Namheker estaban siendo desbordados, una inquebrantable promesa con los dragones, un firme principio vital, les impedía defenderse como aquella guerra exigía. Tenían los medios, tenían la tecnología, tenían las armas necesarias, pero no podían usarlas sin traicionar aquello que les definía como Namheker. Ellos no podían hacerlo. Pero el Capitán Naibeth y los Invencibles de Gaia sí.<br />
<br />
<span style="font-size: x-small;">* Si quieres esta historia, tendrás que tener paciencia, estoy con ella ahora, y aunque le falta poco, tardarás en tenerla.</span><br />
<br />
<a href="" name="miedo"></a>
<table cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="float: left; margin-right: 1em; text-align: left;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgThUid0Db8ua3t9rpzApXTR9VevbhWokwLUKSfj2HbRB0wMkaNEr_gZAmyKx0q1aQSieykWWCtI6OlKErpjYDYXZygTTMg4WOSQ9vn-_SiLRJwseaHVeflGx8lFe-HJFB-8ZTfmKefmz-o/s1600/no+grites.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; margin-bottom: 1em; margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgThUid0Db8ua3t9rpzApXTR9VevbhWokwLUKSfj2HbRB0wMkaNEr_gZAmyKx0q1aQSieykWWCtI6OlKErpjYDYXZygTTMg4WOSQ9vn-_SiLRJwseaHVeflGx8lFe-HJFB-8ZTfmKefmz-o/s1600/no+grites.jpg" height="265" width="210" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><b style="color: blue; font-size: small;">¿Te animas a hacer la portada?</b><br />
<span style="color: blue; font-size: small;"><b>Aparecerás en Amazon...</b></span><br />
<b style="color: blue; font-size: medium;">Email a fjrohs@gmail.com</b></td></tr>
</tbody></table>
<b><u><span style="font-size: large;">No grites, no corras... y nunca, jamás abras esa...</span></u></b><br />
<br />
Tres historias de miedo, terror, suspense, misterio... Donde algo diabólico siempre está detrás de todo. O escondido. O esperándote.<br />
<br />
<b>La Noche de La cabra</b>.<br />
Una fría noche, Alioscha, un joven cosaco, escucha el terrible chillido de un animal. A la mañana siguiente, en el campamento, nadie quiere hablar del asunto. Un denso ambiente de miedo parece atenazar a todos, pero Alioscha y sus amigos deciden averiguar lo que ha ocurrido. Adentrándose en el bosque, se topan con una extraña bestia y las consecuencias de su enfrentamiento helará la sangre hasta de los cosacos más veteranos.<br />
<br />
<b>La Puerta</b><br />
Cuando lo que espera al final de la escalera es una puerta que no quieres cruzar. Pero te llaman... y tienes que subir... sólo eres un niño. ¿Quién te llama?<br />
<br />
<b>El Caballero del Santo Madero</b><br />
No fue el viento de la noche quien puso a prueba al Padre Jonás. Ni el moribundo que llamó a su puerta. Ni las sombras fugitivas que sintió en el bosque. Ni los ruidos, ni la arena, ni las tres caídas que sufrió. Ni tan siquiera aquella pobre chica atada al árbol. Fue algo peor. Quizás aquél aliento que sentía en su nuca mientras corría. ¿Qué ocurre cuando tus creencias se debilitan en el peor momento?<br />
<br />
<span style="font-size: x-small;">* Si elijes esta historia, tardaré unos días en mandartela, está en proceso de corrección, pero la tendrás si la quieres.</span><br />
<br />
P.D.: Por cierto, si estuvieras interesado, casi todas estas historias ya están publicadas en Amazon en tres recopilatorios a precios irrisorios. 0,89€ cada colección! Vamos, 16 historias por 2,67€!Pero date prisa si quieres tenerlas a esos precios porque dentro de poco subiré el precio de las colecciones y comenzará la estrategia que acabo de contarte... <a href="http://www.amazon.es/s?_encoding=UTF8&field-author=f.j.%20Rohs&search-alias=digital-text" target="_blank"><b>Pincha y accede a las colecciones</b></a></div>
f.j. Rohshttp://www.blogger.com/profile/16241962094795405690noreply@blogger.com6tag:blogger.com,1999:blog-7096795168122944581.post-44933003294540729662012-11-12T12:42:00.000+01:002013-02-11T13:05:06.711+01:00No me gustan los lunes...<div style="float: right;">
<iframe allowfullscreen='allowfullscreen' webkitallowfullscreen='webkitallowfullscreen' mozallowfullscreen='mozallowfullscreen' width='320' height='266' src='https://www.youtube.com/embed/8yteMugRAc0?feature=player_embedded' frameborder='0'></iframe></div>
<div style="float: justify;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"> La mañana de un lunes del enero de 1979, antes de sonar el despertador, Brenda tiró de la manta para protegerse del frescor de la mañana. Sentía frío, pero un frío extraño que no podía quitarse de encima. Vivía en San Diego, California, y allí no hace tanto frío. Con sus ojillos miraba por la ventana y ya notaba el sol calentando a todos. A todos menos ella. Quizás tuviera algo que ver con la visita nocturna de su padre… Quizás por eso también le dolía la cabeza, con aquél zumbido que parecía que algo fuera a explorar en cualquier momento dentro de ella, quizás por eso se sentía vacía, quizás por eso no quería levantarse, no quería ir a la escuela. Pero no debía ser eso, su padre la visitaba muchas noches y normalmente después dormía mal y se despertaba mucho antes de que sonara el despertador, cierto, pero aquél día se sentía rara, como si la mente no reaccionara, como si estuviera colapsada. Antes, estas cosas las hablaba con mamá, pero desde que le contó la primera visita nocturna de papá y su reacción fue darle una paliza a ella sin decirle nada a él… Ya no, ya no le contaba nada. </span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"> </span><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"> </span><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">No sabía por qué se sintió así de extraña, encima nadie se lo iba a explicar. Lo único cierto que encontró cuando sonó el despertador fue una idea: Odiaba los lunes. Pero puede que esto sea normal para una niña de 16 años…</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"></span><br />
<a name='more'></a><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"> </span><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"> </span><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">El zumbido de su cabeza no paraba, y cuando pensaba en la escuela, el mundo se le venía encima. No le apetecía ver a los profesores, no le apetecía clases de matemática con el idiota del Sr. Tellman, ni ciencias con la mojigata de Bradel. No aguantaba a sus compañeras. Por eso, cuando su padre entró para que se diera prisa, se lo dijo: "No quiero ir a la escuela, papá..."<no a="a" escuela="escuela" ir="ir" la="la" pap="pap" quiero="quiero"> Pero su padre, que decía a todos en público que Brenda era oro puro, lo más brillante de su vida, la convenció de la misma forma que la convencía en privado tantas noches para que durmiera con él y jugaran... Su padre no la entendía. Le pidió una razón, pero Brenda, en el fondo, no tenía ninguna razón convincente para no querer ir al colegio. ¿Necesitaba decirle alguna? No le gustaban los lunes.