Subía a hurtadillas, tratando de
flotar sobre los ruidosos escalones de madera, imponiendo mi sigilo a las
rebeldes tablas y sus chirríos… De madrugada, cuando todos dormían; cuando yo
soñaba. Así comenzaban mis duelos, duelos que por culpa de la maldita historia
que se escribió en libros y no en mi cuerpo, no podían ser al alba, no luchaba
bajo el sol, no vencía entre la niebla vespertina, no moría al anochecer… yo lo
hacía bajo la luz de un flexo, descalzo y en pijama. Pero no importaba, un
caballero se viste por dentro, rellena su espíritu con el valor de los sueños,
curte su corazón entregándolo a un elevado ideal, entrega su palabra al honor y
muere con el alma indemne pues su espíritu siempre vence. Siempre.
Allí,
entre las tinieblas del despacho de mi padre, con el silencio que precede a la
muerte, me adentraba en mi bosque y elegía arma, rival y destino. Encendía la
luna del flexo, me acercaba a la pared y con ceremonia cogía el florete. Con
paso lento estudiaba mi espacio, con mirada fría retaba a mi sombra, con un
elegante gesto lanzaba mi invisible sombrero de pluma y me ponía en posición. ¡En guardia! Y mi sombra, sin perder un
segundo, sobre mí se abalanzaba al tiempo que yo detenía, siempre la detenía,
su primera estocada. ¡Villano! Y
saltaba sobre mi sombra que tras el sillón se resguardaba y alargando mi brazo
dibujando un elegante coupé, rasgaba la capa y la espalda del contrincante. ¡Touche! Pero su oscura merced, tan
hábil como yo, tan valiente, tan rudo, con la carcajada del que no teme al
futuro, driblaba la gran mesa, saltaba sobre ella y sobre ella yo le imitaba.
Los papeles volaban, los bolígrafos caían, las carpetas se rasgaban, nuestros
orgullos discutían sobre el destino en sin par liza de un hombre contra su peor
enemigo. Incuartata, reverso y sangre en mi brazo. Lazo con la prenda de mi
amada y sin premura a buscar la sangre de mi oscuro enemigo. ¡Espada y pared, tu destino
llegó, par diez! Y sin dar más pábulo a las palabras, le presentaba a su
corazón, el filo de mi florete… y a La
Muerte.