Ya no sé si me he perdido en este mundo o el mundo entero se ha perdido. No me gusta lo que veo. Me da asco lo que escucho. Odio el aire que respiro. Sólo en las noches busco mi refugio: ilusión de otros días; añoranzas quizás, de otros mundos. Con mis lágrimas me impermeabilizo, con sonrisas me defiendo.
¿Por qué reír? Reiré por el mundo que sueño, lloraré por el mundo que es.
Y no lloro por el vuelo de las balas, lloro por la semilla de odio