</no></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"> </span><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"> </span><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">No, claro que no quería ir a la escuela. Ni mucho menos en lunes. Nadie debería ir a la escuela en lunes. Y quizás ella… podría hacer algo para lograr que todos se quedaran en casa…</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"> </span><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"> </span><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">Mientras se vestía, sintió como si por fin se encendiera ese chip de su cabeza, el que amenazaba con explotar, y le llevó a otro sitio. Al menos no era el infierno de siempre. Está bien, odiaba los lunes, iría a la escuela, pero antes pasaría un rato mirando por la ventana del salón. Se le había ocurrido algo para lograr que todos se quedaran en casa. Ya vestida, pasó por su armario y cogió el último regalo de navidad que su padre le había hecho. Ella pidió una Radio, le encantaba la radio, la música le hacía sentirse bien, la alejaba de ese mundo tan extraño e incomprensible. Le gustaba Police, le gustaba volar, le gustaba encerrarse y olvidarse de todo, le gustaba el silencio roto por las melodías lejanas… Pero su padre no le regaló una radio, él había pensado en un regalo mucho mejor. Brenda, con su regalo mucho mejor, fue al salón. </span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"> </span><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"> </span><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">Sus padres ya se habían ido, así que nadie le obligaría a desayunar. No tenía hambre. Se sentó en el sillón mirando hacia el exterior por la gran ventana, se veía el colegio, pero por ahora había pocos niños, padres y profesores. Pocos minutos después, comenzaron a llegar los autobuses amarillos y coches de mil colores. El coche de su padre era negro. Más gritos, más risas, más charlas. Brenda no lo entendía. No entendía como la gente estaba tan contenta si era Lunes. Bueno, la verdad es que ella nunca estaba tan contente. ¿Por qué sería? No lo sabía. Unos eran felices y otros no. Supuso que a ella le debió haber tocado la “cruz” de la moneda cuando nació. Bah, pensamientos de los Lunes… El césped de la entrada del colegio ya estaba bastante lleno de carreras, prisas y vidas a las que debió tocarles la “cara” de la moneda. Era el momento de poner en marcha su plan, de lograr que todos se quedaran en casa ese lunes. Abrió la ventana y apoyó el regalo de su padre en el quicio. Apuntó y disparó. </span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">Todos se quedaron de piedra durante un instante, Brenda los miraba y parecía como si estuvieran en cámara lenta. De pronto, el grito de una madre y el llanto de un niño, despertaron a todos y todo volvió a la velocidad normal. Un niño estaba tirado en el suelo herido. Al instante, padres, profesores y niños comenzaron a correr de un lado para otro. Los niños parecían patos espantados en una charca y los adultos un rebaño lento y bobo de vacas que les rodeaban.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"> </span><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"> </span><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">Brenda se fijó en el niño herido, creyó reconocerle, se llamaba Charly. Y Charly sólo estaba herido. Así que volvió a apuntar y cuando lo hizo, vio que el Director Wragg, ese pedante que se paseaba por los pasillos como si fuera un emperador, se echó encima de Charly. Bueno, peor para él. Apuntó y disparo.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"> </span><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"> </span><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">Pudo ver cómo los trocillos de la tela de su chaqueta salían volando. Pudo ver cómo comenzaban a llenarse de sangre. Le había dado. ¿Le había matado? A Apuntó y disparó. Y cuando miró de nuevo, se dio cuenta que el Sr. Suchar, el celador, se había tirado encima de Wragg. ¿Le estaba protegiendo? ¿Por qué? Bueno, ya daba igual. Ninguno se volvería a levantar. </span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"> </span><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"> </span><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">Mirando al resto de patos que se apelotonaban en la puerta de la escuela, decidió probar suerte por esa zona. Sin apuntar demasiado, ya escuchaba las sirenas a lo lejos, disparó una ráfaga. Varios niños cayeron gritando y llorando. Uno, dos, tres… Ráfaga. Cuatro, cinco, seis, siete. Ya llegaban. Veía las luces. Ráfaga. Nueve.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"> </span><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"> </span><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">Brenda dejó el regalo de su padre sobre el sillón. Ya había cumplido con su plan. No habría escuela ese frío lunes de ese enero de ese año.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"> </span><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"> </span><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">La puerta de su casa saltó por los aires y por el jardín comenzaron a correr y gritar un montón de policías. No les entendía. No les escuchaba. No les sentía. Veía sus rostros asustados. Veía sus pistolas apuntándola. Veía sus labios moviéndose. Le estarían diciendo algo… Pero Brenda no se movía, ni oía, ni sentía nada. Por un instante pensó que le importaba bien poco si la disparaban, si la golpeaban, si la mataban. Le daba igual. Sí.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"> </span><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"> </span><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">Poco después se sintió zarandeada. La tiraron al suelo. Sintió la moqueta sobre su cara. Le llevaron las manos a la espalda. Le colocaron unas frías esposas, pero no tan frías como lo que ella sentía. La levantaron en volandas, le hicieron daño, pero no le dolió tanto como el dolor que ella sentía. La llevaron a empujones hasta la puerta, a empujones por el jardín, a empujones hasta la acera y la metieron dentro de un coche a empujones. Estaba sola. Pero no tan sola como ella se sentía cada día. </span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"> </span><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"> </span><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">Miró por la ventanilla. El día era bonito. Soleado. Pero cuando bajó sus ojos y los llevó a la escuela, se encontró con caras feas, oscuras. Todos los niños y profesores la miraban horrorizados. Todos lloraban. Pero ella no lo entendió. O quizás sí.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"> </span><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"> </span><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">Los vecinos salían de las casas asustados y hacían corrillos. La Sra. Lorentz, con sus rulos y su bata, hablaba con el Sr. Michelson. <i>"</i> No entiendo nada, parecían tan felices…" </span><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">dijo ella. "</span><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">Sí, era una familia modélica</span><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><i>"</i></span><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"> contestó él negando con la cabeza. Brenda lo escuchó, pero no dijo nada. No le apetecía hablar.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"> </span><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"> </span><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">Al rato, dos policías se metieron en el coche, la miraron de reojo y arrancaron el coche. Arrancaron la sirena. Y la arrancaron de su casa. Pero aquello no estaba tan mal. Pensó que quizás, con un poco de suerte, aquella noche dormiría bien, o por lo menos, sola. </span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"> </span><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"> </span><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">Poco a poco se alejaron de allí. Las casas se fueron alejando. La escuela se alejaba. Los niños llorando se alejaban. Los profesores… Todo y todos se fueron lejos. Todo se quedó en silencio. Solo aquella sirena. Solo la respiración de los dos policías. Pasaron varios minutos y uno de los policías, el que no conducía, no pudo aguantar más. Llevaba un buen rato dándole vueltas a la cabeza y ya no lo soportó. Se giró, clavó sus ojos en Brenda y le preguntó.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"> </span><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"> </span><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">- ¿Por qué lo has hecho, niña? Dios mío, dime por qué – pero Brenda vio que sus ojos no la estaban viendo a ella, sino a un monstruo. Lo pensó un segundo, pero no llegó a ninguna conclusión. </span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">¿Tenía que darle alguna razón? ¿Es que había alguna? Brenda le miró a los ojos y contestó:</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"> </span><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"> </span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"> </span><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"> </span><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">- No me gustan los lunes.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><br /></span></div>
<div style="text-align: center;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">*******</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"> </span><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"> </span><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">Bob estaba en Georgia. Asistía a una entrevista que le estaban haciendo en la radio de la universidad estatal. Le venía muy bien para promocionar el último disco de su banda de rock. Cuando estaban por la mitad de la entrevista, sonó un pitido en el fax y una hoja comenzó a salir. No supo por qué lo hacía, curiosidad, intuición… Pero miró la página que salía y se quedó perplejo.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<br />
<div class="MsoListParagraph" style="margin-left: 0cm; text-indent: 1cm;">
<i>- Asesina de 16 años dispara contra su escuela. Dos muertos y nueve
heridos. “No me gustan los lunes” - </i><o:p></o:p></div>
</div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"> </span><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"> </span><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">Cuando Bob salió de la entrevista, aquella noticia le daba vueltas en la cabeza. Al subirse al coche, una frase le llegó como un fogonazo: <i>“El chip de silicio dentro de su cabeza comienza a sobrecargarse” </i></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"> </span><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"> </span><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">Al salir del taxi, había terminado la letra de una canción.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"> </span><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"> </span><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">Una canción que no hablaba de Brenda. No hablaba de su frío, ni del vacío que sentía cuando despertó aquél lunes. No hablaba de las visitas nocturnas de su padre, ni de las peleas con su madre. Una canción que no hablaba de cómo soñó con una radio, de lo tanto que necesitaba la música para huir de su vida. No hablaba de esa radio que le pidió a su padre entre sollozos por la noche, entre susurros por las mañanas. No hablaba de aquél regalo mucho mejor que le hizo su padre. No hablaba del fusil semiautomático que le envolvió en papel de corazones rosas y que dejó al pie del árbol de navidad. </span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"> </span><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"> </span><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">Pero en el fondo… En el fondo aquella canción hablaba de todo esto, aunque Bob decidió que solo hablara de una niña a la que no le gustaban los lunes. </span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><br /></span></div>
<div style="text-align: right;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif; font-size: large;"><b>f.j. Rohs.</b></span></div>
<div style="text-align: right;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><br /></span></div>
<div style="text-align: right;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif; font-size: x-small;"><i>Relato basado en los hechos ocurridos el Lunes, 29 de enero de 1979, en San Diego, California; </i></span><br />
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif; font-size: x-small;"><i>e inspirada por el tema “I don´t like Monday”, de la banda Boomtown Rats. </i></span></div>
<div style="text-align: right;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif; font-size: x-small;"><i>Para dar consistencia al relato, he tomado alguna licencia literaria, pero desgraciadamente, </i></span><br />
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif; font-size: x-small;"><i>los hechos más trágicos y los datos más escabrosos, están extraídos de la realidad. </i></span></div>
<div style="text-align: right;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif; font-size: x-small;"><i>Traté de mezclar la ficción, pero la realidad es demasiado aplastante</i></span></div>
<div style="text-align: right;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><br /></span></div>
<div style="text-align: right;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif; font-size: x-small;"><b>Fuentes:</b></span></div>
<div style="text-align: right;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif; font-size: x-small;"><a href="http://en.wikipedia.org/wiki/Brenda_Ann_Spencer">http://en.wikipedia.org/wiki/Brenda_Ann_Spencer</a></span></div>
<div style="text-align: right;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif; font-size: x-small;"><a href="http://en.wikipedia.org/wiki/I_Don't_Like_Mondays">http://en.wikipedia.org/wiki/I_Don't_Like_Mondays</a></span></div>
<div style="text-align: right;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif; font-size: x-small;"><a href="http://www.toniface.es/i-dont-like-mondays-no-me-gustan-los-lunes/">http://www.toniface.es/i-dont-like-mondays-no-me-gustan-los-lunes/</a></span></div>
<div style="text-align: right;">
<br /></div>
<br />
<table><tbody>
<tr><td style="border-right: 2px solid; margin-right: 10px;"><b>Letra Traducida:</b><br />
<br />
El chip de silicio que tiene en la cabeza<br />
se está sobrecargando<br />
y hoy nadie va a ir a la escuela,<br />
ella los va a lograr que todos se queden en casa.<br />
Y papi no lo entiende,<br />
él siempre dijo
que ella era buena como el oro.<br />
Y él no ve el motivo, porque no hay un motivo.<br />
¿Qué motivo quiere que le diga?<br />
<br />
Dime por qué...<br />
No me gustan los lunes.
(3bis)<br />
Quiero disparar hasta acabar con el día.<br />
<br />
La máquina de fax se mantiene limpio.<br />
Y el mundo está a la espera de lo que diga<br />
Mamá no puede creer lo que están diciendo,<br />
y a papá se le vino el mundo abajo.<br />
Y todos sus pensamientos se vuelven hacia su pequeña niña.<br />
De repente, los dulces dieciséis no son tan buena edad,<br />
y no, no es tan sencillo admitir la derrota.<br />
Ellos no ven los motivos,<br />
porque no hay motivos.<br />
¿Qué motivos necesitan?<br />
<br />
Dime Por qué...<br />
No me gustan los lunes. (3bis)<br />
Quiero disparar hasta acabar con el día.<br />
<br />
En el patio ya nadie está jugando.<br />
Ella quiere jugar un rato con sus cosas<br />
Y hoy salimos antes, y pronto aprenderemos la lección:<br />
Y la lección de hoy es... “Cómo morir”.<br />
Y ahora ya se escuchan los megáfonos,<br />
y luego al comisario
que explica los inconvenientes<br />
que hubo, y cómo fue y por qué.<br />
Y no le encuentran motivos,<br />
porque no hay motivos:<br />
¿qué motivos habrá para morir?<br />
<br />
Dime Por qué...<br />
No me gustan los lunes
(3 bis)<br />
Quiero pasarme el día desconectado.
</td><td style="padding-left: 10px;" valign="top">The silicon chip inside her head
Gets<br />
switched to overload,<br />
And nobody's gonna go to school today,<br />
She's going to make them stay at home,<br />
And daddy doesn't understand it,<br />
He always said she was as good as gold,<br />
<br />
And he can see no reason<br />
Cos there are no reasons<br />
What reason do you need to be shown<br />
<br />
Tell me why<br />
I Dont't like Mondays<br />
(3 bis)<br />
I want to shoot
The whole day down<br />
<br />
The Telex machine is kept so clean<br />
As it types to a waiting world.<br />
And Mother feels so shocked,
Father's world is rocked,<br />
And their thoughts turn to
Their own little girl<br />
Sweet 16 ain't that peachy keen,<br />
No, it ain't so neat to admit defeat,<br />
They can see no reasons<br />
Cos there are no reasons<br />
What reason do you need to be shown<br />
<br />
Tell me why<br />
I Dont't like Mondays
(3 bis)<br />
I want to shoot
The whole day down<br />
<br />
All the playing's stopped in the playground now<br />
She wants to play with her toys a while<br />
And school's out early and soon we'll be learning<br />
And the lesson today is how to die<br />
And then the bullhorn crackles,<br />
And the captain crackles,<br />
With the problems and the how's and why's<br />
And he can see no reasons<br />
Cos there are no reasons<br />
What reason do you need to die
</td></tr>
</tbody></table>
f.j. Rohshttp://www.blogger.com/profile/16241962094795405690noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7096795168122944581.post-38430508012776524472012-10-25T18:54:00.001+02:002013-02-11T18:36:37.122+01:00Breve Historia del Sr. Montaña o Sobre las obsesiones de Arístides Green.<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh7Sk0FHCIEvngOcpludZGZOLX5Ag0KCmGfWvTPtFt33GRrC4tH6gQbHaguGgflyFqdceagOZkXvgndWHdrBx_rLnqqJzLtmpuQ3bRnT-jnPLE52fYgbHc1PhRNruS_fzibncLLyLU9DyNa/s1600/DEFINITIVA+PU%25C3%2591OS2.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh7Sk0FHCIEvngOcpludZGZOLX5Ag0KCmGfWvTPtFt33GRrC4tH6gQbHaguGgflyFqdceagOZkXvgndWHdrBx_rLnqqJzLtmpuQ3bRnT-jnPLE52fYgbHc1PhRNruS_fzibncLLyLU9DyNa/s1600/DEFINITIVA+PU%25C3%2591OS2.jpg" height="320" width="252" /></a></div>
<b><span style="font-size: large;">Breve historia del Sr. Montaña.</span> Una de las Obsesiones de Arístides Green.</b><br />
<b><br /></b>
<br />
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"> Melan, el Alcohólico, le contó a Arístides Green la historia del anterior inquilino. Una historia sin par, de un hombre que fue un gigante y se volvió pequeño por culpa del amor, o de la muerte, o más bien, por culpa de ambas cosas. Melan le llamaba el Sr. Montaña porque decía que nació en el valle de los desamparados, había hecho cima en los riscos del valor y ahora esperaba el descanso eterno en el valle de los desesperados. Por lo visto, la madre del Sr. Montaña, al quedar preñada de él, huyó de casa por miedo a su violento marido. Pero la luz quiso darle antes de tiempo y el hijo nació en un sucio motel. El primer aliento del niño fue el último de su madre, que se lo entregó para vivir pues ya nada más le quedaba en el mundo. Cuando encontraron al niño, lo llevaron al hospital. Allí, las autoridades se encargaron de llamar al padre para que se hiciera cargo. El padre, que no le quiso antes y no le quiso después, por alguna razón misteriosa, decidió quedárselo. </span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"></span><br />
<a name='more'></a><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"> De malas y violentas formas le educó, pero el chico, un día, siendo ya un chaval, harto de su padre, de su ebrio aliento y de sus palizas, cuando sus compañeros estaban en la escuela y su padre en la taberna, le robó la bicicleta a un amigo y pedaleó. Pedaleó y pedaleó hasta que su casa tenebrosa y su padre asqueroso se hicieron pequeños. Y pedaleó durante años, hasta que, siendo ya un joven trotamundos, se enamoró perdidamente de una mujer mayor que él. Esta víbora jugó con su corazón, apretándolo y soltando a su antojo hasta que se cansó de jugar y le echó de su vida. El Sr. Montaña, destrozado, se fue directo a descalabrarse por un acantilado, pero justo cuando lo iba a hacer, observando la roca donde estrellaría su destino, vio el pequeño cuerpo de una niña luchando, ya desfallecida, para que las olas no la engulleran. No pudo evitarlo y saltó, pero al agua y para salvar a la niña, a la que las fuerzas ya le habían abandonado. Medio muerta la sacó del mar, ató sus muñecas, se la colgó al cuello y así escaló el acantilado. Después, ya teniéndola en brazos, corrió durante horas hasta llegar al pueblo más cercano. En ese momento comenzaba el Sr. Montaña a llegar a los riscos del valor.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"> El Doctor del pueblo conocía a la niña e hizo llamar con urgencia a su madre, que con su propia triste historia cargaba y que la muerte de su hija la hubiera llevado al mismo acantilado. </span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"> El Sr. Montaña había ido a matarse él y quiso el caprichoso destino que se fuera vivo de allí y salvando dos vidas. La madre de la niña, dueña de una pequeña pensión, sabiendo que el Sr. Montaña no tenía ni hogar ni camino, le suplicó para que aceptara su humilde agradecimiento y viviera con ellas un tiempo. El Sr. Montaña aceptó y lo que la desgracia había unido, lo fortaleció el amor. Aunque después lo separó una guerra. </span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"> Cuando ya parecía que la vida le daba una tregua al Sr. Montaña, hombres ambiciosos decidieron enfrentar a una nación y tuvo que partir reclutado para la guerra. El desierto y las trincheras fueron su hogar durante años. Las balas se llevaron a muchos de sus compañeros, pero al Sr. Montaña le esquivaron cuando iban a su pecho, y atinaron cuando salían de su fusil. Se convirtió en un héroe salvando vidas, pero también quitándolas, por tal razón jamás aceptó una medalla ni una palmada en la espalda. Los sueños de humo y fuego perturbaron la paz de su espíritu, por eso, al terminar la guerra y regresar junto a su mujer y su hijastra, pasó una mala época y se labró malas amistades que le llevaron por caminos peligrosos. Cometió algún delito, nada realmente grave, por eso y por la admiración que antes y durante la guerra se labró en el pueblo, se le perdonaron. Pero el Sr. Montaña decidió también vencer a esas amistades y, haciendo las maletas, los tres se marcharon a la capital. El Sr. Montaña, gracias a su experiencia militar, su grado y sus credenciales, se hizo con un puesto en la policía. Allí, con su mujer y su adorada hijastra, comenzaron a sonreír más a menudo. La felicidad máxima les llegó cuando, al poco de instalarse en su nueva vida, una semilla germinó en su esposa y, a los acostumbrados meses, floreció la más bella criatura que jamás soñó: Su propia hija. Aquello le devolvió las ganas de vivir y las ganas de hacer un mundo mejor, por eso comenzó de nuevo a escalar los riscos del valor. Luchó contra los criminales, encerró a mafiosos, detuvo a asesinos y maltratadores. Y durante algo más de quince años, el Sr. Montaña sonreía a sus hijas por las tardes, sonreía por las noches con su mujer, y sonreía por las mañanas enfrentándose a la maldad de las calles. Fue reconocido, valorado y condecorado, pero… Las envidias y los odios también son medallas que se cuelgan los héroes. </span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"> Así ocurrió que, una vil tarde, en vez de sonreír con sus hijas, lloró con el pecho partido. Al abrir la puerta de su casa, una alfombra roja tejida con sangre le llevó hasta el salón. Allí, en el suelo, tirada de cualquier forma, encontró a su mujer tintada con la violencia de los secuaces de aquellos que él mismo venció en las calles. La habían rajado. La habían roto. La había quebrado. La habían matado. Y entonces, cuando el corazón ya estaba a punto de largarse de nuevo al acantilado, escuchó un ruido en el baño. No quiso pensarlo, no quiso verlo, no quiso imaginarlo, pero una fina capa de agua salía por debajo de la puerta del baño y el terrible sonido de un grifo abierto le taladró las esperanzas. Cuando alargó la mano hacia el picaporte, el agua que escapaba comenzó a teñirse de rojo. Empujó la puerta… y allí la encontró. Su niña, niña de su sangre que dejaba escapar su vida y diluía su espíritu en un baño templado de muerte e infortunio. El Sr. Montaña corrió hacia ella y trató de arrebatarle a la muerte su tan injusta captura. </span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"> Jamás supo la verdad. Aquella imagen le oscureció su espíritu, pero la duda le torturó sin misericordia el resto de sus días. ¿Tanto fue el dolor de la niña, tanto su trastorno al contemplar a su madre que se sesgó las muñecas para ir tras ella? ¿O fueron los secuaces que, queriendo torturas su alma, la hundieron allí mismo y la rajaron? Nunca se supo. </span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"> El Sr. Montaña, vendando con sus lágrimas las muñecas de su hija, la alzó en volandas y corrió. Corrió más que cuando capturaba a criminales. Corrió más que cuando las balas en la guerra le buscaban. Corrió más que cuando a su hijastra salvó. Fue más fuerte que cuando trepó el acantilado. Fue más rápido que cuando huyó de su asqueroso padre. Pero no bastó. Él, que había salvado mil vidas y mil familias que no conocía, héroe en una guerra, héroe en las calles, no pudo salvar a su propia hija. Con el corazón desmenuzado y su espíritu ya ido, cayó nada más cruzar las puertas del hospital. La palidez de su hija, su cuerpo ensangrentado, la mirada del doctor… Su niña, al igual que su madre, se había marchado. Lloró y gritó mientras trataban de consolarle. Como un búfalo se levantó y comenzó a estrellarse contra las paredes. Rompió con su cabeza las paredes. Machacó su alma contra las paredes. Soñó e imaginó y deseó que su madre se hubiera quedado aquél primer aliento que él heredó, que su padre se hubiera llevado a palazos su infancia, que la niña de la playa no hubiera estado allí, que una bala le hubiera encontrado al saltar de una trinchera, que un asesino acertara con su cuchillo a traición… El Sr. Montaña no se mató contra las paredes porque alguien se empeñó en obligarle a vivir. Su hijastra, que le amaba con locura, llegó a tiempo y, con el alma también rota, le rogó que no la dejara sola en ese mundo. Y el Sr. Montaña hizo cumbre en los riscos del valor. Aceptó seguir viviendo, de nuevo renegó de matarse, porque su amada hijastra, aquella dulce niña a merced de las olas de la vida, así lo necesitaba. Pero desde allí, sin remisión, comenzó a descender hasta el valle de los desesperados. </span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"> Era imposible sobrevivir a su destino, destino que se reía de la suerte, que se aliaba con el infortunio, que meneaba su cabeza y murmuraba algo sobre la paciencia de algunos hombres. Pero el Sr. Montaña ya aceptaba su derrota. Pocos días después entró en una licorería, compró un cartón de vino y jamás lo volvió a dejar. </span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"> </span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"> Desde el Barrio de Los Locos entró en el callejón. Vagó por él varios días y se hospedó en su mismo apartamento durante un tiempo, hasta que comprendió que allí escondido, la muerte tardaría demasiado en encontrarle, así que dejó el apartamento y fue a sentarse en la salida sur del callejón, cerca del Barrio de Los Locos. Pues si había un sitio por donde pasaba a menudo la muerte, era por allí. Cumpliría la palabra que le dio a su hijastra, pues otra cosa no, pero hombre de palabra sí que era. No, no se mataría, por eso abandonó y por eso no regresó el Barrio de Los Locos. Pero tenía claro que no quería vivir y no viviría, por eso se sentó allí, en el umbral de la vida y la muerte del espíritu, así, si la muerte pasaba cerca, igual se apiadaba de él y se lo llevaba.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><br /></span></div>
<div style="font-weight: bold;">
<br /></div>
<div style="font-weight: bold; text-align: right;">
- Perteneciente a "Los Papeles Fugitivos de Arístides Green"-</div>
f.j. Rohshttp://www.blogger.com/profile/16241962094795405690noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7096795168122944581.post-36273382005714139622012-10-09T18:59:00.000+02:002013-02-11T18:37:30.950+01:00Déjame vivir...<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh7Sk0FHCIEvngOcpludZGZOLX5Ag0KCmGfWvTPtFt33GRrC4tH6gQbHaguGgflyFqdceagOZkXvgndWHdrBx_rLnqqJzLtmpuQ3bRnT-jnPLE52fYgbHc1PhRNruS_fzibncLLyLU9DyNa/s1600/DEFINITIVA+PU%C3%91OS2.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh7Sk0FHCIEvngOcpludZGZOLX5Ag0KCmGfWvTPtFt33GRrC4tH6gQbHaguGgflyFqdceagOZkXvgndWHdrBx_rLnqqJzLtmpuQ3bRnT-jnPLE52fYgbHc1PhRNruS_fzibncLLyLU9DyNa/s320/DEFINITIVA+PU%C3%91OS2.jpg" height="320" width="252" /></a></div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"> Dibujaré, con sesgos de la mano en el aire, con mi afilada espada, con mi triste pluma, con el látigo que hiere, con el recuerdo que me nubla, con la sangre que me brota, con la rabia que me excita, con la tristeza que me ahoga…dibujaré tu recuerdo. Y ahí lo dejaré. Flotando entre las nubes, viajando con la brisa, lejos… muy lejos de mí. Tú no lo quieres. Yo no lo quiero. Huérfano desgraciado. Bastardo desheredado, flota y elévate y aléjate y alcanza los límites de la memoria, la frontera del olvido… pero déjame vivir.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"> Tallaré, en violentos acantilados, con puñetazos impotentes, con nudillos sangrantes, con dedos morados, con mis dientes, con mi cabeza, con tu sonrisa, con tu melena, con tus caderas, con tu calor, con tus caricias… tallaré tu recuerdo. Y ahí pervivirá. Relieve que revela lo que me revolucionó y me apresó. Fuera de mi vista cansada. Pero cerca de mí, por si algún día dudo, pienso, me ilusiono, espero… me dejaré llevar por las olas rabiosas y miraré tu escultura y después… naufragaré y moriré con violencia entregando mis huesos y mis sesos a la roca y tu recuerdo. Hasta entonces… Déjame vivir</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"></span><br />
<a name='more'></a><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"> Compondré, entre acordes lentos, con fusas y semifusas suicidas, con melodía arrebatada, con coros de lágrimas, con tambores silenciosos, con violines funestos, con tu pelo por instrumento, con tu figura y mi deseo, con tu aroma y mi deseo, con tu piel y mi deseo, con tus sábanas y nuestros juegos, con tus caricias y nuestras mañanas, con tu voz y mis noches… Compondré tu recuerdo. Pero jamás lo tocaré, jamás tararearé, allí quedará, encerrada en la caja de una guitarra, enredada entre las cuerdas de un piano solitario, en un bar en el barrio de los sueños perdidos, y ni en las noches borrachas de almas rotas saldrán las notas de tu recuerdo. Solo cuando me metan a mí en otra caja, solo cuando me enrede yo otra cuerda al cuello, solo cuando recojan mi cuerpo ebrio y muerto en la puerta trasera de un bar en el barrio de los sueños perdidos… dejaré fluir el recuerdo que compuse. Hasta entonces… Déjame vivir.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"> Pero no. No escribiré. Ni una sola estrofa. Ni una descuidada frase. Ni una olvidada palabra. Ni una insignificante letra. .. ¿Por qué?, preguntas. Porque con estrofas reconstruyo mi vida. Con frases, mis años. Con palabras, mis días. Con letras, mis horas. Porque tu recuerdo, en mi soledad me mata. Porque tuerces mis ideas y me las arrebatas. Porque deslizando mi pluma siento tus caricias. Porque mi tinta es tu sonrisa esquiva. Porque mi hoja es tu espalda. Porque mis letras se protegen en tu regazo. Porque mi horizonte es tu cintura. Porque cuando toco con mi pluma una hoja vacía prometiéndome olvidarte, pasan cosas como estas. Que me tuerces y retuerces, me manejas y me engañas, tiranizas mis palabras y, por mil reniegos que describa, tú, siempre, insistente, implacable, bella, hermosa, excitante… Prevaleces.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"> Y es por eso, ahora que ya distingo mi futuro, que me siento un inútil fugitivo de tu recuerdo, tullido de mis deseos, amputado del destino fugaz, que te pido y te suplico… Déjame, al menos, morir en paz.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: right;">
<b>f.j. Rohs</b></div>
<div style="text-align: right;">
<span style="font-size: x-small;"><i>(de Los Papeles Fugitivos de Arístides Green)</i></span></div>
f.j. Rohshttp://www.blogger.com/profile/16241962094795405690noreply@blogger.com3tag:blogger.com,1999:blog-7096795168122944581.post-21719022024738790112012-09-24T10:45:00.000+02:002013-10-07T19:27:37.869+02:00Monólogo del Herrero<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgkqr7iyoOZlOGoW8G9PibwE6GbMbhDXtIF8vfe-XwsQPSz2dhyphenhyphenpzWbXyDjD_yR67PJZePtMKfgGOcAY6KXETy4CTE7Vf3CTN7E-ex2F_5k6ZgaHt5ZAumj4dKCS-2xL4tBJhzJ7EBQqarY/s1600/vulcano.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="400" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgkqr7iyoOZlOGoW8G9PibwE6GbMbhDXtIF8vfe-XwsQPSz2dhyphenhyphenpzWbXyDjD_yR67PJZePtMKfgGOcAY6KXETy4CTE7Vf3CTN7E-ex2F_5k6ZgaHt5ZAumj4dKCS-2xL4tBJhzJ7EBQqarY/s400/vulcano.jpg" width="258" /></a></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"> Sólo es un cuchillo. No tengas miedo. Observa su color, es… extraño. Confuso. Mezcla de los sentimientos y necesidades con los que fue forjado. Gris, como los miedos. Plateado, como los sueños. Mira, también… pequeñas partículas azuladas; fíjate, se parecen a tus lágrimas. Si lo pongo aquí, junto a tu ojo… si dejo que esta pequeña lágrima tuya bese su filo… ¿lo sientes? Sí, se besan, se funden, se confunden, se reconocen, se encuentran. Claro que sí, también la forja del acero necesita de lágrimas que apacigüen y enfríen su doloroso parto. Así es como se templaba el acero. Pero ya no.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"> Ya no hay fraguas, hay dinero. Ya no hay yunques, hay operarios. Ya no hay martillos, hay capataces. Ya no hay herreros, sólo… Ruidos rítmicos que anuncian que cada hoja recibe la misma dosis de mediocridad. Bum, chak, bum, chak… Cadenas de montajes con milimétricos cálculos para que cada trozo de metal reciba la misma forma. Bum, chak, bum, chak… No se aceptan diferencias, ni la más mínima rebaba, ni la menor desviación. ¡Bum, chak, bum, chak! ¡Mierda! ¡Fábricas que reciben el más noble de los aceros y escupen la misma mierda reproducida, multiplicada, clonada!</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"></span><br />
<a name='more'></a><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"> ¡Vulcano apagó su fragua con su propio vómito al ver como tratamos al acero! Ya no hay herreros, sólo quedo yo. No comprenden que este filo… ¿Lo sientes? Este filo no es capaz de dibujarlo una máquina. Observa, yo no soy dueño de sus intenciones ni su fuerza, basta con guiarlo, por aquí, por debajo de tu camisa, junto a este botón y él sólo… Silencio… ¿Lo oíste? ¿Alguna vez escuchaste algo tan bello? El sesgo de un roce accidental, el sesgo de una caricia de enamorados, el sesgo de las sábanas y los cuerpos desnudos. ¡Escucha! Escúchalo otra vez. No quiere tocar aún tu piel, pero la ansía, la desea, busca tu piel, pero ningún amante conociste que fuera tan delicado al desnudarte. Dos botones, tres… y no lo has sentido. Si prestaste atención, escuchaste su sesgo de suspiro. Quiere… desea… arde por acariciar tu vientre, por refugiarse en tus pechos, por aquí… pero por ahora se conforma con tintarse con tu reflejo. Anhela tu calor, se conforma con tu color. Canela, arena, trigo… ¿Cuál es el color de la piel? Ninguno, todos. Yo he visto muchos cuerpos desnudos. El color de la piel de los hombres y mujeres, como las hojas de mis cuchillos, son únicos, irrepetibles. No hay dos pieles iguales. Sí, les pasa lo mismo que a mis cuchillos, se tiñen con el color de la vida y de la muerte, tienen muescas minúsculas o lunares, destellos, arrugas, imperfecciones que las diferencian y las hacen únicas. Pero ya no.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"> ¡Bum, chak, bum, chak! ¡Todos iguales! Se me revuelven las entrañas… Algo tan noble templado y trabajado para eliminar la belleza de las imperfecciones. ¿Y sabes por qué? Por miedo. Sí, por miedo a que un maldito sensor detecte un imperceptible defecto y accione un engranaje que mueve una manivela y arrastre el acero diferente al cajón de los errores, al cajón de los reciclados, al cajón que realimentará la misma cadena de montaje. ¡Bum, chak, bum, chak! No, ya no hay un herrero que sonría al acero rebelde y le susurre y le perdone y se encariñe con la hoja que templa con sus propios sudores y lágrimas. </span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"> Si está bien trabajado… es un espejo. Mira, no intentes esto con otro cuchillo. La química mata destellos y reflejos. ¿Ves tu sonrisa? Mi hoja la hace suya y se vuelve roja como el carmín de tus labios. ¿Ves tus ojos? Mi cuchillo se estremece al intuir tus pupilas. Y baja, ya no puede más, y te acaricia el cuello… pero no, no quiere amarte todavía, es buen amante, te susurra su lujuria cerca de tu oreja, te hace cosquillas en tus hombros desnudos, recorre el surco de tu clavícula a escasos milímetros… y tú sientes el frío. Sí, porque está frio, pero no por mucho tiempo. No es insensible al ardor de un cuerpo sudoroso. Sí, te estremeces, aún no te ha rozado, pero tiemblas. ¿Por qué? ¿Será el valle de tus pechos quien le cobije, quien le reciba? Está frio, te necesita. Y baja hasta tu ombligo y lo rodea y le sonríe. No tiembles, aún no quiere amarte… Es único, yo templé su acero. Yo le acuné en el yunque. Yo le eduqué con el martillo. Fueron mis lágrimas quienes enfriaron su doloroso parto. Fue mi cariño quien afiló, minuciosamente, con paciencia, su delicado filo. Así se hacían antes, pero ya no.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">Bum… Chak… Así es ahora. ¡Bum, Chak!</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"> Y caen todos en una caja. Todos iguales. Si los miras desde arriba, en el fondo, no ves nada. ¡Mierda! ¡Metal! ¡Confusión! Pero los venden como únicos. Desfilan, ya con su indiferencia, subyugados a la estandarización, y reciben humillados la impronta de su creador, garabatos idolatrados que anuncian su esclavitud. Bum…</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"> Chak. Cartón y plástico. Así acaba su hipócrita fragua. Así comienza su vida endeble.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"> </span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"> Degollarte con un cuchillo así… Es repugnante. En cambio… Mira, mira esta belleza. No tiembles, no llores. Él sólo sueña con tu calor. Por eso baja hasta tus muslos y por eso… ¿Lo sientes? Es su hoja, no su filo. Pero espera unos segundos... ¿Lo notas? Sí, absorbe tu calor, lo hace suyo. Se funde hasta que no sientes que está ahí. ¿Alguna vez te amaron así? ¿Alguna vez alguien te tocó y se convirtió en parte de tu cuerpo? ¡No tiembles! ¡Siéntelo! Sólo un artesano convierte en humano sus obras. Pero ahora… El artesano fue asesinado. Bum. Chak. Bum… ¡Chak! ¡Chak! ¡Chak! Y lo que él amó, cuidó, creó… Ahora cuelga envuelto en plástico. Desde sus cápsulas observan la vida y sueñan con la fortuna de ser comprados. ¡Filas y filas de sueños mediocres! Filas y filas del más noble acero templado en la más asquerosa de las fábricas. ¡Filas y filas de vidas vacías! De filos mecanizados. ¿Sabes de lo que hablo? ¡Contesta! ¿Entiendes lo que te digo? ¿Cuchillos? No… Claro que no. Por eso estás aquí. Ahora te das cuenta. </span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"> Yo no hablaba de cuchillos. Y ahora…</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"> Bum.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"> Chak.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"> Vuelve a la fragua.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><br /></span></div>
<div style="text-align: right;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><b>f.j. Rohs</b></span></div>
<div>
<br /></div>
f.j. Rohshttp://www.blogger.com/profile/16241962094795405690noreply@blogger.com8tag:blogger.com,1999:blog-7096795168122944581.post-5587090679975213302012-09-11T19:55:00.000+02:002013-02-11T18:39:09.436+01:00Fundidos en un Imperio<span style="font-size: x-small;">(Último trabajo de <a href="http://lasastreria-literaria.blogspot.com/" target="_blank">La Sastrería {Literaria}</a>, una carta, solo una carta...)</span><br />
<br />
<br />
<br />
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">Toma mi mano, agárrate, no te sueltes. Funde tu piel con la mía y que nuestros dedos sean una sola caricia; así, cuando las tormentas arrecien, ningún ciclón nos separará. Iremos juntos, fundidos, donde los vientos decidan sembrar nuestro destino.</span><br />
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">Y me dará igual norte o sur, mares, desiertos, cualquier tierra… Allí donde estés tú, allí clavaré mi bandera.</span><br />
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><br />
</span> <span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">Toma mis labios, bésalos, funde los tuyos con los míos en un beso atemporal. Así, cuando tú pierdas tu dibujo, podré yo tallarte una sonrisa con los míos. Así, cuando en la noche me ataquen suspiros, tú me elevarás con una sonrisa inquebrantable. </span><br />
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">Y me darán igual tristezas o alegrías, veranos, inviernos… Porque cualquier tierra que sienta nuestros labios fundidos, se rendirá a la inmensidad de nuestro reino.</span><br />
<span class="Apple-tab-span" style="white-space: pre;"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"> </span></span><br />
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><span class="Apple-tab-span" style="white-space: pre;"> </span>¡Toma mi pecho! ¡Préstame tu regazo! ¡Fundamos nuestros cuerpos en un solo espíritu inexpugnable! Que tu piel sea mi abrigo y mis brazos tu cobijo. Y así, cuando quieran herirnos, cuando nos asedie el destino, el infortunio, la envidia o el egoísmo, chocarán contra la coraza de nuestro corazón indestructible. Y cuando queramos descansar, yo soñaré acomodado en tu regazo, tú tararearás columpiándote en mis brazos.</span><br />
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><span class="Apple-tab-span" style="white-space: pre;"> </span>Y me darán igual las heridas o las envidias, asedios, infortunios… Porque allá donde tú y yo nos abracemos, ¡mil murallas se alzarán! ¡Mil guerreros en cada una! ¡Mil lanzas! ¡Mil flechas en cada arco de nuestros fieles caballeros!</span><br />
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"></span><br />
<a name='more'></a><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><br />
</span> <span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><span class="Apple-tab-span" style="white-space: pre;"> </span>Y claro que atacarán. Ejércitos de días nublados, legiones de noches tormentosas, emboscadas de incertidumbres… Pero siempre venceremos, ¡siempre!, porque estaremos… fundidos.</span><br />
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><span class="Apple-tab-span" style="white-space: pre;"> </span>Nuestros dedos unidos en la fragua de los sueños, no dejarán que tú y yo nos separemos. Nuestros labios sellados con la sonrisa inevitable, nos obligarán a discutir siempre con besos. Mi pecho será la prisión donde encierre todos tus miedos. Tu regazo será la almohada que enjugará todas mis lágrimas.</span><br />
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><span class="Apple-tab-span" style="white-space: pre;"> </span>Y así, fundidos, tarde o temprano nos levantaremos de cualquier tropiezo, guerra o asedio. Con mirada triunfal, ondearemos la bandera de nuestras manos; gritaremos, con la sincera voz de nuestros labios, la victoria de nuestro reino; y subidos a los muros de nuestro castillo irreductible, fundiéndonos aún más, retaremos al horizonte y al destino y a cualquier enemigo… y gritaremos: </span><br />
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><span class="Apple-tab-span" style="white-space: pre;"> </span>¡Este es nuestro Imperio!</span><br />
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><br />
</span> <br />
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<b>f.j. Rohs</b></div>
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